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Dos semanas después, Johnny y Sebastian estaban en casa de Charlie cómo lo hacían cada viernes para jugar su partida de Call Of Duty. Luego de tres horas, dejaron de jugar, y bajaron a la cocina, se encontraban sentados en el sofá, Johnny justo al lado de Sebastian, sentía como su corazón se le aceleraba y se empezaba a imaginar cómo sería la vida al lado de Sebastian, un sonido ensordecedor lo sacó de aquel sueño y lo llevó directamente a la realidad, al miedo de que esa atracción que estaba sintiendo por Sebastian no fuera correspondida y a la poca aceptación que tenía por empezar a tener confusiones en su orientación sexual. Aquél sonido ensordecedor era el móvil de Charlie que resonaba en el mesón de la cocina, aquél fue corriendo a contestar.
-¿Hola?- Dijo Charlie mientras se sentaba encima del mesón.
-Hijo, ¿cómo estás?- Dijo la madre de Charlie al otro lado de la línea.
-Bien madre, ¿a que se debe tu llamada?
-Necesito que vengas a mi oficina un momento, pero sólo, talvez nos demoremos.
-¿Y Johnny?- Dijo Charlie, mientras le dedicaba una mirada a Johnny, mientras aquél se mostraba nervioso, se preguntó por qué estaría así, pero mejor lo ignoró.
-Dile que te espere en la casa, de igual manera no quedará sólo, estará con Sebas.
-Bueno madre, en 15 minutos estoy allá- Y cortó la línea.

Charlie empezó a dirigirse hacia el sofá nuevamente.
-Chicos, temo que los dejaré solos un momento, mi madre me llamó y me necesita- Dijo Charlie mientras se pasaba una mano por el oscuro cabello.
-¿Puedo ir contigo?- Dijo Johnny nervioso, ya que le daba pena quedarse con Sebastian sólo, y más con la fuerte atracción que estaba sintiendo.
-No, mi madre me dijo que fuera solo, no me demoro.
-¿Almenos hay más golosinas?, muero de hambre- Dijo Sebastian mientras se levantaba del sofá de un brinco.
-Si, barril sin fondo- Dijo Charlie en tono burlón. -Bueno, hablamos luego, suerte.- Dijo, mientras se dirigía a la puerta y la cerró de golpe.
-Va...- Dijo Johnny, pero cerró la boca de golpe al ver que su amigo ya se había ido.
-Charlie y sus apuros- Dijo Sebastian mientras se sentaba de nuevo en el sofá, y le extendía un paquete de papas a Johnny.
-No cambiará ese tipejo jaja- Dijo Johnny en tono nervioso mientras extendía la mano hacia el paquete de papas.
-Cuentame más sobre ti- Dijo Sebastian.
-Emm... ¿Qué quieres saber?. - Dijo Johnny mientras movía nerviosamente sus dedos.
-¿Por qué estás tan nervioso?- Dijo Sebastian mientras bajaba la mirada hacia su dedos.
-No... Na... Nada.
-Claaaro jaja.
-Haber, dime, ¿tienes hermanos?.
-No, soy hijo único, ¿y tú?.
-También soy hijo único, es lo mejor de la puta vida, ¿no lo crees?- Dijo Sebastian mientras mandaba su puño hacia el hombro de Johnny.
-Si, es lo mejor... Pero sería mejor si tuviera a mi papá...
Hubo un momento de silencio..
-Lo siento amigo, Charlie me comentó un día sobre eso, para que nunca lo fuera a mencionar, y no hacerte sentir mal.- Dijo Sebastian mientras bajaba la mirada.
-Tranquilo, todo ha mejorado. -Dijo Johnny también con la mirada hacia abajo.
-¿Cuál es tu sexualidad?- Preguntó Sebastian.
Johnny, sorprendido por la pregunta, con la boca entreabierta no supo que decir...
-La verdad, no lo sé. -Dijo Johnny- ¿y la tuya?.
-Creo que soy bisexual, porque he tenido sólo un gusto por un hombre, pero creo que ahora me está atrayendo otro... -Dijo Sebastian mientras clavaba su mirada en Johnny.
Johnny, intimidado volteó la mirada hacia la ventana.
-Ahh, entiendo, ojalá esa persona te corresponda. -Dijo Johnny, tranquilo, mientras su mente inquieta no dejaba de pensar en quien sería esa persona, pero el no perdía la esperanza de que fuera él.
-¿Tú me corresponderías?- Dijo Sebastian tímidamente.
Johnny, levantó su mirada, apenado y sólo calló.
Se quedaron mirando a los ojos, Sebastian se fue acercando poco a poco, cuando de repente sintieron que la puerta se abrió de golpe, el paquete de papas cayó al piso, y los dos se separaron inmediatamente. Era Charlie con su madre. De suerte, no tuvieron ningún tipo de sospecha.

-¿Les dije?, no me demoré, tarados. -Dijo Charlie en tono burlón.
-Eso notamos señor fugaz jajajaja. -Dijo Sebastian.
-Hola chicos- Dijo la madre de Charlie.
-¡Hola!- Dijeron Johnny y Sebastian al mismo tiempo.
La madre de Charlie les sonrió, y se dirigió hacia el  pasillo y entró a su habitación.
-Ey, yo ya debo irme, se hace tarde y mi madre debe estar que llama. -Dijo Johnny, mientras se dirigía a la puerta.
-Vale amigo, cuidate. -Dijo Charlie mientras le daba un par de palmadas en la espalda.
-Suerte Johnny- Dijo Sebastian, mientras le guiñaba un ojo, aprovechando que Charlie miraba a otro lado.
Johnny le sonrió tímidamente, cerró la puerta suavemente y se dirigió hacia su casa.

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