Rutina ➡ [KaiSoo - Terminda]

V

Las manos de JongIn sujetaron los hombros de Yixing mientras que su rostro se crispaba por los nervios, dudas y miedo.

Mientras sentía como los labios de su instructor rozaban su piel, el sentimiento de extrañes se apoderó de su estómago, por lo que no le quedó de otra que quedarse quieto mientras aclaraba su mente.

¿Qué estaba haciendo? ¿Qué estaba sintiendo? ¿Por qué su corazón le dolía con cada bombeo que daba? ¿Por qué dejaba que lo besara de esa manera alguien que no era KyungSoo? Porque no podía mentir, sentía mucha atracción por su vecino escritor, sentía admiración, respeto, pero por encima de todo, se había enamorado.

JongIn sentía algo muy fuerte por su Hyung de las letras, pero más que nada sentía decepción, porque sabía que de parte del escritor solo había interés por un fin material, más que sentimental, sabía que solo estaba junto a él durante su rutina diaria por el hecho de ser objeto de sus escritos y le dolía, le dolía demasiado no ser correspondido. Y no es que el demostrara algo por su Hyung escritor, simplemente que el hecho de pasar mañanas, tardes y algunas noches junto a él y su libreta o tableta le parecieron señales suficientes como para que KyungSoo se diera cuenta de que sentía algo especial por él, pero no, no había respuesta del otro lado, solo preguntas y asentimientos a todo lo que le contaba o comentaba.

El tiempo a su lado, envueltos en las sábanas de esa interminable, pero para nada aburrida, rutina se fue volando con los días, semanas y meses, dándole a JongIn la oportunidad de descubrir que su soledad era acompañada por sonrisas acorazonadas, caricias inconscientes en sus hombros cuando terminaba de practicar, por comidas preparadas con rapidez cuando llegaba cansado a su casa y el mayor se quedaba a acompañarlo, por halagos a sus pasos de bailes y muchos otros detalles que tomaron importancia en su vida.

A veces, cuando su Hyung se retiraba a su hogar para pasar el registro del día, recordaba algunos datos casuales que surgieron en sus conversaciones ambiguas, como que era mayor que él por un año y que sus cumpleaños tenían un día de diferencia, que amaba el color negro y el rojo oscuro, comentándole que cuando era más joven lo había tenido así, que había viajado para retomar la inspiración y que ahora, gracias a él, podía sentirse más seguro para hacer su primera publicación.

El día en que le dijo que se sentía a gusto con todo lo que hacía y compartían, y el mayor alegó sentir lo mismo, lo cual hizo que su corazón estuviese a punto de explotar  de la emoción, pero como siempre, todo fue a para a la libretita de apuntes, la cual se llevaba todos los posibles pensamientos y sentimientos que su Hyung probablemente podría sentir por él, pero jamás lo sabría, o por lo menos  no hasta que el dichoso libro fuese publicado. Con cada día que pasaba, más abandonado se sentía, pues KyungSoo más se ensimismaba en su escritura y su "relación" o lo que sea que tenían en ese momento, pasaba a segundo plano gracias a unas cuantas letras, oraciones, hojas y ordenadores.

Eso estaba en primer plano, en segundo, estaba el hecho de que desde que fue aceptado a una de las mejores academias, a la cual le agradecía cada vez que ponía un pie en ella - pues por fin podría darse algunas comodidades al no tener que seguir pagando por las clases en una universidad -, tuvo la sensación de que algo drástico se avecinaba.

Con el paso de los días, se dio cuenta que su instructor, de procedencia china había reparado en él y, cada vez que podía, se lo miraba intensamente para obtener alguna respuesta de él, pero JongIn las esquivaba diestramente, porque él le era fiel a lo que sea que tenía con KyungSoo, claro que éste no tenía ni la menor idea de lo que pasaba a su alrededor por andar escribiendo por los rincones. 

La primera señal fue en el baño. Había ido a cambiarse mientras que el escritor lo esperaba en las escalinatas de la sala de ensayos, por lo que no se percató que estaba siendo seguido por su superior. Al entrar en el lugar, se dirigió a uno de los cubículos, pero cuando estuvo a punto de cerrarlo para poder hacer sus necesidades, Yixing entró en él y lo acorraló contra una de las paredes del reducido espacio.

Primero se llevó a cabo un forcejeo en un intento de librarse del acoso, pero no funcionó, pues con un rápido movimiento, el chino lo tuvo de frente contra la pared. Si bien no ocurrió nada más allá que un manoseo obsceno, parte él se sintió avergonzado cuando los toqueteos forzados acabaron y lo dejaron pasmado sentado en el inodoro, pensó en realizar un reclamo por el abuso, pero las palabras de Yixing resonaban en su cabeza, pues si lo hacía, él también se vería afectado y sería expulsado de la academia por "seducción", tal como le había dicho su superior mientras lo degradaba.

La segunda vez, fue cuando estaba en los vestidores. Normalmente evitaba quedarse solo en lugares cerrados en los cuales KyungSoo no podía acceder, pero luego del ensayo habían acordado ir a comer a su restaurante favorito, por lo que no podía ir en ropas informales, ni mucho menos sudado. Se desvistió lo más rápido que pudo, tomó su toalla y se metió a una de las regaderas, tratando de darse prisa por si Yixing decidía volver a acosarlo, había pasado una semana desde la primera vez, pero para su desgracia, el mayor no pensó lo mismo. 

Tan rápido como un suspiro, su entrenador se metió junto a él en ese espacio, tan solo le faltaba quitarse el jabón del cuerpo, pero tan pronto como quiso realizar la labor, unas manos lo tomaron de las caderas y lo apretujaron contra algo duro que se colaba entre sus nalgas. Como la primera vez, quiso gritar, pero las amenazas surgieron de nuevo, alegando que el único afectado sería él, por lo que tuvo que aguantarse la colación de un par de dedos en su entrada, logrando evitar que algo peor lo invadiera cuando escuchó la voz de su Hyung llamándolo desde la puerta para apurarlo ya que la reservación solo esperaba media hora de atraso. 

Como pudo, golpeó a su instructor con el codo, pues había logrado zafarse del agarre ante la estupefacción por el miedo a ser descubierto por parte de su superior, y logró salir, secándose como pudo y vistiéndose lo más rápido posible. 

Para su suerte, o como sea que pueda llamarse al plazo que se interpuso en la itinerancia de los acosos, Yixing no volvió a molestarlo, pero a cambio, comenzó a ser mucho más exigente que antes, claro que no paró ahí, pues hizo que JongIn extendiera su horario de ensayo, logrando que las cenas post-práctica entre él y KyungSoo se suspendieran.

Hoy era Miércoles, por lo que KyungSoo lo esperaría en las sombras de los asientos hasta que termine, pero no esperó que Yixing retomara su acoso en ese mismo instante. ¿Siquiera era consciente de que alguien los observaba desde ese lugar oscuro? Imposible, pues ellos jamás se habían cruzado.

Todos se habían ido y él era el único que se quedaba de más, normalmente se la pasaba retándolo, trataba que la coreografía que estaba preparando para la presentación dentro de un par de meses fuera perfecta, sin embargo, ese día Yixing lo tomó desprevenido mientras trataba de coordinar los saltos con un arabesque. 

Hizo la primera posición, poniendo toda su concentración, sobre todo porque sabía que Kyungsoo lo estaba observando, claro que no notó que su instructor había dejado de gritarle y se había acercado. Para cuando lo tomó del rostro a mitad de un cambré, su pulso se detuvo por unos segundos, para luego retomar la marcha a todo motor. 

No  se percató de que KyungSoo seguía observándolo, siendo testigo del acoso, cuando entre los besos que iban de su mandíbula a su oreja, observó una la mata de cabellos negros azabache salír disparada por la salida de la sala, dejándolo a merced de ese depredador.

Entonces se dio cuenta de que para dicha reacción por parte de su vecino, debía haber algo más entre ellos que una simple rutina. Su corazón se hinchó de alegría y dolor, pues se dio cuenta que su Hyung de las letras sentía algo por él o tal vez simplemente era un cobarde.

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Recta final, chicxs.

Rivers22S (: