Everithing is Ok

CAPITULO 1

CAPITULO 1

Abro los ojos e intento recordar que ha pasado. ¿ Donde estoy? Intento incorporarme pero siento un intenso dolor en el abdomen y en la pierna. Vuelvo a tumbarme e intento enfocar la vista y mirar a mi alrededor. Parece que estoy... estoy en el hospital! Sigo sin recordar que ha pasado, así que intento tranquilizarme y respirar hondo para poder hacer memoria. Cuando vuelvo a abrir los ojos vuelvo a mirar a mi alrededor, es una habitación bastante grande, con una televisión, un sofá-cama, una mesilla y todos los chismes y cachivaches médicos a los que estoy conectada.

Después de un rato entran dos personas en mi habitación: a una de ellas la reconozco al instante, es Gabi... ¿ qué hace él aquí?¿ Donde están mis padres? La otra persona era el medico de mi familia. Creo recordar que se llamaba Ian.

- ¡Kate, estas despierta! ¿ Que tal estas? ¿ Como te encuentras?- me dice Ian.

- Bien bueno, cansada ¿ Que ha pasado?- consigo responder con un hilillo de voz. Él y Gabi cruzan una mirada que me preocupa bastante. En ese instante entran más personas en la habitación. Son Marta , Alvaro y Alejandra.

- Hey está despierta- exclama Alvaro.

- ¿ Cómo estás?

- Chicos vamos a dejar que descanse, mañana ya podréis hablar con ella. ¿ Quien se va a quedar hoy con ella?

- Yo, hoy me toca a mi- dice Gabi, me tranquiliza escuchar su voz y me alegra que se quede el conmigo esta noche. Tengo muchas cosas que preguntarle y tenemos que hablar de otras tantas.

- Esta bien, mejórate fea!- dice Marta guiñándome un ojo.

– Hasta mañana.

Cuando nos quedamos solos Gabi coge un taburete, se sienta al lado de mi cama y me da la mano. Siento un escalofrío, hacía mucho que no sentía el roce de su piel y su calor. De repente sentí una punzada de dolor en el abdomen que hizo que soltara un gemido y me retorciera.

- ¿Estas bien?-

- Sí, estoy bien ¿ Que ha pasado?-

- ¿No te acuerdas de nada?- preguntó

- No, nada de nada-

- ¿ Por donde quieres que empiece?-

- Por el principio si te parece – respondí recostándome de nuevo y dispuesta a escuchar que me había pasado.

A medida que él iba contándome, iba recordando.