Éste es el final.

Best... ¿Friends?

Luna:

Por el resto del día no vi, ni siquiera en el almuerzo a Alice, ni a Will, ni a Ian... Es un chico, ¡Dios!, guapo, coqueto, e inteligente, ¡Le gustan los Beatles!, creo que una amistad con él debe ser maravillosa; creo que debería hacer una amistad con él, primero por qué: Es guapo y divertido. Y segundo: Porque estoy empezando a creer que las personas creen que soy lesbiana, ¡Y no lo soy!, ¡Me encantan los chicos guapos y con espaldas perfectas!

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Cuando salí de mi última clase vi a Ámbar Smith sentada en una esquina llorando, y unos pasos más lejos, estaban Will y Alice hablando muy animadamente, pf, ya la dejó, me acerque a ella y me senté a su lado. Al fin y al cabo, ella me caía bien, por más chillona que fuera.

-Lo siento mucho, Ámbar...- Coloque mi mano en su espalda.

-Es un idiota, Luna, Dios- Sollozó y se tiró sobre mi hombro a llorar, yo la deje- ¿Cómo pude caer en sus juegos?, ¿Cómo no pude ver lo estúpido que es?-

-Él se encargó de eso querida... Eso es lo único que sabe hacer-

-Tienes que alejar a Alice de él... Le hará mucho daño, no es justo para ella, es una buena chica-Me dijo Ámbar.

-Estoy haciendo todo lo posible por alejarla de él-Le dije mirándolos

-Yo lo amaba, Luna- Sollozó más fuerte- Creí que pudo no sé, haber cambiado... Y no, ¡No!- Grito.

-Cálmate... ¿Quieres que te lleve a tu casa?-Le pregunté.

-No, no es por nada personal, pero, me dan miedo las motocicletas, prefiero irme caminando, así despejo mi mente, pero gracias- Sonrió débilmente.

-Está bien, cuídate- Le di un abrazo y camine a donde estaba Alice. La tome por la muñeca y la hale hacía el estacionamiento, donde le dije:- ¿Te diste cuenta de cómo lloraba Ámbar? ¿TE DISTE CUENTA, ALICE?, ¡Ese tipo es malo! ¡No voy a permitir que te haga daño!-Casi le grite, alterada.

-Oye, cálmate amiga- Dijo ella, tranquila.

-¿Qué me calme? ¡Por dios!, ¡Ámbar está rota!, eso te pasará a ti, si no abres los ojos los putos ojos- Le dije enojada.

-Deja de preocuparte por eso, ¡Por amor a Dios!, te preocupas por si es esto o aquello, ya no pareces mi mejor amiga, no me preguntas que tal estoy o vienes a pasar el rato conmigo, solo le prestas atención a Will, Will, Will... Yo no quiero una mejor amiga así- Dijo con la mirada baja.

-Pero la tienes...- Dije.

-No-Dijo ella, brusca.

-¿Qué quieres decir?-Lo pensé un segundo y entendí: Ya no quiere ser mi mejor amiga- Alice, no- Dije casi llorando, mientras negaba.

-No eres mi mejor amiga, Luna. Mientras estés así, no eres mi mejor amiga.- Ella se voltio y salió disparada a el instituto. Yo no pude contener las lágrimas que se almacenaban en mis ojos y deje que salieran. A lo lejos pude divisar a Ian, caminaba hacia mí. Por lo que yo me voltee y seque rápido mis lágrimas.

-¡Ey!- Me dijo Ian tocando mi hombro- ¿Qué pasa?- Preguntó.

-Tú amigo pasó- Ya no sé si sentía dolor, o rabia, o no sé. Lloraba como estúpida, y él me veía, y sentía vergüenza- Debo irme.

-No puedes manejar así- Dijo. ¿De veras está diciéndome eso?

Lo mire con cara de pocos amigos, con cara de odio. En estos momentos odio a todo el mundo.

-Por Dios, tú no eres nadie para decirme que hacer.-Dije limpiando mis lágrimas- No es la primera vez que conduzco llorando. Por favor, déjame en paz.- Subí a mí moto con mi casco puesto. La encendí y salí de allí lo más rápido que pude.

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Cuando llegue a casa aparque mi moto en el garaje. Me quite el casco y como pude limpie mis lágrimas. Camine hasta estar dentro de la casa, mis padres estaban sentados en la cocina tomando un café, riendo a carcajadas, pero, cuando me vieron sus risas pararon de golpe, como si se las hubieran arrebatado. ¿Tan mal me veo?

-¿Qué tienes, Luna?- Preguntó mi madre, bruscamente, yo suspire, pero no dije nada.

-¿Qué tienes, Luna?- Preguntó ahora mi padre, en un tono mucho más suave. Él siempre lograba hacer que le dijera por qué estaba mal. Empecé a llorar, él me abrazo.

-Alice me dijo que no quiere ser mi mejor amiga- Dije limpiando mis lágrimas.

-¿Por qué?- Preguntó mi madre, mientras me sentaba.

-Porque está ''enamorada''-Dije haciendo las comillas con mis dedos- de un maldito patán, ¡Y lo sabe!, ¡Y sabe que le hará daño!, ¡Pero es que está tan cabrona con él!, intento hacerla entender que él es malo. Pero no ¡Lo prefirió a él antes que a mí!-

-Está enamorada, solo está cegada-Dijo mi madre.

-¡Mamá! ¡A penas empezó a tratarlo ayer!- Casi grite.

-Todo se arreglara. Deja que el destino haga lo que tenga que hacer, ¿Tú crees en él, no?-Me dijo papá.

-Sí...- Dije un poco tranquila.- Iré a darme un baño. Gracias- Me levante y subí a mi habitación.

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Cuando se acercaba la media noche, y ya había terminado las 250 páginas que me faltaban del libro, me vestí con un jean desgastado celeste, mis botas marrones, una blusa de lana rosa manga larga y mi chaqueta de cuero negra, baje las escaleras para dirigirme al garaje. De donde salí disparada en mi moto. Fui a mi parque favorito, está abandonado, y lejos del pueblo. Por lo tanto está fuera del alcance de la luz, POR LO TANTO, puedo ver las estrellas tranquilamente.

Me acosté bajo un árbol gigante, que alguna vez en mi infancia, había tenido hojas. Y sí, esto es... Maravilloso.