5º Final.

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Después de tanto estudiarse así mismo descubrió su preciado don y para confirmarlo tenía que ponerlo a prueba.

Había descubierto que el don de Lee DongHae era la razón por la que lo nombraron líder, como le dijo aquella vez JongWoon: "Porque es el más rápido de todos". Un líder se elije no por la edad, sino por los dones. No tanto por lo inteligente que sea, sino también por las habilidades. Los que han vivido más años, los mayores, son los más respetados, los curanderos, los hechiceros, los que enseñan, los que saben. Los que mantienen el equilibrio de la familia. A este grupo pertenecía JongWoon. Un líder es el que dirige, el que alimenta, el que observa, el que defiende, el protector, el que decide a quien exiliar o a quién integrar. El líder de este clan era Lee DongHae. Que por más que pareciera un mal líder ante los ojos de Choi Siwon ni los mayores ni los miembros se han quejado alguna vez de él, lo cual daba indicio que DongHae hacía las cosas bien. A Siwon solía fastidiarle que los vampiros se alimentaran de seres humanos, lo hacían, pero lo que no sabía Siwon, por haber sido tan cerrado, era que lo hacían por tiempo definido, una vez al mes, no siempre.

El don de DongHae era uno de los más invencibles, por eso lo eligieron a él como líder.

"La velocidad, es uno de los dones más valorados. Con la velocidad uno puede hacer cosas inimaginables. ¿Alguna vez has visto a DongHae actuar? en un segundo puede recorrer kilómetros de distancia, uno nunca llega a predecirlo, puede esquivar cualquier ataque, puede escabullirse con facilidad, puede atrapar un animal con solo un movimiento, puede atacar sin previo aviso. El don de DongHae es casi invencible, por eso, no intentes enfrentarlo."

Es lo que una vez le explicó una vez JongWoon, junto con muchas otras cosas del mundo que ahora empezaba a querer.

A la vista de Siwon DongHae era un engreído,mal llevado y arrogante, pero no para los demás, a la vista de los mayores era el más fuerte, a la vista de los miembros era el líder. Siwon pensaba que podía haber una razón especial por la cual DongHae era tan soberbio ante él, o tal vez Siwon ya no podía mirarlo con otros ojos.

En su largo camino de reflexión y descubrimientos, también investigó a fondo como llegó ahí, lo cual se preguntaba desde siempre, y todo apuntaba a una sola respuesta que solo tenía que confirmarla.

Por eso entró abriendo la puerta de par en par sin importarle lo indiscreto que podía llegar a ser aquel acto, encontrando a Lee DongHae frente a una grande chimenea donde el fuego vivaz lo iluminaba, estaba sentado en un sillón de terciopelo rojo, con sus piernas cruzadas y una copa en la mano, miró divertido al pelinegro y sonrió.

- Ya comenzaba a extrañarte.- canturreó divertido mientras Siwon cerraba la puerta tras de sí. – ¿Dónde está tu educación? Debes golpear antes de entrar.- El pelinegro no decía nada, solo lo miraba fijamente, acercándose lentamente.

- Eh venido a contarte las cosas que eh vivido los últimos años, Lee DongHae.- Dijo tosco sin expresión y deteniéndose a unos metros del castaño. Éste se puso de pié frente a él pero sin acercarse.

- Bien, cuéntame... ¿has aprendido algo? – preguntó curioso con su copa en mano y sonriendo levemente. Siwon se acercó a la mesa donde había una fuente llena de frutas, tomó una manzana y la elevó a la altura de sus ojos, como examinándola.

- Tenías razón, eh sido muy terco desde que llegué, pero finalmente eh logrado mirar con otros ojos y eh aprendido mucho. – miró al castaño, quién había dejado su copa en la mesa ratonera y se había acercado más a la pared, alejándose de Siwon, fingiendo no estar nervioso por la actitud de su contrario. – Aprendí sobre los dones, ¿y sabes? eh descubierto el mío – sonrió ampliamente. DongHae mantuvo sus manos a ambos costados de su cuerpo, los puños cerrados. – y eh descubierto una cosa, algo que tú no me has querido decir. Está bien... – dijo enfatizando – muchas cosas tenía que descubrirlas yo, pero otras, me habría sido más fácil si me las decías de un principio, DongHae, has sido muy arrogante conmigo.- dijo cambiando su mirada a una desafiante, dejó la fruta en la mesa y lo miró de nuevo, quién había endurecido sus facciones con un vago disimulo. Éste hizo ademán de decir algo a modo de defensa pero Siwon lo detuvo alzando su mano - No. No digas que eso también tenía que saberlo por mí mismo, tu arrogancia me ah encerrado en un lugar oscuro donde no podía ver la luz, estaba solo, tu debiste haberme enseñado si de verdad te importaba, pero no... -le dio la espalda haciendo un gesto con su brazo. - siempre haciéndome sentir la peor criatura que existe. El orgullo, mi querido Lee DongHae, es la más pura prueba de la cobardía.- DongHae estaba enfurecido, muy enfurecido e intimidado, quería correr hacia él y estrellarlo contra la pared. Apenas y pudo considerarlo, Siwon había girado hacia él. – Ni lo pienses, DongHae- dijo señalándolo y mirándole con advertencia. En ese momento el castaño se dio cuenta de una cosa. Abrió mucho los ojos. La sonrisa descarada de Siwon. – Si, Lee DongHae, puedo leer tu mente. Ese es mi don. – concluyó manteniendo un alto perfil mientras su contrario estaba absorto. Siwon comenzó a caminar muy lentamente hacia él mientras hablaba – Examinando este nuevo mundo eh visto muchas cosas que antes no podía ver, eh probado cosas nuevas, eh experimentado otras.. ¿sabes? tenías razón cuando dijiste que la sangre humana es más deliciosa que la de un roedor.- dejó escapar una risita macabra, que erizó el vello de los brazos de DongHae. - En estos últimos años me eh dedicado a averiguar: ¿Cómo llegué aquí? ¿Quién me trajo? ¿Cómo fue que de una noche a la otra desperté entre sábanas de una habitación desconocida de una casa desconocida y siendo una criatura inmortal? – Sus ojos negros fijos en los del castaño, sonrió de medio lado, ya a medio metro de él. – Lo sé, DongHae, sé lo que sientes por mí, se que tú fuiste quien me trajo aquí. Sé que te sientes atraído por mí. – El castaño enterró sus uñas en sus palmas, sus brazos sufrían un leve temblor que luchaba por disimular, sus colmillos tan visibles como el brillo de sus ojos. – Cada vez que me acerco a ti, tu corazón toma un ritmo acelerado, pero pretendes no sentirlo, porque crees que eso es vulnerabilidad y te esmeras en hacerme sentir débil, porque no soportas que te haga sentir vulnerable. - El pelinegro se acercó más a DongHae, éste apoyó su espalda contra la pared, sus cuerpos rozándose, los labios de Siwon cerca del oído del castaño, susurrando. – tu corazón bombea deprisa, tu sangre recorre tus venas con rapidez, el frío de tu cuerpo empieza a ponerse cálido, incluso tu piel grisácea toma un leve color. – Su respiración a centímetros del oído del castaño, sonrió, sintiendo la sangre que recorría las venas crecidas del cuello de DongHae, quien comenzaba a alterarse. - Tu respiración se agita, y me quieres aún más cerca de ti. – Susurró acorralando a DongHae posando sus manos en la pared a ambos lados de la cabeza del castaño, su lengua áspera lamiendo la parte inferior de su quijada, lento y preciso, hasta el lóbulo de la oreja haciendo que el castaño gimiera en respuesta. Acto seguido DongHae alejó a Siwon con un empujón, sus colmillos a la vista en una mueca.

- ¡Felicidades!, mi novato favorito, has logrado pasar todas las pruebas. – Dijo con cierto retintín y su, aparentemente, recién recuperado tono de superioridad, sumado la furia que había crecido dentro de él. – Muy bien, has logrado saber lo que siempre quisiste, no era tan difícil ¿verdad? – rió, moviéndose de su lugar, aun apretando sus puños. – Lo recuerdo bien, esa noche en la catedral, yo iba siguiéndote. Desde un principio quise que fueras para mí, te quería, y no podía desperdiciar esa oportunidad. No me importó si estabas de acuerdo o no...- sonrió con malicia, en un segundo tomó a Siwon y lo estrelló contra la pared contraria, tomándolo de cuello. - ¡¿Por qué has demorado tanto en resignarte?! – Gritó cerca de su rostro. – Eh estado tan sediento de ti, Choi Siwon.- Sus colmillos traspasaron la piel del cuello del pelinegro, la sangre que corría por su garganta alterando desquiciadamente todos sus sentidos, pero antes de perder el control se alejó, dejando sangrar las heridas para luego lamerlas con descaro. Siwon jadeaba. Tomó la camisa de DongHae y la abrió en totalidad arrancando todos los botones, dejando a su vista el torso desnudo del castaño.

- Quiero probarte, DongHae. - Confesó, el susodicho se quedó mirándolo, sin alguna expresión, pero al instante se abalanzó sobre los labios de Siwon, devorando, mordiendo, dejando sangrar, lamiendo, solo que esta vez Siwon le correspondió, sus brazos alrededor del otro, comenzando una lucha lujuriosa de besos y lenguas, mordidas y jadeos.

Siwon aupó a DongHae para girar y apegarlo a la pared, apretándolo con su cuerpo, el castaño apoyó las manos en ella, como sujetándose, mientras Siwon recorría con sus besos todo el pecho del contrario hasta casi llegar al abdomen, mordió discretamente allí obteniendo un gemido de parte del castaño, dejó que la herida sangrara para luego limpiar esa sangre con su lengua deleitándose con el sabor embriagador. DongHae posó una de sus manos en la cabeza de Siwon, tirando sin ninguna delicadeza su pelo negro, este se quejó por el dolor, pero fijó su mirada al castaño, quién sonreía ladino y con lujuria, Siwon lo dejó ponerse de pie, presionó su cuerpo con el suyo atrapándolo entre él y la pared, siguieron un juego de besos y jadeos, sus pechos unidos, sus entrepiernas aprisionadas en el movimiento instintivo de caderas.

Lanzándose ambos a un acto masoquista de reencuentro y reconciliación.

Acto observado por un par de ojos dorados y brillantes desde el otro lado de la puerta.


Novato [SiHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora