03 - Invitación

1.8K 159 91
                                    

Existían maneras de torturar una persona hasta tal punto en el que perdería la poca cordura que existiera en su lamentable existencia, destruir su mente totalmente hasta que no quede nada de aquello que alguna vez fue humano, siendo una cáscara vacía. Los humanos podrían llegar a ser increíblemente crueles, nunca se podría saber hasta que límite se podría llegar de lo retorcido y grotesco.

Pero existen unas personas que son los peores en la existencia de la humanidad, siglos y siglos de su historia que muestra una inmensa gama de hechos y forma de ellos. Los profesores... aquellos súbditos de satán que tienen el propósito de hacer miserable la vida del estudiante y que seguro disfrutan verlos sufrir.

Ok... puede que Stiles esté exagerando un poco en la manera de pensar pero eso no va quitar que piensa eso de Harris. Aquel sí era un siervo del diablo enviado para su especial tortura, su inocente y humilde alma era castigada por aquella retorcida figura proveniente desde lo más profundo y oscuro del averno en un disfraz de profesor. Seguramente Harris lo odiaba, el castaño no podía dejar de pensar eso cada vez que terminaba en detención o casualmente los temas de exposiciones eran los más complicados y quizás ni siquiera pertenecían al programa de estudio de ese año.

Sentía que estaba preparando un trabajo con el que cambiaría la vida del mundo entero, a poco el profesor no le pide que haga la cura para una enfermedad que él mismo desarrollaria solo por hacerle la vida imposible. No era estúpido, claro que no, sus notas eran mayor que el promedio, destacando después de Lydia. El problema estaba en su cabeza, al ser hiperactivo puede que la concentración usualmente no esté de su lado pero eso no era lo que causaba su cabeza volar por la nubes. La raíz del problema (que no sería un problema considerando de quien se trataba) tenía nombre y apellido.

Derek Hale.

El maldito se las había empeñado muy bien para meterse en su cabeza y ser su constante pensamiento. Aunque mayormente él fue quien cayó rendido ante la belleza del mayor, este solo fue quien dio el golpe final para que el castaño estuviera completamente enamorado. Y nadie podía culparlo, después de todo el moreno se había tomado su trabajo, Stiles todavía recordaba el momento sin poder evitar sonrojarse.


Bufó como por quinta vez en lo que iba del recorrido en su jeep hacia la escuela, era una tarde en la que su plan de que hacer el resto del día era: nada. Iba dormir hasta que anochezca y jugar videojuegos hasta quedarse bizco pero Cora no pensaba lo mismo.

Le había bombardeado el celular con llamadas y mensajes, encima no estaba sola en su misión de "no dejar descansar a Stilinski". Scott, Lydia, Allison y algunos mensajes que intuyo que eran de Isaac, también se había unido a la causa. "Stiles, tienes que ir al partido".

Y no, no era para nada una propuesta, ni siquiera un pregunta amable acompañado de un simple "por favor". Por supuesto que no, iban directo al grano, sin rodeos, solos ordenes directas e incluso amenazas de que debía estar en el partido de las finales del torneo de baloncesto que se concretaban en su instituto.

Él simplemente quería descansar, había aprobado todos los exámenes y llevaba las materias al día, era un día perfecto para hacer absolutamente nada y dedicarse a fondo a la vagancia. Pero sus amigos no iba a dar a torcer el brazo tan fácil, la menor de los Hale decidió utilizar la artillería pesada, donde salió perdiendo.

"¿Vendrás a ver el partido?" Una simple pregunta casual con un tono serio que escondía un poco de curiosidad. Con su uniforme puesto, dejando sus trabajados brazos expuestos, apoyado en los casilleros, Derek lo miraba con una leve sonrisa. Y eso fue jugar sucio, porque no solo tartamudeo y se sonrojó de manera vergonzosa, sino que respondió con un escueto "N-no se".

Baila conmigo - Sterek (Abandonada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora