Luna nueva visible

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No deberían de estar haciendo eso, no ahí y no ahora, pero es que el trabajo los tiene tan sofocados a ambos que cada pequeño momento que encuentran para estar juntos lo aprovechan casi como si fuera a ser el último.

SeHun ríe cuando da vuelta a la izquierda en una esquina antes de entrar por la primera puerta que ve y a los segundos escucha los pasos de JongIn pasar de largo. Aún en silencio (sólo por si las dudas) comienza a analizar el lugar al que se ha metido.

Incluso luego de llevar un buen tiempo trabajando en ese hospital, no recuerda haber visto una habitación remotamente similar. Tiene pinta de ser el cuarto de la limpieza, sólo que ahí no hay ni un solo trapo y es considerablemente más amplio. «Quizás es el lugar de mantenimiento» Piensa cuando ve una repisa al fondo con piezas de maquinaria y herramientas. Como sea, eso realmente no importa mucho. Cuando menos no a él.

Sale de ahí bastante seguro de que JongIn no se encuentra afuera esperándolo y comienza a caminar de regreso por donde ha llegado en un principio. Está inusualmente silencioso, pero esa vez se lo atribuye al estar tan acostumbrado al bullicio de la sala de urgencias y al hecho de que la mayoría del personal se ha puesto de acuerdo para tomar un descanso.

No ha encontrado a JongIn incluso cuando piensa que está por darle la vuelta entera al piso y eso comienza a molestarlo. No se suponía que el cabeza de chorlito se perdiera por los pasillos durante el tiempo que les quedaba. No, pero por supuesto que no. Él tenía que perseguirlo de una manera estúpidamente cliché por el lugar para luego darle alcance, tomarlo de las caderas y besarlo apasionadamente contra la primera pared que encontrara.

- Maldito arruina-fantasías, cuando lo encuentre le voy a atar una sonda al cuello.

- ¿Quieres que te ayude a esconder el cuerpo?

- ¡Demonios!

SeHun siente como si el corazón se le fuera a escapar del pecho justo al mismo tiempo que la risa de JongIn resuena fuerte y clara a sus espaldas.

- ¡¿Acaso quieres matarme?!

- No, tú quieres matarme a mí por no haberte empotrado contra la pared todavía.

A SeHun se le suben los colores al rostro.

- Tú... ¿Pero cómo lo...

- Piensas en voz alta, mi amor.

El menor abre la boca para replicar, pero antes de siquiera intentarlo JongIn lo toma por la cintura y lo eleva comenzando a dar vueltas. La risa enervante de SeHun está inundando los sentidos del moreno y éste en serio desea que esa calidez  aturdidora no desaparezca nunca de su pecho.

Aun después de dejarlo en el piso hay restos de risa fugándose de los bonitos labios de SeHun y JongIn no sabe qué otra cosa hacer aparte de mirarlo encantado.

- Nunca dejes de hacer eso. - Pide.

- ¿Qué cosa?

- Sonreír.

- ¿Por qué?

El mayor alza su mano hacia el rostro ajeno y le acaricia las mejillas suavemente con el dorso del índice.

- Porque cada que te miro así - baja hasta su barbilla para elevarle el rostro. En ningún momento ha dejado de verlo a los ojos con ese mismo amor que embriaga cada parte de su ser. -, sé que estoy haciendo las cosas bien.

Ahí está. Los labios de SeHun se curvan hacia arriba y sus ojos se hacen con ese brillo que parece querer iluminar la habitación entera.

Se acerca para pegar el cuerpo de JongIn al suyo y le pasa los brazos por el cuello, dejando sus bocas a unos centímetros de rozarse.

- ¿Sabes? Todavía nos quedan cinco minutos.

- Me sobran cuatro para llevarte al cielo. - Afirma antes de volverlo a levantar para llevarlo al primer cuarto vacío con el que se encuentra.

Oh yeah, va uno y me queda otro para esta tarde. ¡Te lo dije!
Este va para toda las niñas bellas del grupo. Puro luv pa' ustedes 😘
 

lunas de octubre; kaihunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora