EL DIARIO

Donde todo comenzó...

Empezaré diciendo que esto no es uno de esos cuentos en los que aparecen hadas y princesas con poderes mágicos, esta es una historia real y verás que cada palabra de este "diario", no fue una pesadilla, ni mucho menos un sueño, fue una noche real en la vida de...

Hace mucho tiempo (en realidad unos cuantos años) vivía con mis padres y mis hermanos en Missville, una vida común y corriente como cualquier persona, por eso nunca sospeche que pasaría algo semejante a lo de aquel día...

Era una noche muy oscura (literalmente así empiezan la mayoría de historias de terror, pero no se alarmen, esta no es una de esas historias, es un tanto diferente y ... REAL). Eramos como cualquier otra familia de 5 integrantes, normal. Un 3 de octubre (fecha que difícilmente olvidaré), estábamos en casa con mi mamá y mis hermanos porque mi papá estaba trabajando en el hospital y no venía hasta el día siguiente. Mi mayor era Daniel (el universitario) y mi menor Miguel (2 años menor que yo).

Mi mamá salió con Miguel a comprar a una tienda que se encontraba cerca a mi casa y yo me quedé con mi hermano Daniel. Él me pidió que lo ayudase a buscar su identificación de la universidad y su DNI, los cuales le permitían entrar sin problemas y si los perdía iban a haber graves consecuencias, así que, como la gran hermana que era, lo ayudé. 

Pasaban las 11 de la noche y mamá aun no llegaba, habían pasado ya tres horas. No contestaba su celular. Después de marcarle varias veces, me di cuenta de que se había olvidado su teléfono en la casa y no teníamos con qué contactarnos con ella ni con mi otro hermano. 

Empecé a asustarme y le dije a Daniel que algo les debió haber pasado porque aún no regresaban. Mi hermano pensando que no era nada como para preocuparse, no le dio mucha importancia y siguió buscando su carné.

Ya era más de media noche, me asusté porque solo era cuestión de segundos para que alguien viniera a buscarnos. Habría visto un par de películas de terror y por eso estaba un poco paranoica, pero no me cabía la menor duda de que algo malo estaba a punto de pasar.

...Seguramente, cualquiera que se encuentre en esta situación lo tomaría todo con calma, pero no les miento al decir que en nuestro caso, vivíamos en un barrio extraño, en el mal sentido de la palabra. Es cierto que eramos una familia normal, pero no podría decirles que nuestros vecinos lo eran también. Las mañanas eran grises y no veías a niños jugar en las calles, parecía que nadie vivía ahí, la gente no era muy amigable, pero tampoco mala, simplemente te ignoraban. La gente tendía a...no aparecer. Antes decía que era mala suerte, pero conforme fui creciendo, me convencí que no todo era coincidencia...

Asustada, llame al hospital donde trabajaba mi padre, me contestó una señora preocupada y ATERRADA (más que yo) y me dijo que no encontraban a mi papá ni a los demás médicos que estaban de turno,( está bien..., esto ya era demasiado, empecé a entrar en pánico), la última vez que lo vieron estaba con un paciente llamado ROBERT OFREYK que también habría desaparecido (pensé, ¿esto es una broma?). Me di cuenta que no era muy difícil descifrar que les pasó. Me puse a pensar: ''Mi papá estaba atendiendo a un paciente llamado ROBERT OFREYK y ese mismo se lo llevo por alguna (extraña) razón a quien sabe dónde'', ya sé que era un poco precipitado pensar que era cierto, pero en ese momento era lo más lógico que se me pudo ocurrir.

Obviamente no me servía de nada esa información, ya que no podía salir de casa, por lo tanto no podía descifrar el paradero de mis padres ni el de Miguel. Me volteé para avisarle a mi hermano, pero...¡no se encontraba ahí! ...Me dirigí a la cocina para ver si había bajado a tomar algo, busque en el baño, sala, comedor, EN TODA LA CASA, pero no, no había rastro de él.

Empezaba a tener mas miedo todavía ¡ME ENCONTRABA TOTALMENTE SOLA!

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