Capítulo 1

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Me levanté con la mínima esperanza de que me contestara el mensaje de la noche anterior. Y así fue, me había contestado. Hablábamos a menudo, pero el no sabía que a mí me gustaba. Solo lo sabía Karson, mi mejor amiga, la cual me apoya en todo momento. Me decía que fuera positiva, que era genial y que nadie lo cambiaría. Me alegraba poder contar con alguien así. Es un regalo, que pocos llegan a tener, y al cual hay que cuidar.

Escuché que se abría la puerta de la entrada, y luego escuché a alguien gritar mi nombre. Era mi madre.

- ¡Lucía, está aquí Karson!

Bajé corriendo las escaleras, y, cuando por fin vi a Karson, me lancé a sus brazos y la abracé. Karson me abrazó. Siempre nos dábamos un abrazo cuando nos veíamos, como si no nos hubiéramos visto en meses. Pero, aunque solo pasaran 10 minutos, siempre lo volvíamos a hacer.

- ¡Lucía! Te quiero más...

- Karson, y yo jo...

- Chicas, no¿exageráis? -dijo mi madre viendo nuestra famosa actuación-.

Karson y yo nos miramos.

- No -dijimos riendo y al unísono-.

- Señora Jones, se nota que tiene envidia.

- Sí mamá, tiene razón.

Mi madre se rió y continuó con lo que estaba haciendo. Karson y yo, por otro lado, subimos a mi habitación a hablar. Nos sentamos en nuestro sofá favorito, ese sofá en el que nos contábamos todo.

- ¿Y qué hablas con él?

- Sí, se puede decir que sí.

- Tía, todo va a salir bien. Eres genial.

- Gracias Kars -dije mientras la abrazaba-

- ¿Qué te parece si bajamos hoy a Suwanee?

- Me parece una buena idea.

- Y así, de paso, quien sabe, a lo mejor lo vemos y todo.

- Te quiero -dije entre risas-.

- Nos amamos jo -dijo mientras me abrazaba-.

Mi madre entró por la puerta y vio nuestro típico abrazo de cada día y para el resto de nuestras vidas. Y muy alegre, invitó a Karson a quedarse a comer.

- Karson, ¿quieres quedarte a comer?

- Sí, por favor –dije entre dientes-.

- Sí, señora Jones. Gracias.

- De nada Karson, ya sabes que eres parte de la familia cielo.

- Gracias –dijo abrazando a mi madre-.

- Bueno chicas, voy a hacer la comida.

- Mamá, antes de que te vallas, ¿podríamos preguntarte algo?

- Claro chicas.

- ¿No puedes llevar por la tarde a Suwanee?

- Por favor –dijo Karson poniendo morritos-.

- Claro niñas –dijo mi madre riendo-. No hacía falta que me preguntarais, ya sabéis que no hay problema.

- Gracias Lynda –dijimos las dos a unísono mientras la abrazábamos-.

Mi madre salió de la habitación y bajó las escaleras en dirección a la cocina. Karson y yo os quedamos en la habitación mirándonos con cara de emoción. Karson y yo nos abrazamos y comenzamos a saltar de alegría. Lo cual no era raro en nosotras. Íbamos bajar a dar una vuelta a Suwanee y estábamos muy emocionadas.

- Lucía, me encanta tu madre.

- También es la tuya, y lo sabes...

- Awww, te quiero.

Karson y yo nos fundimos en uno de nuestros cariñosos abrazos. Estuvimos como 5 minutos abrazadas hasta que Karson rompió el silencio.

- Y, mi niña, ¿qué te vas a poner? Tendrás que ir guapa digo yo...

- Obviamente, tenemos que ir las dos monísimas.

Las dos nos miramos y reímos.

- ¿Avisamos a Lauren y Maggie de que vamos hoy a Suwanee? –dijo cogiendo el móvil-.

- Claro, nos lo pasamos genial siempre con ellas.

Karson abrió su WhatsApp y avisó a Lauren y a Maggie de que hoy bajábamos a Suwanee, y quedamos las 4 en nuestro parque favorito a las 17h00.

- Y bien, ¿Qué te vas a poner?

- No sé, ayúdame...

- Claro jo

Karson era una muy buena escogedora de ropa y siempre me ayudaba a que fuera muy guapa a los sitios. Tenía un gusto para la moda exquisito.

- ¿Esto te gusta? –dijo sacando un conjunto del armario-. Lo llevaste al cumpleaños de John y te quedaba muy bien.

- Sí, me encanta, gracias jé.

- De nada cielo.

-      ¿Y tú que vas a llevar? Escoge venga, mi armario es tu armario

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- ¿Y tú que vas a llevar? Escoge venga, mi armario es tu armario.

- ¿Esto te gusta?

-      Sí, me encanta para ti

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- Sí, me encanta para ti. Vamos a ir guapísimas. Pero mejor, nos cambiamos después de comer, no vaya a ser que nos machemos comiendo.

- Tienes razón, y además estos conjuntos merecen la pena.

De repente, escuchamos una voz procedente de la cocina, era mi madre, nos llamaba para comer. Bajamos las escaleras y nos sentamos en la mesa. Había macarrones con bonito para comer, estaba todo delicioso, pero, Karson y yo solo comimos un plato porque si no, como decimos nosotras dos, nos ponemos como focas...

Cuando acabamos de tomar el postre, subimos corriendo a mi habitación (que también es la de ella) y nos vestimos nuestros (monísimos) conjuntos. Cuando acabamos de vestirnos, bajamos al salón a ver un poco la televisión, ya que faltaban 2 horas para bajar. A los dos minutos de sentarnos en el sofá, Karson se quedó dormida. Y yo, como no, abrí Snapchat y le saqué un mogollón de fotos, por las cuales, luego me iba a matar.

Después de dos horas, Karson se despertó y vio mis snaps, por los cuales, dijo que no me iba a hablar en un mes, pero, luego, como no, a los dos minutos, me estaba hablando. Nos subimos al coche y mi madre nos llevó a Suwanee. Nos sentamos en un banco en el parque y esperamos a que nuestras amigas llegaran.

Todo por tu amor (MattyB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora