Destinados a no ser.

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En el momento en que Charlie Weasley bajaba del lugar donde se había presentado fue inevitable para Tonks que una lágrima resbalara por su mejilla y que su cabello se opacara un poco y es que <<apenas han pasado un par de meses en mi tiempo>> pensaba la metamorfomaga <<tal vez él ya lo haya superado y no recuerde ni que existo o tal vez en un futuro vivamos juntos y felices, sí, debía ser positiva y pensar en algo así o ¿sería mejor no hacerse ilusiones?>> trató de secar aquella lágrima inmediatamente así como volver a poner su cabello en un tono rosa chicle, lo que ella no supo es que Charlie lo había notado y no solo él, también el licántropo que estaba sentado a su lado; el primero, aquel pelirrojo, decidió pensar en todas las platicas que tuvo con su hermano mayor, incluyendo la de esa misma mañana... Pero el segundo no sabía que hacer, apenas y conocía a aquella chica, no sabía como consolarle ni si quiera sabía si realmente debía consolarla y lo único que atinó a hacer fue invitarle con una de sus mejores sonrisas (cosa que hizo suspirar a más de una en el Gran Comedor) un rana de chocolate, para Remus Lupin todo se solucionaba con chocolate ¿qué mejor forma de animarle? Y a ella... ¡Oh a ella le encantaban los chocolates! Y gustosa lo aceptó dedicándole una de esas sonrisas marca Black.

*****

Charlie Weasley 

Cualquiera creería que no había razón para que aquello le afectara tanto y es que nadie se ponía a pensar que esa guerra, esa maldita guerra no sólo le había quitado a uno de sus hermanos pequeños, también le había quitado al amor de su vida y es que Charlie Weasley estaba perdidamente enamorado de Nymphadora Tonks a diario imaginaba una vida a su lado y siempre que veía a Teddy quería creer que aquel hermoso y travieso niño era su hijo... ¡Pero no! ¿Por qué fue a Rumania? ¡Por dragones! Era cierto que había cumplido su sueño que tenía desde pequeño, era cierto que amaba cuidar dragones pero ¿Realmente había valido la pena como para perder al amor de su vida?, ¿Debió seguir comunicándose con ella aunque cada carta fuera leída o escrita con profunda tristeza?, ¿Por qué ella le había dejado ir? Y en ese momento recordó lo que ella le dijo cuando le contó que le habían propuesto un empleo como cuidador de dragones...

*Flash-Back*
-Nymph... Tengo algo que decirte - decía un nervioso Charlie.
- ¿Qué pasa? - dijo curiosa
- Nymph... M-me han propuesto un trabajo como cuidador de dragones...
- ¡Charlie, cariño, muchas felicidades! - dijo una muy feliz Tonks
- Si... Emm.. Lo que pasa es... que...mmm bueno es en Rumania...
Y ella como cada día de los últimos 7 años le había apoyado.
- Bueno - dijo muy seria - Charlie Weasley, ¡Deberás traerme un dragón para que lo tenga como mascota! - dijo con una sonrisa intentando aguantar las lágrimas.
Y eso fue más de lo que él pudo soportar, ¡Cómo le encantaba Nymphadora Tonks! Y la abrazó y las lágrimas salieron y en un susurro le dijo al oído
-Nymph... Promete que no me esperarás, promete que te volverás a enamorar...
-Solo si tu prometes que harás lo mismo -contestó ella con un hilo de voz.
- L-Lo prometo...
-Bien.

*Fin Flash-Back*

Él lo intentó, de verdad que lo intentó, pero no había una chica igual que ella se lamentó demasiadas noches por aquello, había veces en que quería aparecer en la puerta de su casa, abrazarla y besarla como en sus años de colgeio, cuando eran felices... cuando estaban juntos. Pero siempre se dentenía porque ella no debía sufrir por un imbécil como él.

Él siempre procuraba a su familia, incluso le llegó a preguntar a su mamá por ella y fue hasta el cuarto año de Hogwarts de Ron que se atrevió a ir, pero no la buscó, quería hacerlo pero ¿par qué? ¿para ilusionarla y depués irse otra vez? no, no, no.

Cuando las cosas comenzaron a estar más dificiles él pasaba más tiempo en la madriguera y en una de esas ocasiones ella llegó y él no supo que hacer... ¿Qué se supone debes hacer cuando ves al amor de tu vida después de tantos años? y entonces la saludó y ella a él pero parecía distante, parecía estar pensando en otra cosa... y trato de hablar con ella pero... tuvo que irse otra vez a Rumania y cuando regresó, cuando regresó quedó destrozado porque... ella se casaría y definitivamente no sería con él. 
No sabía como sentirse, por una parte pensaba en cómo ella podía hacerle eso sí al que amaba era a él pero, después la vió bien y la vió tan feliz, con una sonrisa tan única, con una sonrisa que él nunca le había visto y supo que aquel hombre con quien se casaría la haría la mujer más feliz del mundo.
Al principio odiaba a Remus Lupin, lo odiaba con todo su ser porque ¡Era de él! ¿Qué se creía ese hombre para llevarse a la mujer que amaba? Pero el día de su muerte, el día en que los vió en el gran comedor junto a los caídos en batalla, cuando los vió tomados de las manos, cuando sentía que su vida no podía ser peor, también vió que de la chaqueta de él salía una foto, una foto donde se podía apreciar a 3 personas, ella, él y un pequeño niño con el pelo azul eléctrico... ¡El hijo de ella! y desde ese día prometió que nada le faltaría a aquel niño, que haría todo por verlo feliz.

Salvando al mundo mágico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora