Capítulo 8

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El camino al castillo fue largo, pero entrar en el seria mucho mas duro, por que aun cuando los años pasaron, aquel lugar era inmenso y como si eso no fuera suficiente, todo el lugar se encontrarba rodeado de millones de rosas, con las espinas más grandes que Sasuke hubiera visto en su corta vida.

Su espada le acompañaba en aquel viaje, pero no era fácil cortar aquellas gruesas ramas, tan anchas como el tronco de un gran árbol, tomó mucho esfuerzo pero poco a poco iba abriendo paso hacia el castillo.

Pero aquello era inmenso, no podía ver mas allá de todas esas espinas, no sabia incluso, si el camino que estaba haciendo era el correcto para llegar al interior de aquel lugar. Sus manos empezaban a temblar del esfuezo, pero esta vez no se detendría, aun si llegaba la noche no dormiría.

Lentamente el sol comenzó a ocultarse, no podía saber con seguridad cuanto tiempo habia pasado desde que salió del castillo, hablado con Naruto pero solo se limitaba a decirle que aun tenia suficiente tiempo, pero algo muy dentro de el, le decia que su preciado tiempo se agotaba.

Por un instante y con la luna en lo mas alto del cielo quizo dormir profundamente y asegurarse de que el rubio se encontrará aun a salvo, ver su sonrisa le daria fuerza suficiente para continuar, pero... no podia detenerse, no ahora que podia sentirlo tan cerca.

Sasuke no se detuvo, con su espada en mano siguio cortando, abriendo camino hasta el interior del castillo, aun cuando sus manos estaban adoloridas y el cansancio era notorio, el nunca se detuvo, pronto el amanecer llegaba, aun se encontraba entre aquellas rosas, recordando el rostro que tantas veces lo acompaño en sus sueños, sus sonrisas y sus hermosos ojos azules.

Finalmente la lucha con aquella barrera finalizó, unos cortes mas con su espada y la gran puerta del castillo principal estaba frente a sus ojos. Se acerco lentamente como si no pudiera creer lo que veía.

Ciertamente soño con aquel lugar tantas veces que le parecia tan familiar, pero por alguna razón el ambiente era totalmente diferente. Tuvo cuidado de caminar con precaución recordando lo que escuchó decir de algunas personas sobre el castillo, debia cuidar sus pasos pues aquel lugar estaba lleno de trampas que podrian acabar con su vida.

Camino con sigilo por aquellos largos pasillos, buscando las escaleras que le llevaran a la torre mas alta, pero pareciera que habia tantas de ellas que le tomaria una vida subirlas todas. Cerró sus ojos tratando de recordar algunos detalles sobre sus sueños, aquellos donde entraba al castillo caminando junto a Naruto.

Entonces pudo recordar aquellas hermosas pinturas, al principio no había puesto atención a ellas, en momentos como esos solo mantenia sus ojos en el rubio que caminaba a su lado, pero rápidamente pudo identificar el lugar, dio un giro en uno de los pasillos, unos pasos mas adelante estaban aquellas escaleras que tanto buscaba.

Empezo su ascenso velozmente, su corazón empezo a latir mas rápidamente, no estaba seguro si era por la emoción o el esfuerzo que estaba haciendo en aquellos momentos, pero nada importaba, subía aquellos escalones tan rápido como sus piernas se lo permitian.

Finalmente habia llegado, respiraba profundamente, un escalofrío recorrió todo su cuerpo mientras empujaba con fuerza aquella puerta, un enorme crujido le dio la bienvenida a la enorme habitación donde Naruto yacia recostado sobre una enorme cama.

Tal como le recordaba, sus cabellos rubios, su piel canela y aquellas marcas que decoraban sus mejillas. Sus pies avanzaron sin que el se diera cuenta, sus manos acariciaron el bello rostro del rubio que pareciera, despertaría en cualquier instante, mientras observaba su rostro no pudo evitar que su mente recordara aquellas palabras...

"No debe ser despertada... esta maldita... morirá"

Odiaba que su mente jugará con el, no podia dejar de pensar aquello, pero tampoco le importaba, el había decidido salvar a Naruto por que...
lo amaba.

Sus labios se aventuraron hasta llegar a los del rubio, fue un solo beso, lleno de tanto amor que inundo sus ojos, amaba al rubio, incluso más que a su propia vida, ya no importaba nadie más.

Naruto abrió sus ojos lentamente, lagrimas se desbordaron por su rostro, frente a el, Sasuke le observaba con una sonrisa.

- Te encontre, lo prometi y hoy estas a mi lado

El azabache le abrazo fuertemente, mientras le susurraba un te amo.

- Sasuke, tambien te amo

Un beso volvió a unir a esas almas que se habian añorado por tanto tiempo. Pero el destino no estaba de su lado, sin darle tiempo, el rubio habia empujado a Sasuke hacia el suelo, mientras se abrazaba fuertemente.

Todo paso tan rápido que no pudo preguntar nada más, se levanto rápidamente para tratar de ayudar a Naruto, pero el no le dejo acercarse, cuando levanto la mirada aquellos hermosos ojos azules se habian perdido, un color rojo carmesí se reflejaba en ellos, su dulce mirada se habia ensombrecido totalmente.

-Sasuke...

Naruto susurraba al borde de las lagrimas su nombre

- Sasuke... el tiempo... habia terminado

Esa era la razón, habia llegado tarde y ahora su amado rubio moriría

- Sasuke...no dejes... no puedes... no dejes que el salga.

Su mente le dio la respuesta al instante, tendría que asesinar al rubio, pero...¿como acabar con la vida de la personas que amas?, ¿como cargar con ese peso?,entonces lo supo, se acerco a Naruto para abrazarlo fuertemente.

-No te preocupes, estaremos juntos siempre, lo prometi y siempre cumplo mis promesas.

Con aquellas últimas palabras tomo al rubio en brazos y salto por la gran ventana de aquella habitación , ambos, abrazados cayeron desde la torre mas alta del castillo.

Sus cuerpos permanecieron unidos en un abrazo entre aquellas bellas rosas que se volvieron su tumba, la maldición había acabado y ahora los amantes estarían juntos, en un hermoso sueño del cuál nunca despertarian.

El amor vive incluso más allá de la muerte

FIN

La Decimotercera Bella Durmiente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora