V

563 62 0
                                    


―¿Dónde está?

―No tengo idea, llevo buscándolo desde el recreo ¡y no lo encuentro!

―Agh, ese mocoso sólo causa problemas... Le daré una buena tunda cuando lo vea

―¿Escuché bien, Kenny?

La maestra se giró para encontrarse con su vieja amiga: la profesora Hanji, Kenny chasqueó la lengua al verla y se dirigió a la salida. Hanji no lo detuvo, ni mucho menos esperó a que este le preocupara un poco su hijo, había abandonado esa tarea desde hacía mucho...

―¡Hanji! ―gritó una voz detrás de ellas, era otro pequeño, de ojos color miel y albino: Farlan

―Hola, pequeño ―dijo ella incándose para saludarlo, Isabel salió corriendo detrás junto algunos niños, todos jugando animadamente.

―¿Dónde está Levi? ―preguntó Hanji mientras la maestra atendía a los otros niños.

―No puedo decirte ―admitió Farlan en tono serio, Hanji sintió ganas de apretarle las mejillas de lo tierno que se veía, claro que encontrar a Levi era más importante

―¿Ah...? ¿Y por qué no? ―dijo haciéndose la desanimada

―¡Yo sé dónde esta! ―gritó Isabel, separándose del resto de los niños que ya entraban al salón de clases, tomando sus cosas pues ya era hora de la salida.

―¿Dónde? ―preguntó Hanji, Farlan miró a Isabel haciendo un gesto de que cerrara la boca.

―¿Y para qué lo quieres? ―preguntó haciéndose el serio

―Asuntos importantes ―dijo Hanji con una sonrisa

―¿Qué clase de asuntos? ―respondió Farlan. Hanji soltó una risita.

Amaba hablar con los niños, le gustaba la forma en cómo veían las cosas y cómo convertían una simple hoja de papel en una ventana a otro mundo. Levi era especial para ella en muchos sentidos, su madre había sido amiga suya y, luego de su muerte, le había encargado cuidar de él, claro que era algo complicado siendo que su padre lo detestaba, ¡qué habría visto ella para casarse con él!

El amor es ciego, de eso estaba segura.

Hanji se despidió de cada uno de los niños con una sonrisa, saludando también a sus madres. Luego de que Isabel se marchara, Farlan no tuvo más remedio que contarle dónde estaba Levi, tampoco le parecía correcto delatar a su amigo pero en el fondo sabía que era mejor así.

―Oh, ¿dónde se habrá metido ese enano? ―decía Hanji entrando a la pequeña bodega donde se guardaban materiales varios, no tardó en vislumbrar un par de piecesitos detrás de una cortina, la cual hizo a un lado sin cuidado alguno, encontrándose con el pequeño Levi ahí.

―Me sorprende que eligieras este lugar, está muy sucio, ¿no crees?

―No sé ―admitió Levi cruzando los brazos con gracia, Hanji no pudo evitar reirse y abrazarlo.

―¿Por qué te escondiste, Levi? Hoy tenías cita con el doctor ―dijo ella, Levi no la había hecho a un lado como siempre.

―No quería verlo ―respondió Levi, Hanji notó el tono triste que ocultaba en su voz.

―¿Quieres quedarte conmigo hoy? ¡Te prepararé lo que quieras!

―Bien ―dijo él luego de una pausa, Hanji lo guió hasta la salida y más tarde se despidió de la maestra.

The only exceptionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora