Día 10

8 0 0
                                        

Diez, diez crueles días.
Sigo levantándome con su nombre en la cabeza.
Esto se me está haciendo imposible, se me hace pesado...
Cuando me empezaba a recuperar un poco, salí a caminar.. Y lo vi. Lo vi caminando y riéndose con sus amigos. Lo vi corriendo con su mejor amigo y jugando a pelear como dos nenes chiquitos. Lo vi sentado abajo de ese árbol escuchando Canserbero, como de costumbre. Y juro que mis ganas de acercarme a él, saltar en sus brazos y besarlo como si hicieran 10 años que no lo había visto, eran inmensas.
Pero me contuve, respire profundo, y seguí mi camino. Intenté no mirar para atrás, porque sabía que si lo hacía, iba a ir corriendo y a decirle que lo amaba con toda mi alma.
Sabía que eso era rebajarmea nivel dios. Y no iba a llegar a ese punto. Más allá de todas las locuras que hice por el, creo que era tiempo de soltar (lo). Se que paso mucho tiempo, se que ya tendría que dejarlo ir. Que sacarlo de mi cabeza. Pero se me hace imposible.
Se que por mi parte, el amor seguía intacto, seguía como si recién lo hubiese conocido. Como si nunca hubiese llorado por él. Como si no hubiese pasado todo lo que pasó.
"Estoy tan confundida no se si llorar, molestarme o sentarme a pensar. Buscarte o solamente esperar".

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 16, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Maquiavélico. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora