Teen British Momy and American Teen Dady

UnaTarde Juntos

A pesar que se había molestado por anticiparse a la noticia, no podía juzgarle. Arthur también le contó a su madre que esperaba un bebé, por lo que no se molestó con Alfred. Habían terminado de almorzar, y estaban ambos novios tomados de la mano en el sofá de la casa de Alfred. Mientras la madre de este torturaba a su hijo, mostrándole fotografías a Arthur de un Alfred bebé.

-Y esta, es cuando apenas caminaba. Era verano y se paseaba por la casa con esos enormes pañalotes... y aquí, está llorando porque se calló intentando caminar y se golpeó su traserito... y en esta se está dando un baño. Le gustaba jugar con ballenas de hule, aun se baña con ellas... y aquí...

Para Alfred, cada fotografía era una tortura. Arthur miraba ilusionado y divertido las fotos de su novio cuando era bebé. A pesar que la madre del americano estaba sentada al medio, ambos novios no soltaban sus manos. Hubo un momento, en el que la mujer quedó hablando sola, ya que ambos jóvenes se concentraron en la mirada del otro. Les encantaba hacer eso. Incluso antes de comenzar a salir, podían pasar horas y horas, clases enteras, mirándose fijamente a los ojos. Para ellos no había nada más. Solo les importaban las hermosas y brillantes pupilas del otro, las cuales eran rodeadas por un color claro hermoso y resplandeciente. Al darse cuenta que era ignorada, la mujer cerró el álbum fotográfico, fue a la cocina por una caja de galletas saladas, y caminó hasta su habitación, donde se encerró a ver la televisión.

Arthur aprovechó que la mujer se había parado, para acercarse un poco más a Alfred, y cargar su cabeza sobre el hombro de su novio. Amaba hacer eso. Rodeó la espalda de su amado con su brazo. Sabía que era cómodo para Arthur, ya que con los clubes deportivos de la escuela había sacado buena masa muscular en los últimos años. El inglés cargó su cuerpo en el brazo de su novio. Estaba cansado. Quería dormir una larga siesta junto a Alfred y no despertar hasta que sea el momento del parto. Pero bien sabía que no podía hacer eso. Mucho menos en estos instantes, que estaba comenzando el primer periodo de exámenes en la escuela. Además de aprobar todos sus exámenes, debía comenzar a revisar las tutorías, aprobar y rechazar las solicitudes de los clubes y talleres extra programáticas, y no puede dejar atrás el organizar la fiesta de bienvenida para los de primer año. Todo esto de ser el presidente del consejo estudiantil, sumado al hecho de estar embarzado ya le estresaba, y le preocupaban las palabras de su madre "vete olvidando de la universidad" Alfred notó la preocupación de su novio. A pesar de no saber por qué, pudo intuirlo.

Giró su cabeza para besar los cabellos que cubrían rebeldemente la frente de Arthur, y posó su mano libr4e sobre el aun plano vientre de su amado. Quiso con esto transmitirle seguridad. Lo amaba y no dejaría que nada le perturbase. Incluso si tenía que dejar de estudiar para buscar un trabajo, lo haría con tal de que Arthur fuese feliz. Incluso si tuviese que quedarse en casa cuidando de su bebé para que Arthur estudie en la universidad, lo haría. Alfred estaba decidido a darlo todo por su bebé y por su amado. No importaba cual fuese el precio, claro, mientras esto no haga sufrir a Arthur.

Alfred buscó los labios de Arthur. Quería besarle, transmitirle la seguridad y confianza. Arthur lo necesitaba, más bien ahora que se le venía su último año escolar y su embarazo recién comenzaba. Arthur dejó que Alfred le besara, apasionadamente, dando todo de sí para corresponder aquel acto dulce. Ambos unieron sus labios nuevamente tras haberlos separado por falta de Aire. Alfred jugó con el labio inferior de su amado, atrapándolo y lamiéndolo. Arthur no se quedó atrás. Mordió suavemente la lengua del americano.

-Arthur... cariño ¿quieres quedarte en mi casa?

(Mikasa ...nah mentira, está acosando a eren mientras este acosa a Levi, quien acosa a petra que acosa al árbol.)