Luna:
Cuando entre al estacionamiento vi a Will Müller sentado en el capo de su auto, y a su lado, había una persona, sorprendentemente era un chico, y vaya, que chico. Cuando aparque mi motocicleta al lado del auto de Will, el bajo a saludarme y el chico se fue, por cierto, ¿Les dije que odio a Will?, es tan patán, es que ¡Ah!, simplemente lo odio y ya. Entre al instituto, donde al lado de mi casillero, encontré a mi mejor amiga, Alice.
-¡Al fin llegas!- Dijo dándome un abrazo.
-¡Hola!- Le dije feliz.
-Creo que hoy tenemos dos maravillosas clases juntas-
-Oh yeah baby, esto se va a descontrolar- Me reí, ella igual.
-Luna, ¿Estoy alucinando?- Mi amiga me señalo hacia adelante, y venían Will y ese chico misterioso, no sé cómo puede haber tanta belleza junta, porque a pesar de que Will me cae mal, debo admitir que es muy lindo, ¡Y qué puedo decir de su amigo! ¡Uf!
-No amiga... Es real- Le dije. Will y el chico, pasarían junto a nosotras, si mi torpeza, no hubiera sido tan extrema, los libros que tenía en las manos cayeron al suelo, me coloque de cuclillas para recogerlos, y sentí sus manos encima de las mías, me ayudo a levantarme, aun con sus manos sobre las mías, y nuestras miradas sin apartarse.
-Hola, chicas- Dijo Will.
-Eh, ah. Ho-hola- Dije, mientras soltaba sus manos con vergüenza. Mire a Will- ¿Qué quieres?-Dije odiosa.
-Calma nena-Rio- Solo te presentaré a mi amigo, que esta vez no desapareció- Lo miró, el aún me miraba, me sentí incómoda- Chicas, él es Ian Walk, Ian, ellas son Luna Moonlight y Alice Hunter.
-Un placer- Dijo él, coqueto.
-Igual- Dijimos Alice y yo al unísono
-¿Quién acompaña a Ian a su clase de historia?-
-Tú, es tu amigo, tú lo acompañas- Le dije. Tome a Alice por la muñeca y la hale su casillero.- No soporto a ese chico.
-¿Ian?-
¿Qué, No, a Will-
-Ah, jajá- Dijo algo nerviosa.
-Alice...-Le dije insistiéndole en algo, pero no sé en qué exactamente.
-Luna...-Dijo ella en el mismo tono.
-Alice, no me digas que te gusta Will- Le dije.
-Bueno... ¡Sí!, hemos estado hablando y es... Tan lindo- Dijo sonriendo.
-¡Alice!, ¡Es lindo con todas!- Le dije irritada.
-Conmigo es diferente... Sé que me quiere-
-¡Ay por Dios!, así empieza ¡Así empieza!, te enamora, te lleva a la cama, ¡Y listo!, acabo todo.-
-Tú solo estas celosa porque un chico me quiere, ¡No es culpa mía que a ningún chico le parezcas linda!, ¡Deja de destruirme los sueños!-Me dijo, subiendo el tono de voz.
-¿Yo celosa?, ¡Maldita sea!- Golpee con la mano uno de los casilleros- ¡Te digo esto por tu bien, Alice!, y estoy segura que ese chico no lo es...-
-¡Solo déjame en paz!- Se dio media vuelta y se alejó corriendo.
El timbre sonó, camine hasta el aula 15. Me senté en el frente, desde donde no podía tener ninguna distracción. El profesor Singlenton entro, y empezó a dar su primera clase del año. ¿Cómo puede mi mejor amiga preferir a ese chico en vez de a mí?, ¡Él es malo!, un odioso, engreído, repugnante típico chico mujeriego de mierda. ¡Y ella lo sabe, maldita sea!, Dios, necesito calmarme.
La puerta sonó algunos minutos después. El profesor Singlenton abrió y allí estaba el director Woodward con el chico de hace rato, Ian.
-Buenos días, alumnos- Dijo el director, ya adentro, con Ian parado a su izquierda, todos al unísono dijimos: "Buenos días, Director Woodward", como nos habían enseñado desde siempre-Como todos los años, admitimos en nuestra institución nuevos alumnos de acá de Nassau, y también que vienen de otros condados, como lo son el condado de Orange o el condado de Oneida. Él- Señalo a Ian- Es Ian Walk Miller, viene del condado de Orange. Espero que lo reciban con armonía. Ian, siéntate, bienvenido.- Él se sentó a mi lado. Su perfume era tan... ¡Dios!, ¡Maravilloso! El profesor Singlenton siguió dando su clase. Me costó mucho entender lo que explicaba, ya que cada vez me sentía más nerviosa con Ian a mi lado, no sé porque. Pero, como soy terca, lo mire. Y no aparte la mirada de él hasta que el profesor me dijo que le prestara atención o si no me sacaría de clases.
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Éste es el final.
Romance"Para siempre, cariño", es una frase muy larga para decirla cuando estamos jóvenes, pero muy corta para decirla cuando estamos al lecho de la muerte. El punto es que todo el mundo sueña con un para siempre, un infinito, un final feliz; Ya sea un jov...