(¡No reproduzcan la canción ahorita!)
Habían pasado apenas unas semanas desde la "reconciliación" de Lauren y Camila, algo que Lauren había estado esperando hace mucho, quería que de una maldita vez todo ese lío se acabara para finalmente pedirle a Camila que fuese su chica.
Era un sábado por la mañana, 9:30 am para ser precisos. Como otros días Lauren se encontraba en la cama semi despierta, tratando de reconciliar el sueño, algo que fue imposible para ella. Volteó un poco su cabeza, y pudo observar a una Camila despeinada y dormida, cosa que para Lauren fue lo más fascinante que había podido observar; sus labios sobresalidos y con un pequeño mechón de cabello en su rostro. Lauren se acomodó encima de ella procurando no despertarla.
-Despierta, princesa.- dijo Lauren en el oído derecho de Camila, apartando el pelo que caía sobre ese perfil.
Camila solo frunció el ceño y trato de taparse la cara con la cobija.
-Mi amor, quiero que despiertes ahora, Camila.- Dijo Lauren. No recibió ni una respuesta por parte de Camila.
-Quiero que despiertes, para llenarte de besos y ver como sonríes y al mismo tiempo como te sonrojas por las cosas dulces que te digo.-
-No.- Dijo Camila con una pequeña sonrisa.
-¿Por que no?-
-Por que no me gusta sonrojarme. Me veo fea.-
-¿Que estas diciendo? Si fueras fea no me gustaras, y sabes que mis gustos son los mas refinados.-
-¿Que es lo que te gusta de mí?-
-Bueno, tu enorme trasero...- Dijo Lauren siendo interrumpida por una fuerte carcajada por parte de Camila.
-¡Sabía que ibas a mencionar eso primero, estúpida!- Dijo Camila en medio de fuertes carcajadas, que al final terminaron haciendo reir a Luren.
•••
Lauren había planeado todo, desde la mañana tenía planes de llevar a Camila a cenar, y luego darle una sorpresa.
Estaban ambas en un restaurante, muy bonito por cierto. Sentadas en una mesa casi al final de la habitación, donde había poca luz y muchos besos.
Luego de varias horas de haber estado en aquel lugar, Camila y Lauren decidieron ir a un paseo muy romántico por la playa.
•••
Era una noche hermosa, la luna se reflejaba en el mar, y el sonido de las olas que se azotaban contra la costa formaban el panorama perfecto para lo que estaba a punto de suceder.
-Esto es asombroso, ¿no crees?- dijo Lauren con una sonrisa.
-Por supuesto, me encanta como se ve la playa de noche.- respondió Camila.
-A mi me encanta como te ves hoy, tan hermosa como siempre.- dijo Lauren, haciendo que Camila se sonrojara levemente.-
Ambas caminaban descalzas por la arena, con sus manos juntas y sus dedos entrelazados.
Lauren corrió hasta su auto, el cual no estaba nada lejos. Abrió la cajuela de este y sacó su guitarra.
Se sentó en la arena, frente a Camila. El nerviosismo de Lauren se notaba demasiado, hasta por la manera en la que sonreía.
-Bien Camila, he decidido dedicarte esta canción por que es justo lo que me pasa contigo.-
(¡Reproduzcan la canción!)
La sonrisa de Camila era tan grande, estaba tan fascinada por todo; la voz de Lauren, la manera en la que ella la miraba tan fija y tiernamente fue lo que mas derritió su corazón, en ese momento se dio cuenta de que se estaba empezando a enamorar de Lauren, todo lo que ella le hacía sentir con tan solo una sonrisa de su parte le hizo darse cuenta de que Lauren era la que quería, la hizo darse cuenta que Lauren era la indicada.
Eran tantos sentimientos los que provocaba Lauren en Camila por cada frase, llegando hasta el punto en que Camila empezó a llorar de la emoción, nada se comparaba a lo que estaba pasando entre ellas dos en ese instante.
La canción finalizó. La sonrisa de ambas era inmensa.
-Te voy a ser honesta, Camila. Me gustaste al instante, desde el día que te ví. Francamente creí que sería como siempre; tener sexo contigo y que luego te esfumaras de mi vida, pero no se que fue lo que me hiciste, y me fuiste fascinando. Es cierto, cada vez que veo tu sonrisa o los mohines que haces cuando algo no te agrada me hacen sentir que nado entre las estrellas. Cuando estoy contigo nada además de ti me importa, me haces olvidarme de todos mis problemas. Por Dios, me tienes tan enamorada, creo que lo has de saber muy bien por la cantidad de recovecos que uso cuando estoy contigo, sabes lo nerviosa que me pongo, se que tu también te sientes así. En todo este tiempo he deseado que seas sólo mía, mi chica, mi latina. Te amo, y quisiera pedirte que seas mi novia. ¿Sabes? Me harías la mujer más feliz del planeta si aceptas.- Dijo Lauren con tantos nervios que apenas podía hablar bien.
Camila formó una gran sonrisa en sus labios, seguido de un "sí".
-Es más que obvio que sí, me encantas, me tienes tan loca por ti, mierda, ¡SI QUIERO SER TU NOVIA!- Se abalanzó encima de Lauren abrazandola, y luego dejando un beso en sus labios.
Hace banda no entraba acá, sorry.
