capitulo 1:

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Otro día aburrido comenzaba para Sherlock. No se había dado cuenta en qué momento se había quedado dormido en el sofá, lo único que lo despertó fue el sonido de la puerta del apartamento abriéndose.

- Por Dios, Sherlock, ¿qué haces aun durmiendo? – Preguntó la Sra. Hudson, dejando sobre la mesa una charola con 2 tazas y una tetera.

- ¿Qué hora es? – Preguntó Sherlock, irguiéndose en el sofá. - ¿Dónde está John?

- Son las 12:45 – Dijo, sirviendo el té en una de las tazas. – Sherlock, ¿Cuántas veces debo recordarte que John ya no vive aquí?

- Eso ya lo sé, Sra. Hudson. – Dijo, tomando la taza de té y dándole un sorbo. – Se lo pregunto porque sé que John estuvo aquí hace un rato. ¿A dónde se ha ido?

- Ha ido a comprar un par de cosas para que comas. – Dijo, acompañando aquellas palabras con una mirada de entera desaprobación. – ¿acaso no te dijo.

- mmmm no-

- mmmm no-

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La Sra. Hudson no respondió nada, sólo se limitó a levantar un par de cosas que estaban en el suelo, las colocó sobre la mesa y se retiró, desapareciendo tras la puerta.

Sherlock odiaba que la Sra. Hudson lo regañase cada vez que se enteraba de que llevaba días sin comer, pero en el fondo agradecía que aquella amable mujer se preocupase por él. Tras terminar de beber su taza de té, decidió que tomar una ducha sería lo más adecuado para terminar con esa pereza que aún se albergaba en su cuerpo y que amenazaba con atarlo al sillón por el resto del día. Sin muchos ánimos y arrastrando los pies, se adentró al baño.

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- ¿Sherlock? – Llamó John desde la cocina, dejando sobre la mesa las compras que había hecho para Sherlock.

Mientras esperaba alguna señal que le hiciera saber que Sherlock estaba ahí, comenzó a sacar las cosas que había comprado. Hasta ese día no tenía idea de qué es lo que a Sherlock le gustaba comer, así que sólo se dedicó a echar cosas al azar en el carrito de compras. <<Leche, ¿le gusta la leche?>>, se preguntó a sí mismo en voz baja, mientras sostenía el envase en sus manos.

- ¿Quién crees que se acababa la leche, John? – Dijo, ocasionando que John se sobresaltara.

- ¡Por Dios, Sherlock! – Exclamó, llevándose inconscientemente la mano al pecho. - ¿Podrías hacer algún ruido la próxima vez que decidas hablar repentinamente?

 - ¿Podrías hacer algún ruido la próxima vez que decidas hablar repentinamente?

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LET'S HAVE DINNERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora