3° La Luz de Mi Oscuridad

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04 de diciembre del 2022
Yueth.

— El hablar no es lo tuyo –soltó Atrox– ¿qué haces aquí Maat?

Yueth no podía salir de su asombro, todavía sorprendía toco sus labios como si no quisiera borrara esa sensación.

— Quería conocer a mi nieto.

Yueth brinco ante la mención de Darius, casi se le doblan las piernas sino fuera por que se estaba sujetando de un pilar. Quizás si había omitido cierta parte de la historia, miró suplicante a Maat para que se retractara, Tabatha tosia e intentaba desviar la mirada. Un escalofrío le recorría la columna vertebral, Atrox la estaba observando y pidiendo una explicación de la cual ella todavía no podía.

- ¿Qué nieto, Mathera? -La voz de Atrox sonaba grave, con su tono pedía una explicación-

Maat la volteaba a ver alzando una ceja, ella cerró los ojos armandose de valor. ¿Porque le estaba haciendo esto Maat? Se aferró más al pilar en busca de ayuda y valor por que esto sería una pelea.

- ¿No le has dicho? Crei que con su romance...

Gimio, ¡por Yz!

- No estoy para juegos, el asunto de las gemelas y el hecho de que Yueth es hija de Urdan no mejora la situación.

Atrox no parecía muy feliz con el juego de palabras, ¿como decirle que tenía un hijo? Se aferró más al pilar mientras las labios le cosquillaban por el beso, enseguida recordó los pequeños besos de Marrik... Ahora que recordaba todo había sido un poco cruel, la muerte del Alfa le dolió de alguna forma y saber que murió sintiéndose culpable no hacia más que aumentar el dolor.

- a Maat le ha afectado la edad -Intervino tabatha- quiere conocer a tus hijos, atrox.

Le suplico a Maat con la mirada para que siguiera la mentira que por ahora era necesaria, pero Maat negaba y miraba a su hijo con determinación.

- ¡Maat...! -Suplico con desesperación impregnada en la voz-

- No, es hora, Yueth. -le respondió la reina madre- Hace muchos años, para ser más exactos ciento noventa y dos años se le concedió una misión a una diosa, ella era la única capaz de realizar tal misión dado su lazo con las energías del cosmos, se le fue encomendada la busqueda de una cuarta esfera del poder de Urdan que las gemelas querían. Yo le forme un cuerpo humano y la guíe a los lobos, a Marrik, la diosa trasladó su alma de diosa al cuerpo humano dejando el suyo, durante ese tiempo la diosa formó un vínculo con Alfa, formaron dos vidas pero la diosa para salvar a los lobos de las fuerzas de itzar que estaba siendo manipulada por las gemelas, sacrificó su vida para encerrar a las dos diosas regentes, ordenó a su uno de sus primero hijo, un Dios nacido bajo su necesidad que ofreció a su hermana para que no sufriera la pérdida de su hijo sin que ella lo supiera, el dios del destino con la diosa de los recuerdos, ocultaron y borraron algunos de los recuerdos de los hijos de diosa. Sabes la historia...

- Se esa historia, ha sido contada bajo las música de la musas. ¿que tiene que ver esto?

- En ese tiempo... -Habló ella con valor- Aquella diosa es conocida como la diosa del tiempo, que duerme bajo las mantas del cielo. Yo fui quien se vínculo con el Alfa de los lobos de Mercy Fall. -Camino lejos de ellos hacia la ventana de su habitación observando a Darius hablar con Alan- Darius y Guen son mis hijos, Inna fue metida al cuerpo de la joven Guendolin quien murió en la batalla. Nadie sólo sabe a excepción de nosotros.

Los ojos de Atrox relucian de furia, la tierra tembló ante la creciente ira del Dios de la oscuridad y luz.

- Y te burlabas de Hator, ¿Quién es más puta, tu o ella?

Las palabras la hirieron, enajoda camino hasta donde estaba él y le dio una cachetada con la suficiente fuerza para que resonara en la habitación.

- Le di a tu amada Hator unos de mis hijos, Ether nació del tiempo, de mis anhelos por tener a alguien, y se lo di a la hermana que lo tenia todo, porque al final la quiero, ella fue creada por mi, Yz sabía cuanto amaba a los humanos y creo a Hator para protegerlos, ahora, mide tus palabras mi señor, o no dudare en ir en su contra.

Jalo la tela de su vestido y fue hacia la salida, con lágrimas escurriendose sobre sus mejillas, para Atrox ella siempre era lo peor, todo lo que hacía estaba mal, él si podía tener todo al igual que Hator pero ella... nada sólo vacío, anhelos, tristeza y soledad.

Ahora que Atrox lo sabía podía hablar con Hator o hacerle algo a Darius Darius o a Inna...
Tabatha la alcanzó y puso una mano sobre el hombro derecho.

- Maat le ordenó que no dijiera nada a nadie ni a un Dios, nadie debe saber que tu eres la prisión de Urdan y que tienes descendencia.

Asintió, muchos podían tener represalia con sus hijos y no deseaba eso.

- Estoy tan cansada, Tabatha... mi cuerpo está agotado y débil como para seguir, no deseo irme... deseo tener a mi lado mis hijos pero no es posible, tengo que irme con Urdan si queremos que no vuelva.

- Podemos buscar otras opciones... -Su prima tenía los ojos vidriosos- no quiero que te vayas, Yueth, eres mi prima favorita.

Sonrió tristemente, se abrazaron porque esto podía ser una despedida....
Una explosión, algo había chocado contra la barrera que formó, podía sentir a las gemelas muy cerca. Corrió hacia el patio, y un montón de quimeras lanzaban esferas de poder oscuro, los grifos muertos de Katros lanzaban fuego negro a la barrera. Las quimeras de tierra intentaban pasar la barrera muchas morían otras medio cruzaban pero las raíces con espinas los jalaban al fondo de la tierra para que la planta dentro los devorara.

- Alord Krunos Alisium Andará -recito. Las estatuas y los arkanos despertaron- defiendan a vuestra casa.

Los Arkanos eran semidioses de guerra, tenían poder entre la vida la muerte, los que morían bajo sus manos nada podía resucitarlos, no Katros.

- No han obtenido la esfera de Heather, busca la en el inframundo sin que nadie se de cuenta, si se dan cuenta que la esfera no sigue en la nieta de Atrox irán por ella y se harán más fuerte de lo que ya son.

- ¿Robaron la de Alan?

- Si, ya la tienen. Ordena a las siervas que lleven a los civiles a mi templo para su resguardo, yo mantendré lo más que pueda la barrera hasta que vengan los otros dioses.

Maat no participaría, eso era desventaja pero Atrox les daba un poco más a la balanza sobre ellos hasta que ella obtuviera la esfera de  poder Urdan dentro de ella y eso haría posible que hiciera el hechizo donde todo acabaría. Esperaba que su prima se apurara. Alzó sus manos y rebitalizo la barrera de energía, su cuerpo protesto ante el exceso de poder y fuerza mágica.

Vio a Kuromir sonreirle y mostrarle la vasija donde se guardaba el resto del polvo del cuerpo de Urdan... ¡no...! ¿cómo la habían obtenido?
Querían revivir al Dios padre y si lo hacían.... esto no era bueno, nada bueno.

- Querida hermanita, sabíamos lo que planeabas hacer por eso tomamos la urna del templo Arbat y estas muy débil como para haberlo seguido manteniendolo oculto.

- Kuromi... el no las va a querer a su lado, saben cómo es...

- ¡Tu no lo conoces! Nosotras y él vamos a regir a los dioses hacia un nuevo destino, tu y los demás van hacer eliminados.

- ¡Kuromi! -Suplico pero ya se había ido- ¡Por Maat! Esto es mal....

Tenía que hablar con la diosa madre ahora antes de... un grupo de quimeras habían entrado y las Arkanos están peleando, las estatuas mantenían la barrera más fuerte posible. Esto se estaba complicando demasiado.