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Cada aliento era una tortura, sentía un ardor desde lo más profundo de sus pulmones era como si respirar quemara dejando cosidos sus pulmones.

"Donde quieras que vayas siempre te encontrare Mï gîos"

En estos momento deseaba no tener oídos, quería dejar de escuchar esa voz que siempre lograba derribar sus barreras.

— alejate –grito. Forzó más a sus piernas a moverse entre los pasillos oscuros sin forma— ¡déjame en paz!

Escucho la carcajada, quiso girarse y arrancarle la cara o el corazón pero no se podía hacer eso a una persona muerta.

"Me rompes el corazón, vamos a intentar conversar..."

— preferiría morir o arrancarme la cabeza antes de "conversar" contigo –escupió con acritud—

"La falta de comunicación es perdida de lazos, oh yo creí que lo habíamos tenido cuando te encadene en aquella pared llena de sangre"

— tienes un cien por ser la mejor en ese punto, espera no, reprobé y lástima será para la próxima.

Tropezó cuando su entorno cambio de un fondo negro a un bosque nevado, oh no... ¿de todos los malditos lugares tenía que ser este? Vaya mierda de destino y auto castigo, un hurra para el mejor y ese es el.

Se vio a el peleando con unos lobos, esa vez acababa de salir de uno de los ligeros castigos de itzar por lo que no fue vencedor, esos malditos chuchos le había. Pateado el trasero.

Se vio tirado en la nieve con el pecho ligeramente desgarrado sobre el cayéndole la suave y fría nieve que poco a poco lo iban cubriendo como si quisiera ocultarlo.

"Quise que fueras el mejor, mejor que Delhet y vaya fracaso que tuve"

— tu mala elección de genes —respondió— debiste hacer unas miles de pruebas a antes de decir "este" y no eres buena con la espera.

Su risa le erizó la piel del cuello, unas manos femeninas le acariciaron los hombros, hasta la mejilla.

"Tu lengua se vería bien en mi santuario, arriba de mi trono, un maravilloso recuerdo para aquellos que hablan sin pensar.

— ¿en serio? Yo creí que eras más creativa "madre" –camino sobre la nieve, ¿donde iba? Que importaba eso, se alejó de ella mejor– busca a quién joder ya tuve mi cuota de ti por hoy.

Itzar apareció delante de el con su hermoso rostro, su belleza era fría y vacía que dolía ver, su largo cabello Rubio flotaba como si un aire fantasmal lo alzara, vestida con un vestido clásico ruso que se acentuaba a su cuerpo.

Hubo un tiempo que quiso tener la atención de ella, que viera que era el mejor, la adoro con tanta intensidad que siempre se propuso ser el mejor y servirla como se debía a una deidad, pero todo se quebró después de que conoció a Darius, vio por primera vez la realidad de aquel bello ser de corazón frío.

De la misma forma que la amo la odio, odió todo lo que le hizo pagar por un error que hasta el largo de los años seguía pagando que caída día iba perforando más dentro de el.

"Tu eres el que decide, sólo estoy aquí por que tu lo deseas"

— pues bueno, ahora deseo que te largues –los dos se miraron, ella esbozó una sonrisa que sólo hizo hablandar sus rasgos– ni en mi propia pesadillas puedo tener control, esto es jodido.

"Siempre fuisteis débil, tu amor por los demás te hacia débil si tan sólo te hubieras dado cuenta. Tu sólo sabes hablar y no actuar..."

3° La Luz de Mi OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora