Éste es el final.

what the fuck?

Luna:

Una oleada de frío recorrió mi cuerpo, haciendo que abriera los ojos de golpe. Sentí el calor de un cuerpo debajo de mí, y me cachetee mentalmente por haberme embriagado ayer. Lentamente subí mi mirada, para luego encontrarme con un hermoso Ian con traje... Suspire de alivio porque no estaba desnudo, eso sí que hubiera sido un problema. ¿Qué carajos hago aquí?

Él se removió en su sitio y estiro sus brazos. Sonreí tiernamente al verlo, una ternurita, totalmente, es hermoso. Daría lo que sea para despertar y lo primero que ver sea su rostro, su sonrisa, sus ojos, sus hermosos ojos.

Lástima que... Que beso a Lindsay, que me decepciono, totalmente.

Repito, ¿le has dado la oportunidad de explicarte lo que en realidad paso?

No. Y, maldición, necesito hacerlo.

Pues habla con él, porque mereces una explicación.

-Hola, Lu- Dijo él, con su voz ronca.

-Hola- Dije.

El suspiro cansado- ¿Quieres por amor a Dios, escucharme?- Me miro implorándome.

Suspire- Está bien. Te escucho

-Maldición, gracias- Sonrió- Creí que...

-Ian, al punto ¿quieres?- Le dije con impaciencia.

-Sí, sí. Eh... Lindsay planeo todo, Lu. Ella sabía que yo estaría ahí, y sabía que tú estarías ahí, y sabe que tú me encantas, y ella no quiere aceptarlo, ¿Sabes?, ella quiere que yo sea su novio o algo, y no. Yo no quiero serlo, yo no quiero tener ningún tipo de relación con ella. Entonces, intento que tú dejarás de estar conmigo, por medio de eso...

-¿Por qué tus manos estaban en sus caderas?- Pregunte.

-Estaba intentando alejarla, pero ella estaba agarrándome por la nuca, y me hacía daño con sus uñas- Respondió- Luna, yo no quería hacerte esto ¿Okay?, yo no soy así... Ya no- Mire su rostro y... Estaba quebrado, casi llorando.

Me moví para quedar en frente de él, mirándolo.

-No llores- Él me miro, y rápidamente quito su mirada de la mía- Ian... Por favor- Acune su rostro con mis manos y sequé sus lágrimas- No llores ¿Sí?, te creo.

-¿Me crees?- Me miro, casi sonriendo.

-Sí, Ian. Sé perfectamente como es Lindsay, y además, recuerda que te dije que estoy aquí para apoyarte y escucharte... Te juzgué antes de escucharte, y me equivoqué. Lo siento- Sonreí al verlo, parecía que su alma había vuelto a su cuerpo.

-Dios- Se rió- Gracias- Volvió a reír- ¡Gracias!- Me abrazó, y... Dios, cuanto lo necesitaba, cuanto necesitaba tenerlo ahí, sentir sus brazos alrededor de mí, sentirme segura...

-¿Por qué estás de traje?- Pregunte.

-¿No te gusta?- Me miro alzando una ceja.

Maldito chico sexy, claro que me gusta. Me encanta.

-Te ves bien- Le dije, intentando restarle importancia.

-Ayer me dijiste que me veo lindo con traje- Me dijo

-Te ves sexy- Pensé.

¡Espera!

¿Lo dije?

Oh, demonios. Lo dije.

Él me miro, tenía una sonrisa pícara en sus labios, más que pícara, sexy, muy sexy.