Capítulo 8

3.1K 294 42
                                    

Malpensados everywhere

- ¡Eh, vosotros dos!- interrumpió Hidan de golpe, entrando sin tocar en la habitación-. ¿Pensáis seguir durmiendo hasta las dos de la tarde?

Sin darnos cuenta, Itachi y yo nos habíamos quedado dormidos, y al despertar por culpa de Hidan nos levantamos de golpe... ¡porque estábamos demasiado pegados!

- Baja un poco la voz, que solo son las nueve- protesté yo.

- Me he ido a dar una vuelta y cuando he vuelto seguíais dormidos- repuso él. Itachi le fulminó con la mirada antes de refunfuñar y levantarse-. ¡Huy! ¿Y tú qué haces en ropa interior?

Por toda respuesta me levanté yo y le metí un puñetazo en la mandíbula. 

- ¿De verdad sigues creyendo que soy una zorra?- dije enfadada, poniendo los brazos en jarras y saliendo de la habitación. 

Fui al cuarto de baño a lavarme la cara antes de regresar a la habitación y cambiarme de ropa. Como no iba a salir, solo me puse la camiseta y el pantalón. Dejé la capa y mi cinta ya tachada sobre la silla y seguí a Itachi hasta la cocina. 

- Toma- me dijo de improviso Hidan tendiéndome un vaso de leche. 

- Hum...- dijo Pain. Solo estábamos él, Konan, Hidan, Deidara, Itachi y yo presentes en la cocina. 

- ¿Qué pasa, jefe? ¿Ahora no puedo ser gentil?- se burló Hidan. 

- Ah, por cierto, ¿dónde habías ido esta mañana?- me dio por preguntarle mientras tomaba la leche. Yo tengo una costumbre, y es la de no tragar nada hasta que no tengo la boca llena. 

- Nada, a ordeñar un toro- contestó, muriéndose de risa. Yo abrí los ojos como platos y le escupí la "leche" encima. Tosí y metí la boca bajo el chorro del fregadero. 

- ¿¡Tú eres idiota!?- grité-. ¿¡Cómo se te ocurre darme esperma de toro!?

- Me aburría y decidí gastarte una broma- contestó Hidan, secándose una lágrima de la risa. 

Abrí la nevera y tomé un gran trago de agua, intentando no tragar nada de lo que acababa de escupir. Se había pasado. 

- Hidan...- mascullé entre dientes, siseando de furia-. Considérate en guerra conmigo. 

******************************************************************

Aquella misma mañana la venganza no tardó en comerme el coco, hasta que acabé por meter un nido de avispas en la habitación de Hidan. Él, negándose a darse por vencido, me puso hirviendo el agua de la ducha, por lo que me quemé el trasero. Luego, andando como un pato por su culpa, cogí su cinta de la cabeza a escondidas y le puse "I Love Kakuzu" en el metal con permanente rojo. Y así seguimos hasta que tuvimos que darnos tregua: yo tenía el pelo revuelto por las carreras y él tenía un ojo morado por la paliza de Kakuzu (sobra explicarlo, ¿no? XD). Por lo que me relajé. Debería haberlo supuesto antes...

- Buenas noches a todos- dijo Pain metiéndose en su habitación. Le respondimos al unísono y nos giramos para meternos en nuestras habitaciones. ¡Y de la nada, va Itachi, me coge de la mejilla y me besa! O.O

************************************************************

Itachi

Supe enseguida lo que pasaba. Fruncí el ceño y miré a Sasori, intimidándolo hasta que desistió. Recogió sus hilos de chakra y se apresuró a esconderse en su habitación. Hidan hizo lo mismo.

- Sabes a frutos del bosque, Akira- dije para romper el incómodo silencio. Ella sacudió la cabeza antes de meterse casi volando en la habitación, dándome la espalda. Suspiré, entré yo también y cerré la puerta a mi espalda, apoyándome después en ella con los hombros. 

 - ¿Qué diablos les he hecho yo?- gimió ella, estampándose una mano en la frente con desesperación-. ¡Ahora también se le ha unido Sasori!

Yo no dije nada. Tampoco es que tuviera algo que decir... relacionado con los problemas. Sí tenía una confesión, pero que gracias al estúpido de Hidan y al compinche de Sasori no podía decírselo en ese momento. Y aunque Akira no pensara igual... yo... me había enamorado de ella.

Una Akatsuki nueva en KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora