Le tomo unos segundos acostumbrarse a la obscuridad sus ojos luchaban por divisar algo en la fría habitación, pasados unos segundos que parecieron minutos pudo empezar a distinguir objetos.
Lo primero que vio fue una gran cama que estaba muy bien tendida, las sabanas limpias y pulcras color beige, almohadas grandes y confortables, tenía una cabecera de madera de roble tallada a mano con flores que parecieran reales. Al costado de la cama dos buros de la misma madera y tallados estos con unos pájaros colibrís.
Giró la cabeza y divisó un tocador con tres cajones grandes, un espejo en forma de media luna con adornos en madera pintada de color dorado, el espejo reflejaba una leve luz que entraba por una ventana de la habitación que estaba cubierta por unas gruesas cortinas.
Al fondo ,muy cerca a la ventana una silla mecedora de color café obscuro estaba meciéndose levemente a un ritmo lento, lento que de no ser contarlo no se movería jamás.
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Él caminó unos pasos hasta ponerse a un costado de la silla y justamente en frente de las ventanas.
-¿Eres bastante buena leyendo en un lugar tan sombrío?-.
La silla dejo de moverse x completo y se escuchó x primera vez una respiración suave y bastante calmada.
- La verdad es que puedo leer con luz o sin ella- .
-¿Qué libro estás leyendo, parece muy interesante?-.
-.Literateratura clásica francesa, hace poco leí a Dumolin. pero lo que leo, no es por lo que has venido, ¿no es así?-.
-Tienes razón, he venido a buscarte después de algún tempo.-
-Eso es obvio cariño, estás dentro de mi hogar al que casi nadie tiene acceso, ahora dime que es lo que deseas, bueno primero que nada debes de secarte vienes muy mojado, puedes estropear la madera del suelo-.
-Es cierto,me secaré en seguida-.
Se secó la ropa en silencio y salió de la habitación, giro a la izquierda, caminar derecho algunos 25 metros giro a la derecha, unos cuantos pasos más vuelta a la izquierda para llegar a la sala de recepción principal. Ahí estaba ella, esperando en el sillón individual de la sala.
-Veo que has terminado de secarte, anda sientate no es bueno que hagas esperar a una dama-.
Llegó a su lado y se sentó en el sillón correspondiente a su posición. Tomo una gran cantidad de aire antes de comenzar a hablar.
