Capítulo 9.

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La última semana de clases transcurrió con normalidad, pero Paige seguía sin tener señales de vida de Edward en ningún momento.

El último viernes por la tarde, cuando Paige termino de hacer una pequeña maleta para volver a Nueva York durante las vacaciones, James y Dan la llamaron para avisarle que pasarían por ella para irse los tres al aeropuerto.

Mientras estaban esperando su vuelo, ambos le contaron a Paige que no pasarían las fiestas con su familia, si no que se irían juntos a Oxford con viejos amigos de Dan.

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Cuando Paige termino de comprar los regalos de navidad para su familia en las pequeñas tiendas del Central Park, tomo un taxi para llegar a casa de Chloe.

Al llegar, tomo su maleta y los regalos para luego pagar el taxi y caminar a la entrada de la casa. El taxista tuvo la amabilidad de ayudarla a llevar las cajas con los regalos hasta la puerta, desearle una buena tarde y felices fiestas y luego volver a su taxi e irse.

Toco el timbre y espero a que abrieran, dando pequeños saltitos y frotando sus manos para entrar en calor. Luke —esposo de Chloe— la abrió y se formo una enorme sonrisa en su rostro al ver a Paige.

—Paige, que bueno que viniste, dame todo eso y entra. Chloe esta en la cocina preparando galletas para los niños —dijo tomando la maleta y algunos regalos—. ¡Chloe, Paige ya esta aquí!

Paige cargo los regalos que faltaban y ella y Luke los pusieron bajo el árbol navideño, después ambos fueron a la sala de juegos a ver a los niños.

—¡Tía Paige! — Gritaron Mary y Tyler al unísono al ver a Paige entrar a la habitación, ambos se levantaron del piso, dejando todas su piezas de Lego regadas y corrieron hacía ella para abrazarla.

—Hola pequeños, los extrañé mucho — dijo correspondiéndoles el abrazo.

—No paraban de hablar sobre tu llegada en toda la semana —dijo Luke, sentándose en el sofá del fondo.

—Casi no vemos a la tía Paige, la extrañábamos y no podíamos esperar a verla —afirmo Tyler.

Chloe salió de la cocina, limpiándose las manos en el mandil. Busco a Paige con la mirada y cuando la encontró, se acerco a ella con los brazos abiertos para abrazarla. Paige se incorporo y abrazo a su hermana.

—Me alegra que hayas decidido venir y quedarte con nosotros para estas fechas tan especiales.

—Gracias a ustedes por invitarme —dijo Paige sonriendo.

—Ven, te enseñaré donde estará tu habitación. Luke, cariño, ¿podrías ayudarme y subir la maleta de Paige?

—No es necesario Luke, yo puedo llevar mi propia maleta.

—No hay problema Paige, yo lo hago —dice él regalándole una sonrisa simpática y se levanto del sofá.

Chloe se adelanto con Paige y subieron al segundo piso. Caminaron por todo el pasillo hasta el final de este, llegaron a la última habitación y Chloe abrió la puerta, permitiendo a Paige entrar.

Había una cama matrimonial en medio de la habitación, con la cabecera pegada a la pared, con muchas almohadas decorativas. La cama tenía a los costados dos mesas de noche con un par de lámparas. La colcha era de color beige con una franja de color marrón.

Las paredes estaban teñidas de un color azul pálido con un estampado de ramas de rosales color blanco. La habitación estaba iluminada con la luz que entraba por la ventana, al lado derecho de la entrada, iluminaba casi toda la cama y el escritorio.

Quiero escribirte una canción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora