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Haneul a media noche se levantó, esto era normal ya que hace semanas que dormía con Jimin debido a sus pesadillas, despertó porque no sintió a Jimin a su lado, decidió buscarlo.

Al llegar al comedor encontró a Jimin llorando en el sofa.

Se inclinó lentamente y lo miró con preocupación.

-Salvame, que no puedo tener un control sobre mi mismo-Se acerco y la abrazó contra su pecho- ¿Logras escuchar los latidos de mi corazón? Te están llamando cada vez que te necesitan.

-Jimin...

-Por que en esta oscuridad que tengo dentro de mi, tú brillas intensamente, me estoy volviendo demente, por favor salvame esta noche.

La pequeña Haneul intentó hablar pero Jimin besó sus labios lentamente y la abrazó con delicadeza, impidiendole hablar, al final los dos se durmieron.

Al día siguiente Haneul no cambió su forma de ser con Jimin, lo cual el agradeció.

-Haneul, gracias por todo.

-No te preocupes, ¿Quieres ir al centro comercial? Nos compraré ropa.

Jimin por instinto se negó.

-Jimin, no te preocupes, tengo lo suficiente para comprarnos a los dos, arreglate y vámonos.

Jimin terminó aceptando y se dirigió al baño, al salir se arregló y se preparó, salió de su habitación y fue a la puerta, a los segundos llegó Haneul y salieron.

Hubo un pequeño silencio incómodo, Jimin miró la mano de Haneul, sonrió y la tomó fuertemente.

-Haneul, vamos a crear hermosos recuerdos.

Haneul sonrió y asintió varias veces, tomó su mano con fuerza y lo miró a los ojos.

-Me encargaré de eso Jimin.

Al cabo de las horas tenían todo lo necesario comprado, había ropa, comida y uno que otro mimo para los dos.

Haneul sonrió al ver como Jimin empezaba a mover la cabeza, se estaba quedando dormido, iban directo a casa en un taxi, Jimin iba pegado al vidrio de la puerta.

Haneul cuidadosamente lo abrazó y puso la cabeza de Jimin en su hombro.

Al llegar despertó a Jimin, subieron las cosas se recostaron y cayeron dormidos.

Al día siguiente Haneul hizo su rutina, preparo el desayuno, despertó a Jimin, se arreglaron y fueron a dar una vuelta.

Haneul miraba con ternura las parejas que paseaban por el río Han, Jimin al notar eso sonrió y tomó su mano para detenerla, al estar frente a frente la admiro con delicadeza, era baja de estatura, algo delgada, su pelo se movía junto al viento, miró sus labios se veían rosados y suaves.

Se acercó lentamente y los besó, era la segunda vez que lo hacía, se separó y sonrió hacia su pequeña.

-Jimin, te quiero.

El nombrado bajo la mirada sonrojado, miró a los ojos de la chica y besó su frente.

-Yo mucho más mi pequeña.

Su paseo fue tierno y lleno de amor, todo fue bastante sincero, Jimin había encontrado a su salvadora y no estaba arrepentido de haber confiado en esa chica.

Él estaba felíz, pero esto no dudaría mucho.

Save Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora