Mi guardaespaldas |Dylan O'Brien|[Editando]

15.Ella no es para mi

Grace.

Giré a ver a mi hermano.

— Oh,  nada — Sonreí a medias — te estaba buscando, pero no te encontré — dije

— Oh ya — me miró extrañado

—Bueno... Me iré a descansar —dije

— Esta bien, hasta mañana — dijo — mañana será un gran día

— Lo sé — Sonreí — que descanses

— Igualmente — dijo

Fuimos a nuestras habitaciones, me tiré a la cama y nuevamente esa escena de Dylan.

Dios mio, ¡por un momento debería de dejar de pensar en ese hombre! Es inevitable ... Tener que olvidar ... Eso. Debo controlar mis hormonas, además tengo novio. Siempre lo mismo Grace, oh vaya querido subconsciente no quiero una discusión contigo, suficiente tengo con "la sombra fastidiosa", oh vamos... Se que tienes ese deseo.

Deseo... Esa palabra vagaba entre mi mente, a caso es ese tipo de deseo de ... ¿Encontrarlo ahora mismo? Corre, ve hacia la cocina, el aparecerá.

Fui directamente a la cocina como me lo ordeno mi subconsciente, ¡La amo demasiado! - nótese el sarcasmo - espere por unos segundos y rápidamente me aburrí salí de la cocina cuando tropecé con él...Dylan.

Ambos caímos al suelo, yo estaba encima de él, nuestras miradas se encontraron. Él desvío la mirada, pasando primero por mi nariz hasta llegar a mis labios, al igual que él, hice lo mismo.

— ¿Estás cómoda? — preguntó sarcástico

— Oh por su puesto, es de la maravilla estar aquí... Aplastando a una basura como tu — me defendí

— Como sea, por favor te puedes quitar de encima mio — lo mireñé y me levanté lentamente. Él por su propia cuenta se levantó — gracias

— si claro — me recargué en el marco de la puerta. Él se fue a tomar agua y me miró — ¿Qué? — pregunté.

— nada — dijo bebiendo un poco más de su agua.

El silencio invadió entre nosotros. Yo solo miraba a la nada al igual que él. Por un momento desee algo que no.

— ¡No! — dije en voz alta

—¿No, qué? — preguntó mirándome raro

— ¿Dije eso o lo pensé? — pregunté.

— Lo dijiste — me miró— aun no has respondido a mi pregunta.

— Oh nada importante — dije

—Mejor me voy de aquí, antes de que te vuelvas una loca — dijo

— Espera — lo jalé del brazo

Él me miro que aun sostenía su brazo con mi mano y lo quite rápidamente.

— perdón — dije

—¿De que? — preguntó.

— Por lo del... Abrazo — dije susurrando.

—¡De eso! No hay problema, fue un accidente — dijo sin algún interés.

— Bueno... Adiós — dije

— adiós —y se fue dejando me sola. Fui a la habitación.

Dylan.