Capítulo 3.

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Por fin era viernes.

Paige esperaba a Dan y James en su habitación mientras publicaba un nuevo capítulo de Deseo.

Había decidido usar un par de jeans oscuros, una camiseta poco ajustada color blanco sin mangas y sobre esta llevaba un delgado suéter nuevo y por último, unas zapatillas deportivas color blanco. Su cabello estaba atado con una coleta a la altura de sus orejas y tenía su flequillo suelto y no llevaba ni una pizca de maquillaje.

Dadas las siete de la noche, golpearon a la puerta de su habitación. Paige cerró la computadora y se levanto a abrir. En la puerta estaba solo James. Quién iba vestido completamente de negro, de la cabeza a los pies, lo que hacía resaltar su cabello color dorado.

En su camiseta llevaba un estampado del logotipo de The Rolling Stones con las mangas remangadas hasta los codos. Sus jeans eran ajustados y estaban algo rotos de las rodillas y parte de las piernas. Por último, llevaba unas converse negras con agujetas blancas.

Cuando ella abrió la puerta, él la miro de arriba a abajo cruzando los brazos y arqueando la ceja.

—¿De verdad irás así? —Dijo después de analizarla de pies a cabeza detenidamente.

—¿Qué tiene de malo?

—Vamos a una fiesta universitaria, no a un club de estudio, ni a misa o algo similar.

—Bien, pasa. Me cambiare rápido.

Paige lo dejo entrar y cerró la puerta tras él. James tomo la silla de su escritorio y se sentó mientras ella rebuscaba entre la ropa de su ropero.

—Paige... —ella volvió la mirada hacía él—. ¿Me permites ayudarte con esto?

Ella acepto asintiendo con la mirada, James sonrió y se levanto rápidamente de la silla para mirar toda la ropa que Paige tenía en su guardarropa. Luego de buscar un par de minutos de principio a fin —y viceversa— la ropa, miro a Paige y rió.

—Dime, ¿acaso no vas a fiestas?

—¿Acaso no se nota que no soy una chica que se la pase de fiesta y ahogada en alcohol cada fin de semana?

—Se nota bastante —ambos rieron—. Pero no hay problema, lo resolveré.

James comenzó a sacar algunas de las prendas más "bonitas" de Paige e intento formar varios conjuntos con ellas. Ella sólo lo miraba sentada desde la cama de Kim.

Cuando James encontró el conjunto perfecto, parecía que el alma le volvía al cuerpo. Satisfecho de su trabajo con el atuendo de Paige.

—Listo, ve a cambiarte y, cuando vuelvas, trabajaré con tu maquillaje y tu peinado.

Ella acepto y salió de la habitación directo a los baños. Después de vestirse, volvió a la habitación vio a James con todo un equipo casi profesional para su maquillaje y peinado.

—¿De dónde has sacado todo esto? —Preguntó ella, asombrada.

—A venido tu compañera Kim, ella tuvo la amabilidad de dejarnos usar todas sus cosas —sentó a Paige en la silla, junto al escritorio abarrotado de cosas de Kim. Lo miro nerviosa cuando el le quito las gafas y las dejo en su cama—. Confía en mí, soy hombre, pero no como todos los demás.

o ~ o ~ o ~ o

El reloj marco las ocho con cuarenta y tres minutos cuando James termino le permitió a Paige mirarse al espejo que se encontraba detrás de la puerta.

Ella quedo sorprendida. No podía creerlo, era imposible que la chica que estaba en el espejo fuera ella. >No puedo ser yo... esta chica, simplemente... no soy yo...< se repetía mentalmente mientras James la miraba con una sonrisa satisfactoria de oreja a oreja, orgulloso de su trabajo.

Quiero escribirte una canción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora