LA OBSESIÓN DE UN DEMONIO

Capitulo 2

Desperté muy agitada y mi cuerpo cubierto por una capa de sudor aquello parecía tan real estoy segura que pude sentir un brazo alrededor de mi cintura y aún tengo la sensación de tenerlo alrededor, miro a todas parte y lo único que distingo es la penumbra que reina en mi habitación miro el reloj las 3:14 am aún falta mucho para que amanezca por un lado me alegro por que podré dormir un poco más pero por otro lado tengo miedo de que si me vuelvo a dormir la pesadilla se repita, trata de convencerme a mí misma que nada sucederá que son solo malos sueños producto del susto de aquella noche que si me relajo todo va a estar bien y es asi como consigo dormir.

Un repentino sonido me levanta abro mis ojos adormilada y veo que es la alarma de mi celular que me indica que debo de levantarme para ir a la universidad algo que no me emociona tanto pues las clases de hoy son aburridas y para nada interesantes a excepción de que hoy me darían la nota del examen del señor Kasster, lo que me recuerda que no hice la tarea para la señora Smith ella sí que se enoja cuando no se cumple con sus tareas como puedo me levanto a toda prisa enciendo mi ordenador y busco rápidamente algo sobre el arte siglo XVII lo cual no sé qué viene al caso pues su clase nada tiene que ver con arte pero qué más puedo hacer que hacer el típico copia y pega que a muchos profesores les molesta, termino rápidamente y veo el reloj 6:32 am quedan veintiocho minutos y aun no estoy lista y la universidad queda a 10 minutos en bus tom0o lo primero que encuentro me lo pongo y salgo corriendo a la estación claro que no me dio tiempo para desayunar y que tampoco he traído dinero suficiente para comprarme algo en la cafetería.

Llego temprano y me encuentro con Susan una de mis mejores amigas ella estuvo esa noche pero a diferencia de mi ella dice que no recuerda nada extraño me acuerdo de haberle preguntado si había tenido algún sueño extraño después de esa noche y me dijo que no, lo que confirma mi teoría que eso lo mi imaginación y que también todo es producto del estrés, como de constumbre al verme llegar me saludo.

-Hola Sofí, dijo con una gran sonrisa que pronto cambio a una cara de preocupación- no te ves nada bien ¿has tenido más pesadillas?- preguntó tratando de no llamar la atención de los estudiantes que se encontraban alrededor.

-Hola Susan si, como todas las noches desde que a Stephanie se le ocurrió jugar ese estúpido juego- dije algo cansada

­-Creo que deberíamos buscar ayuda talvez... un..un psicólogo o un.. un exorcista - dijo lo último casi susurrando pero claramente logre escucharla.

-NOOO!!!!! Acaso crees que estoy loca es solo producto del estrés y de la impresión es solo eso – dije tratando de convencerla a ella y a mí misma – mejor ya no hablemos de eso y vamos que se nos hace tarde para entra a clases

Las horas pasaron lentamente pero al fin llegó la última hora del día y por la cual había soportado toda esta mañana por fin sabría cual habría sido mi nota, pero para sorpresa de todos el señor Kasster no asistió hoy lo cual era extraño pues él era uno de los pocos profesores que solía falta, no es para exagerar pero debía de estar atado a una cama con una pierna rota y sus costillas fracturadas para no darnos clase, lo cual me hizo pensar si en realidad le había pasado algo. Como era temprano para ir a trabajar decidí ir un rato al parque no sin antes pasar por la tienda y cómprame algo de comer.

Cuando llegue la parque este estaba completamente solo parecía un parque de esos que vez en las películas de terror completamente solo lo que me pareció extraño aunque no le di mucha importancia me dedique a comer mi paquete de galletas junto con la bebida que compre, sim embargo no dejo de sentir esa extraña sensación de sentirme observada, miro a todas partes y no veo a nada solo un ave un cuervo para ser exactos encima de un árbol del parque el cual me da la sensación de que me está observando.

-Creo que me he vuelto completamente loca –digo en voz baja – ahora creo que un ave me observa.

Me levanto y tiro los empaques al cesto de basura y decido ir a trabajar paso por el árbol donde se encuentra aquella ave y veo como esta me observa cada vez más decido ignorarla pues no es normal que crea que las aves miren a las personas.

Llego a mi trabajo y como de costumbre me pongo mi uniforme y salgo a servir hoy parece que no hay muchos clientes, de repente se oye la campanilla de la puerta sonar en señal de que un nuevo cliente ha llegado me volteo para saludar

-Buena..a as ..tard..des- trato de decir pero me quedo helada ya que un hombre con la apariencia de un dios griego entra por la puerta pero a pesar de que es tremendamente apuesto despide un aura de peligro que me hace retroceder trato de reponerme y me dirijo a tomar su pedido.

-Buena tarde en que lo puedo ayudar –digo esta vez sin tartamudear aquel hombre me mira pero no dice nada puedo ver una que tiene una sonrisa de lado cuando por fin decide ordenar me quedo helada.

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