Otra persona.

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Entró a la adornada habitación aun con un revoloteo en el estómago, al parecer el alcohol había ayudado pero no lo suficiente, cerró la puerta y apenas se dio la vuelta notó como Kisa lo observaba con detenimiento, Kamijou no pudo evitar el leve sonrojo producido por aquellos ojos oscuros, se quedo quieto, recargado en la puerta de la habitación desviando la mirada sin saber exactamente qué hacer. Mientras tanto Kisa ocultaba una leve burla por la torpeza del más alto, se notaba su inexperiencia y eso encantó un poco a Kisa.

Después de unos minutos de incomodo silencio Kisa llamo a Kamijou y le hizo señas para que se sentara en el filo de la cama a su lado. Kamijou se acercó y se sentó como Kisa le había indicado; había llegado la hora, pero ¿Qué debía hacer primero?

Kisa se levanto frente a él y lo besó como si llevaran años siendo amantes, Kamijou contesto aquel beso, jugando con la lengua del otro, eso sí sabía cómo hacerlo, poco a poco comenzó a acariciar la nuca del pelinegro y éste en respuesta se abazó a su cuello y acerco su torso al menor. La habilidad de Kisa logró excitar rápidamente al más alto y debía aceptarlo él también era bueno besando muy a pesar de su poca experiencia. Se separaron un momento para deshacerse de sus ropas superiores, Kisa se disponía a atacar de nuevo pero fue sorprendido por Kamijou quien lo acostó bruscamente en la cama, se colocó sobre él, comenzó a besarle el cuello a la vez que le acariciaba el pequeño bulto en su entrepierna, Kisa agradecido por esa atención, comenzaba a emitir leves gemidos acción que no paso desapercibida por Kamijou quien bajo un poco más y ahora succionaba gentilmente los pezones de Kisa quien arqueaba la espalda.

Kamijou liberó la erección del más bajo y comenzó a masturbarle mientras regresaba a sus labios para besarlos ahora más apasionadamente que antes. Kisa no entendía de dónde había salido esa persona, pues el chico tímido que no podía ni verlo ya no estaba en esa habitación de hotel. El seductor beso no fue tan largo como Kisa hubiese querido, al ser interrumpido por Kamijou quien prosiguió dibujando un camino a través del cuello para regresar a los pezones del más bajo. Kisa sentía que el resto de la ropa le estorbaba y se encontraba ansioso por continuar aquella sesión de sexo.

Sin más Kamijou se incorporó al lado de Kisa para terminar de quitarse la ropa, Kisa sin perder tiempo hizo lo mismo y ambos quedaron desnudos, Kamijou se había decidido a continuar su labor pero Kisa fue más rápido esta vez y con Kamijou recostado comenzó a lamer su falo, Shouta era un experto en aquella práctica, comenzó besando el glande y el cuerpo de aquel miembro, bajó hasta la base y comenzó a lamer como si se tratara un delicioso helado, subió, bajo y volvió a subir, lo ingresó a su boca y succionando gentilmente subía y bajaba endureciendo aun más a Kamijou, quien se limitaba a jadear al ritmo del placer que Kisa le proporcionaba. Ya se encontraba cerca del orgasmo pero no quería terminar aun, así que detuvo a Kisa, lo tomó de los hombros y lo regresó a la cama.

Le beso el vientre y decidió regresar el favor, comenzó a trabajar en el miembro de Kisa el cual agradeció la atención y rápidamente sucumbió ante la habilidad del más alto. Mientras recobraba el ritmo de su respiración abrió las piernas y se exhibió ante Kamijou, quien sorprendió por la sensualidad que despedía Kisa, comenzó a acariciar su húmeda entrada con una mano, mientras alcanzaba un pequeño paquete rojo escondido en su bolsillo con la mano que tenia libre.

-Métemela, métemela por favor.- Susurró Kisa, sorprendiendo de sobremanera a Kamijou.

Sin saber exactamente cómo reaccionar Kamijou, se apresuro a colocarse el condón y comenzó a presionarse contra la entrada del más bajo, quién al parecer estaba acostumbrado a ello, se encontraba relajado y Kamijou pudo entrar con cierta facilidad, se detuvo a medio camino pues los nervios le dominaron por un instante, entonces Kisa levanto la cadera y se presionó contra Kamijou para poder albergar por completo el miembro del castaño. El interior de Kisa era tan cálido que provoco un fuerte jadeo del más alto, el cual no sabía exactamente qué hacer, entonces Kisa le rodeo con las piernas y se abrazó a su cuello, lo beso para tranquilizarlo, continuo besando su cuello y mordiendo al lóbulo de la oreja de Kamijou, en respuesta el castaño volvió a la faena y comenzó a moverse lentamente, con un ritmo sensual.

Kisa conocía su cuerpo y lo que le proporcionaba placer, por lo que se arqueo ligeramente para que Kamijou lograra alcanzar ese punto especifico en el cuerpo de Kisa, finalmente Kamijou lo alcanzó y Kisa comenzó a gemir ahora con más fuerza, la corriente eléctrica se extendía desde su parte baja y le recorría todo el cuerpo, tenía la piel erizada a causa de la exitación; Kamijou notando el cambio comenzó a masturbarle y acariciar su abdomen. Kisa hizo una pausa para cambiar de posición, le dio la espalda al más alto y le acercó el trasero para que volviera a entrar en él.

Kamijou le penetró por completo en un solo movimiento, Kisa contuvo la respiración. Kamijou una vez más se había convertido, comenzó entonces un ataque lleno de pasión, entraba y salía de Kisa en un ángulo tal que estimulaba completamente la próstata del peli negro. Kisa era todo gemidos, Kamijou le levanto por los hombros para entrar lo más profundamente que era capaz. Una vez más le masturbó y solo bastaron un par de caricias en su parte más intima para provocar una abundante eyaculación seguida de un jadeo, terminó pero aun no estaba satisfecho.

Kisa liderando la operación, recostó a Kamijou y lo montó quedando frente a frente. De alguna forma esto le resultaba sumamente sexy al castaño y entonces, tomando a Kisa por la cadera continuó con las estocadas ahora a un ritmo casi desesperado, Kamijou subía y Kisa bajaba, al fin se estaban entendiendo sin palabras. Siguieron en ello hasta que Kamijou notó que Kisa volvía a esta duro y listo para un nuevo orgasmo.

-Voy a...- Dijo Kamijou, con un leve sonrojo en las mejillas a causa de la extenuante pero placentera actividad física.

- nghh!...juntos- Respondió Kisa.

Y aumentando un poco más el ritmo de las estocadas ambos alcanzaron el clímax. La descarga de Kisa lleno el pecho de Kamijou y las contracciones de su interior provocaron un fuerte gemido por parte del castaño. Kisa se recostó sobre el pecho de su compañero, solo se escuchaba el sonido de sus respiraciones y después de unos pocos minutos Kisa rompió ese tranquilo silencio:

-¿Por qué tan callado?- Preguntó Kisa entrecortadamente.

Kamijou algo fuera de lugar no supo que contestar.

-No lo sé, no se qué se supone que deba decir...

-Bien, solo responde. ¿Sigues pensando que no eres activo?...No me contestes ahora, ya tendrás tiempo.

Hiroki solo asintió y sin más charla se quedó dormido.


¿Y si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora