______ una joven de tan solo 15 años, que vive con sus padres los cuales arreglan un matrimonio, por un capricho de su nuevo prometido Camero Boyce el cual dice estar "perdidamente enamorado" de ella, para solo resivir rechazos por parte de _____ la...
Cualquier falta de ortografía o palabra comida es coincidencia.
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P.O.V ______.
Los pensamientos van de un lado a otro en mi cabeza, buscando la razón que me impidió darle un buen golpe, cosa que no hice, me quede quieta como si nada, es como si aún tuviera la presión de sus labios en los míos.
El sonido de mi estomago clamando por comida en quien me recuerda que no he comido nada. El hambre me puede demasiado así que salgo del cuarto directo a la cocina, me preparo unas tostadas con mermelada de piña, a pesar de que escucho claramente como cruje la tostada en mi boca cada vez que la masticó, las voces de mis pensamientos sobre salen por encima de ese ruido.
No entiendo como mi vida se arruina en tan pocos día, es verdad llevo unas semanas en esta ciudad, pero, es imposible que por ese mocoso caprichoso me vea metida en este lío. En cuanto termino de comer mis tostadas, lavo el plato y el cuchillo que ocupé, dejo todo en su lugar y regreso a mi habitación, necesito hacer la tarea.
Todo esto provoca que me olvide de lo que realmente me importa, mis estudios, no puedo volver a faltar con la tarea.
—Perdón, no me fije. —Me disculpo cuando chocó con él, no tengo idea de porque lo hago.
—No te preocupes. —Sonríe, miro atrás de mi, solo somos Boyce y yo en el pasillo, tan cerca, retrocedo un paso de él y le miro.
—Oye... —Dudo unos segundos en si debo continuar o no —Necesito hacerte una pregunta.
—¿Que pregunta? —Sus aires de grandeza no tardan en subir a su cabeza, me mira como si pensara que he caído en su estúpido juego.
—Aquí no... —Analizo por segunda ocasión el pasillo, pero de igual manera prefiero que sea en otro lado -Vamos a el patio.
Lo hago caminar por el pasillo frente a mi para evitar cualquier situación, nos perdemos entre algunos largos y casi interminables pasillos hasta llegar al patio, me recargo sobre una de las bardas que indican el limite de la casa y se sienta en el suelo frente a mi.
—¿P-por que decidiste casarte conmigo y no con alguna otra?
—Tienes algo —Busca la palabra —Especial, además...
—...Además ¿Que?
—Cuando te vi me... me...
—¿Te que?
—Me excitaste. —Asiento levemente digiriendo su respuesta. Espera...
—¡¿QUE YO QUE?! —Le grito eufórica, apenas y analizó como hace para levantarse tan rápido.
—¿Eso que tiene de malo? -Sonri
—¡Pense que dirías otra cosa! Eres un... Un... Un ¡Un pervertido! —Me le acerco golpeando su pecho, me toma de las muñecas impidiendo mis golpes —¡Te odio! ¡Estas enfermo! ¡Maldito degenerado!
