Capitulo 4

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Desperté en una cama, me dolía el cuerpo, miré todo a mi alrededor y note que estaba Ignazio en un sillón mirándome, estabas vestido raro como si fuera médico, no entendía nada de lo que estaba pasando.

-umm...-toque mi cabeza y me dolía mucho.

-al fin despertaste -dice alegre, cuando escucho que entran Gianluca y Piero a la habitación los miro sorprendida, no me esperaba todo esto no siquiera sabía por qué estaba en una cama, no que estaba pasando ni por que me dolía todo el cuerpo- hace una semana que estás así.

-¿¡que!? -dije sin poder creerlo.

-mentira, es sólo una broma -se ríe Ignazio- hace unas horas nada más, fue un golpe en la cabeza pero no fue tanto, pudo haber sido peor pero no, estas bien.

-no creo que este tan bien si me duele todo el cuerpo, hasta respirar-contesto y Piero me mira- me tengo que ir, ¿te acompañó Gian?

-sisi -salen de la habitación.

-son cosas que ya van a ir pasando, el doctor dijo que en unos días ya estarías completamente bien -dice Piero antes de irse.

-¿bien? Pero tengo que trabajar -dije desesperada.

-no te preocupes, ya hablé con mi hermana, ella sólo quiere que estés bien y que mejores -dice Ignazio.

-¿tu hermana? Tu hermana...-me quedé pensando.

-si, además eres responsabilidad nuestra en estos cinco días de reposo que exigio el médico.

-entonces...

-te tenés que quedar acá, en mi casa -dice extendiendo los brazos desde su asiento para luego levantarse- ¿tenes hambre?

-emm...-no sabía que decir aunque la pregunta era simple mi mente se concentraba en la anterior afirmación, me tenía que quedar cinco días en la casa de mi vecino más molesto, entre todos los vecinos que existen en este edificio tenía que ser el mi vecino.

-¿_?

-¡si! Perdón...

-¿que quieres de comer?

-lo que vos quieras.

-te cocinare pasta, ¿si?

-si- cuando salió de la habitación cerré mis ojos y los abrí rápido pensando en donde había dejado mi teléfono, revolvi lo que ví en la mesa y lo encontré. Me fijé la hora y el día, no había pasado mucho, yo era una exagerada en desesperarme.

-volví - viene con una bandeja con dos platos, vasos, tenía todo no sabía cómo podía llevar todo eso junto, pone una mesita cerca mío y se sienta al lado mío y me sirve para tomar y me da el plato - espero que te guste, generalmente no cocino.

-gracias -pinche uno de los fideos con el tenedor y me lo puse en la boca, sentí esa sensación explosiva del sabor y quedé enamorada de la pasta- esta muy rico, nunca había probado algo tan rico.

- ¿de verdad? Ayer tenía ganas de hacer pasta casera, entonces me puse a experimentar y bueno, esto salió y tenía miedo que no te gustará -dice avergonzado.

-es muy rico -dije metiéndome muchos en la boca y masticando con felicidad.

-me haces feliz -sonrie al ver que termine todo el plato y lo miro y me río al verlo sonreír como atontado, después de unos minutos de comer nos quedamos en silencio, el se levanta y lleva las cosas y vuelve para sentarse al lado mío, despues de unos minutos me mira - me da curiosidad saber por que viniste a Italia.

-es un lugar hermoso que siempre fue mi sueño pero todavía estoy a mitad de camino, por que tengo más cosas que hacer además de venir acá que es algo ya cumplido-se queda pensativo.

- yo no puedo decir mucho por que estoy cumpliendo mi sueño.

-si, y si que tenes talento, amo tu voz-dije intentando que su voz vuelva a mis oídos pero me interrumpió al ponerse a cantar, lo mire rápidamente con una sonrisa y después de cantar una parte empieza a reírse y me contagio la risa- no lo puedo negar, sos increíble.

-yo digo lo mismo.

-¿yo?¡no!

-¿por que no?

-por que no soy importante.

-si lo sos, sos importante para mí.

-¿de verdad? -dije sorprendida sintiéndome culpable de ser tan mala con el.

-Si - nos miramos- tengo que salir un rato, no es mucho, es sólo media hora, ¿quieres que te compre algo?

-no, no te preocupes.

-¿necesitas algo? -me dice y me quedo pensativa y pienso en hacer lo que me gusta.

-¿tenes papel, lápiz y goma? -pregunto con una sonrisa esperanzada.

-si, creo que si -se levanta para volver a los dos minutos con todo lo que le pedí.

-perfecto -dije feliz con las cosas en mis manos listas para hacer algo.

-bueno, no quiero que le abras a nadie mientras yo no estoy no quiero que te pase nada, si es Piero o Gianluca déjalos pasar, pero dudo que sean ellos Piero esta con sus padres y Gianluca salió con su hermano.

- sonas como mi abuela -me reí.

-es que me preocupa -se ríe.

-no te preocupes tanto.

-si me preocupo tanto.

-no te preocupes así.

-si me preocupo así -dice casi tentado.

-no te preocupes -largo una carcajada.

-si me preocupo y punto.

-no te preocupes y punto.

-me voy a preocupar igual.

-no te preocupes igual.

-si me preocupo, chau -saca sus llaves y se acerca a la puerta de la habitación para irse mientras nos reíamos.

-no te preocupes, chau- le dije casi gritando.

-si, chau -grita a lo lejos abriendo la puerta.

-no, chau -grito más fuerte.

-Siiiiiii -escuche que decía a lo lejos y -escuche cuando se cerró la puerta, entonces me puse a dibujar el paisaje de que veía de la ventana, imaginaba a Ignazio en estos momentos y me causaba gracia, no se como pude ser así con el.

Vecinos (Il volo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora