Estos son los tres tipos básicos de bloqueo al escribir y algunas de sus variantes. Suelen estar asociados a la personalidad del autor. ¿Te identificas con alguno?
Tipo de bloqueo #1: el clásico síndrome del escritor atascado.
Descripción: comienzas un texto y lo abandonas en algún punto (suele ser un poco antes de llegar a la mitad). Sencillamente, no sabes cómo continuar. Se te han acabado las ideas o te has metido en un embrollo del cual no sabes salir.
Tipología: esto puede darse porque eres una persona algo caótica. Te dejas llevar muy a menudo por las emociones, muchas veces para arrepentirte después. Cuando tienes buenas ideas no puedes evitar precipitarte y hacer algo con ellas. Bullen en tu cabeza pero te cuesta transmitirlas de forma ordenada y coherente a un texto.
Solución: un buen remedio para desbloquearte puede ser planificar lo que vas a escribir. Siéntate, respira hondo y haz un resumen de tu relato, novela, ensayo, artículo o lo que sea. Después agrúpalos: por partes, por capítulos, por conceptos...
En pocas palabras: ten claro antes de escribir lo que quieres transmitir.
Variante: el síndrome de la página en blanco.
Sucede cuando no logras ni siquiera comenzar o bien el bloqueo al escribir te asalta muy pronto, tras la primera frase o párrafo. Para poner remedio a esto, estimula tu creatividad:
1. Toma muchas notas en esa libreta que todo escritor debe llevar siempre encima.
2. Presta especial atención a aquello que te conmueve, por insignificante que te parezca.
3. Tu mente está gritando que ahí está el germen de una idea.
4. Agrupa y asocia ideas sueltas para crear algo nuevo con esta mezcla.
Tipo de bloqueo #2: la búsqueda de la perfección produce monstruos.
Descripción: te plantas delante de la pantalla (o la hoja en blanco) y esperas a que surja la idea perfecta, la frase ideal, el personaje maravilloso, la trama sin fisuras...
Para el año 2046 conseguirás terminar ese relato de dos páginas... y no te convencerá del todo. Eso sí, de vez en cuando atisbas algo semejante a la perfección y te sientes más o menos bien... pero deseas la euforia.
Tipología: poco que decir. Eres el Perfeccionista.
Raras veces encuentras algo bien hecho o hecho a tu gusto. No es malo, siempre y cuando no traslades tus exigencias de perfección a los demás, porque los demás tenemos derecho a ser humanos imperfectos. Si eres jefe y te comportas así, que Dios guarde a tus subordinados. La búsqueda de la perfección no es negativa en sí misma... pero sí cuando es llevada al extremo.
Solución: intenta encaminar tu perfeccionismo hacia la exigencia razonable y tu intransigencia hacia la tolerancia. Buscar la perfección es lícito, encontrarla es una utopía. Puedes ser buen escritor si añades un puñado de imperfección a tu creatividad: te hará más humano, no menos virtuoso al escribir. Está muy bien que escribas de manera cerebral y racional, pero tus textos mejorarán mucho con una pizca de visceralidad.
Variantes del perfeccionista:
A: El obsesivo.
Escribes con bastante fluidez hasta cierto punto, vuelves atrás y comienzas a revisarlo todo con lupa, buscando tener un texto acabado antes de terminarlo. El texto se eterniza y terminas por agobiarte.
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Bloqueos de escritores.
Aléatoire¿Estás escribiendo una novela y tienes bloqueos de escritor? ¿Sufres un bloqueo al escribir tras unas pocas líneas o páginas? ¿Sufres el síndrome de la página en blanco? ¿Empiezas con mucho ímpetu y te vas apagando según avanzas? ¿Tienes buenas ide...