Capitulo II

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-¿Un ca-café descafeinado?- Dije tartamudeando.

-Sí, ¿Por que lo dices?- Echo una mirada, a la mesa siete, solo consigo divisar a un chico de cabellera rubia. Me muerdo el labio y respondo:

-¿Cómo es el chico? Digo, fí-físicamente.-Digo aún intentando ver su rostro.

-Pff... Está más bueno que el pan bimbo, rubio, piel morena, ojos grises...-Dice mi compañera mientras se le cae la baba.

-Vale, vale, déjame que le sirva yo el café ¿Vale?

-Anda, por un cliente bueno que toca, ¡Vas y lo coges tú!-Dice dejando la bandeja, y supongo que yendo afuera a tomar un descanso a la puerta de atrás.

Tengo el café en la bandeja... Tranquila, Ally, ¿Qué malo puede pas...? Pocos segundos después el café sale por los aires, y por consiguiente, yo también.

-¡Ally! ¿Pero cómo lo has hecho?-Dice mientras me hecha una mano para levantarme.

-No.. no lo sé, se ve que hoy estoy un poco torpe, solamente eso. - Miro a la mesa siete, el chico se ha ido. Genial, menudo espectáculo acabo de montarme yo sólita. La señora Louise aparece, lo que me faltaba.

-¡Cariño! ¿Qué ha pasado? ¿Te has hecho daño acaso?

-No, estoy bien, sólo que se ve que estaba fregado y...

-Ay, deja el delantar y vete a tu casa. Se ve que hoy no es tu día, descansa y ya verás que mañana es un nuevo día.-Dice acompañado de una gran sonrisa. No sé cómo, pero la señora Louise siempre hace sacarme una sonrisa hasta en mis situaciones más patosas.

Cojo mi bolso y dejo el delantar, suspiro cansada. Hoy ha sido un día bastante duro, y tal  y como dice Louise, mañana será un nuevo día. 

-¡Hasta mañana chicas!-Veo cómo las dos me despiden alegremente.

-¡Descansa e intenta no matarte de camino a casa!-Le saco una sonrisa burlona y cierro la puerta.

Llego a mi casa, agotada, no, lo siguiente. Cojo las llaves del bolso, y para mi sorpresa me encuentro otra rosa en mi puerta. Hay una nota puesta.

"Eres mas torpe que yo, y eso ya es difícil"-Una gran sonrisa aparece de mi boca.

Cojo la rosa, y la dejo junto a la otra de ayer. Me pongo mi pijama de ositos, y decido llamar a Robin. A los tres pitidos responde:

-Robin Erickson, al teléfono, ¿Qué desea?

-Robin, soy yo, Ally, tengo que preguntarte algo, ¿El chico que había pedido el café, sabes si vino ayer también?

-¿Cómo? ¿Por qué lo preguntas?

-¿Donde estás?

-Ahora mismo... terminando de limpiar la cafetería, la señora Louise ha salido a por algo de cenar hace 15 minutos. ¿Por qué lo preguntas?

-Quedate ahí, que voy para allá.

-Okay, ¡Hasta ahora!-Le cuelgo. Rápidamente, me pongo unos vaqueros, y una camisa blanca, me pongo mis zapatillas vans, cojo mi chaqueta vaquera y mi bolso y cierro la puerta. En ese momento me encuentro, con una figura que viene hacia mí, por un pasillo, sin luz. El pánico se apodera de mí y me deja bloqueada. Poco a poco, se acerca a más a mí, y esa silueta se va aclarando más hasta quedarse en un chico castaño, ojos azules, y robusto. Ay mamá.

-Perdona, ¿el departamento de Tyler Marlow?

-A-allí.-Le señalo aún embobada.

-Okay, gracias -Se despide esbozando una preciosa sonrisa.

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-¿Donde estabas?-Me grita Robin.-Me creía que te había pasado algo de camino.

-Lo primero, au, y lo segundo, mi vecino tiene unos amigos más sexys de lo que me pensaba.-Digo mientras intento recuperar mi tímpano ya roto.

-¿Qué dices? ¿Vecino? ¿Amigos? - me dice mientras me agarra por el hombro y me lleva hasta una mesa - Eso se dice antes, Ally, nunca me cuentas este tipo de cosas.-Una fuerte carcajada sale de las dos. De repente, la señora Louise aparece por la puerta, llevando una caja de pizza.

-Si necesitáis algo más, estaré en el piso de arriba.-Sonríe mientras se va.

-¡Gracias Louise!-Decimos a la vez Robin y yo.

-Bueno, cuéntame por qué tan interesada en ese chico rubio...-Comenta Robin mientras coge un trozo de pizza pepperoni.

Después de contarle la historia, y devorarnos toda la pizza, decidimos que ya es hora de irnos a casa. Cuando estoy saliendo de la cafetería, oigo a Robin decir:

-Ojalá tuviera yo una rosa cada día, es tan romántico...-Dice con voz soñadora apoyándose en el marco de la puerta. Me río y me despido.

Ya en casa, oigo como mi vecino está montando una de las fiestas de su vida. Y yo aquí... sola...¿No pasará nada si echo un vistazo? ¿No? 

Cojo las llaves y el móvil y llamo a la puerta de al lado. Un chico me abre puerta.

-¿Qué haces llamando a mi puerta?-Es el supuesto Tyler, mi vecino nuevo. La verdad, es que no está nada mal, alto y moreno. 

-Soy tu vecina de al lado - le digo señalando mi puerta - Y bueno, estaba oyendo mucho jaleo y me acerqué a ver que pasaba.

-Ah si, bueno...-Me distraigo viendo a una espalda demasiado conocida. Era el chico rubio. Decido hacerle un placaje a mi vecino y pasar.-¡Perdón!-le grito a mi vecino. Qué bien empezamos nuestra relación de vecinos. Intento seguir al chico rubio entre la multitud, hasta que...

-¿Qué haces tu aquí mosquita muerta?

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Bueno chicos, hasta aquí, el capitulo de hoy. Arriba tenéis al chico que se ha cruzado Allyson antes. 

¿Creéis que Ally encontrará algún día al autor de esas rosas?

Nos vemos mañana! XOXO

El chico de las rosas rojas (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora