-¿Qué pensará ahora de mí? - Dije tristemente a Stacy.
-Que eres una loca enferma sin remedio-
-Siempre ayudándome, Stacy-
Luego de ese acontecimiento tan vergonzoso me fui a mi casa. Mi madre estaba preparando la cena.
-Melyn, ¿Quieres algo?- Me dijo amablemente.
-No gracias, tomé mucho helado hoy-
-Hija, ¿Qué te pasa?-
-Trato de conocer a un chico, pero es más difícil de lo que pensé-
-Sé paciente, no apures nada, ve de a poco y cuando menos te lo esperes vas a conocer a tu panda-
-¿CÓMO SABES DEL PANDA?-
-Soy tu madre, sé muchas cosas-
-Fue Stacy, ¿no?-
-No puedo decirte-
Luego de que mi madre me convenció para que tomara el té con ella, mágicamente me aparecieron ganas de hacer tarea.
Me maté esa noche con el analisis, y decoré con panditas kawaiis toda la hoja.Al otro día le entregué la tarea al profe, al que se le escapó una pequeña lágrima. Y el gil de William me felicitó porque hize la tarea. Me sentí feliz hasta que esas grandiosas y mágicas ganas de hacer la tarea desaparecieron cuando me acordé de que habia hecho la tarea de literatura, pero no la de matemática, ni la de historia, ni la de química.
Al salir de clases William me dijo:
-Es un progreso, sigue así-Lo ignoré y me fuí.