Tu decides.

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Salieron de la librería corriendo, el castaño parecía estar escapando del hombre de cabello gris, Kisa poco entendía pero le siguió el paso hasta que de pronto, Kamijou se detuvo por completo, soltó la mano con la que sostenía a Kisa y se giro hacía la pared, la sorpresa se la llevó Kisa al notar que el más alto tenía el rostro lleno de lágrimas, no entendía un carajo, pero comprendió que no podía dejarle solo en esa situación, asi que le volvió a tomar la mano y sin decir nada le llevo a su departamento, el castaño no se opuso y caminó sin prestar atención al camino.

Al llegar al departamento de Kisa ambos entraron, Kamijou se encontraba más tranquilo aunque seguía confundido, no comprendía su exagerada reacción al encontrarse con Akihiko, simplemente no toleraba la amabilidad y calidez con la que el otro le trataba aun después de haberle rechazado hace poco tiempo, esa era la razón principal del porque lo había estado evitando y encontrárselo así, cuando tenía la guardia baja solo lograba recordarle algo que desde hace dos semanas había deseado olvidar.

Mientras Kamijou se encontraba en su dialogo interno, Kisa se dedico a preparar té, no sabía qué hacer, si hablar o no, a decir verdad sabía muy poco de su invitado, pero se sintió identificado con el dolor que el castaño estaba sintiendo. Le extendió una taza a su acompañante y se sentó frente a él en la pequeña sala de su departamento, esuchó un leve gemido de Kamijou quien le agradecía por la taza de té y de nuevo se hizo el silencio, así paso un rato hasta que la paciencia de Kisa se terminó y solo atinó decir:

-¿Ese era amigo tuyo?- "que hábil" pensó Kisa pero no encontró una forma menos obvia de preguntar por el apuesto hombre de pelo gris.

-Sí, era mi amigo de la infancia.

-y, ¿Ya no lo es?

-No...no lo sé, creo que debo decidir eso.- Kamijou se aclaró la garganta y agregó.- Gracias por el té Kisa-san, pero debo irme ya.

- No, espera, ¿seguro que estas bien?, dime, ¿Por qué te pusiste asi?

- ...

- ¿Paso algo entre ustedes?

- Sí- susurro Hiroki y de nuevo, silencio.

- ¿Tu le quieres?- comenzó Kisa una vez más.

-Sí, le quería...le quiero, no lo sé.

-Pero él, ¿No es gay?, ¿Tiene novi@?, ¿Qué pasa?- insistió un poco más Kisa.

- No es eso, el tiene a alguien, un amor no correspondido y solo me ve como su amigo.

-Ya veo, entonces..- Kisa fue interrumpido por el timbre del móvil de Kamijou.

Saco el pequeño teléfono de la parte interna de su saco y al leer el nombre de Akihiko en la pantalla dudo en contestar o no, entonces con la agilidad característica de Kisa, tomó el teléfono y contesto a la llamada.

-¿Si?- (-)- No puede está ocupado.-(-)- No te importa, está conmigo.- La llamada terminó antes de que Kamijou se diera cuenta de lo que había pasado, cuando reaccionó ya era muy tarde.

- No creo que debas irte aún, ese loco te está buscando y no estamos lejos de la librería, tú decides, pero te puedes quedar aquí si quieres, tomate el tiempo que necesites.

Y sin más Kisa regreso a la cocina. Entonces Kamijou debía decidir, quedarse a dormir con este hombre al que apenas conocía o salir al encuentro de Akihiko, ninguna de las opciones le hacía felíz, pero entendía que si salía a buscarle lo único que lograría sería volver a sentirse miserable por su amor unilateral, Akihiko quiere una amistad y eso es algo que en este momento Kamijou no le puede ofrecer. Decidió entonces quedarse en el departamento de Kisa, no sabía bien que sentimiento tenía en ese momento, pero sabía que era lo correcto. Respiro con calma unas cuantas veces y se quedo esa noche con Kisa, pero esta vez sin sexo de por medio.

Al despertar en la sala de aquel departamento notó que estaba lleno de manga shojo, patológicamente lleno de manga, algo que no había notado y que desde luego no encajaba con un hombre de casi 30 años, empezó a creer que estaba en la casa de algún raro psicópata. Se levanto y dirigió al baño, entro sin preguntar para encontrarse con la bella y fina silueta de un hombre desnudo, era Kisa quien sorprendido se giro para encontrarse con un tomate de cabello castaño.

-Oh mierda, perdona!-

- Bah!, cálmate ya follamos no es gran cosa que me veas desnudo, es solo que me había olvidado que estabas aquí.- Kisa sabía que era mentira, había estado sumamente consiente de la presencia del más alto, aunque no entendía porque.

El resto de la mañana transcurrió sin sorpresas, Kamijou agradeció a Kisa el favor y salieron juntos del departamento, caminaron hacia la estación de tren más cercana y se despidieron cuando, para sorpresa de Kamijou, Kisa lo tomo fuerte del cuello para obligarle a agacharse un poco y entonces darle un breve beso en los labios, al separarse el pelinegro sonrió y justo antes de irse dijo:

-De nada.

Confundido por aquel gesto Kamijou se despidió y se separó del mayor, cuando dio la vuelta se quedo petrificado al ver a Akihiko con una expresión de sorpresa en el rostro, de lo cual Hiroki conocía la causa, con un profundo dolor en su corazón el castaño lo ignoró y camino en dirección a su hogar.

Los días pasaron sin novedades, el trabajo de Kisa se encontraba en el fin de "el ciclo" y podía regresar por fin a casa, subió al elevador y sorpresivamente se encontró de nuevo con el apuesto hombre de cabello gris, él lo reconoció pero no hizo comentarios, con la mirada asesina que le dedico a Kisa no eran necesarios. No podía trabajar en Marukawa, Kisa lo habría reconocido o viceversa. Quizá era nuevo, quizá de algún departamento desconocido para él, o un autor, Kisa no lo podía creer. Llegaron a la planta baja y necesitaba salir de la tensa atmosfera y llegar a la salida del edificio, sin embargo su acompañante lo detuvo solo para decir:

- Cuida de él, es...especial.

Kisa se quedó congelado ante aquellas palabrasmientras veía al extraño salir sin mirar atrás.

¿Y si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora