Capítulo 10. Lo que soy

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Philiph

En ocasiones podemos ser tan infantiles, pero siempre hemos estado unidos y el saber que estará conmigo también en esta nueva etapa me da fortaleza, muchas veces siento ese extraño impulso de querer protegerlo, nunca he sabido la razón y menos porque surgió luego de que ya éramos adolescentes más o menos a los 15 años, siempre hemos tenido la misma complexión física, la misma fuerza y el mismo coraje, pero aun así necesito protegerlo y mantenerlo a salvo o al menos así lo siento.

Luego de un rato de nuestra pequeña lucha decidí meterme a la ducha, de tanto que me estaba divirtiendo olvide que estaba en bóxers y tenía que ducharme para la reunión que tendríamos con los chicos que vimos en el aeropuerto, estaba muy emocionado realmente esto vale la pena, me siento especial, diferente y poderoso a pesar que mis poderes aún no se habían desarrollado por completo tengo la certeza de que cuando ocurra serán grandiosos.

Mientras me metía dentro del caño de agua tibia escuche como Arístides entraba al baño —Estoy tan nervioso por este encuentro, nunca había estado tan ansioso por nada­—

Me asome por la cortina de la ducha y me topé con un Arístides sin camisa que me miraba con una sonrisa en el rostro —Tranquilo todo saldrá bien, de seguro hoy sabremos a que especie mágica pertenecemos y nuestras dudas serán aclaradas, lo único que espero es no ser un trol o un demonio soy demasiado hermoso como para ser uno de esos—

Comenzó a reír a todo pulmón —Realmente te falta un tornillo— dijo y nos quedamos mirándonos —Termina rápido que quiero darme una ducha—

Sonreí —Si mi capitán—

Soltó una risita —Siempre me haces reír tarado—

Mi sonrisa se hizo mucho más amplia —Es todo un placer hacerlo— hice una pequeña reverencia con la cabeza, el movió la suya de lado a lado sonriendo y salió del baño.

Seguí con mi ducha relajante, al terminar tome una toalla y me seque lo mejor que pude, la envolví en mi cintura y salí del baño, me encontré con Arístides ya tenía una toalla sobre la cama y estaba recostado escuchando música en bóxer, ni se dio cuenta que salí del baño, le ale una pierna y se sobre salto, comencé a reír

—Estarás loco, casi me matas del susto—

Seguí riendo —Perdón, es que no pude evitarlo, si vieras tu cara de espanto en este momento— Me fulmino con la mirada, tomo su toalla y entro al cuarto de baño, se había enojado conmigo enserio así que lo seguí y para mi sorpresa la puerta estaba cerrada, decidí darle su espacio y fui a vestirme.

Arístides.

Ese estúpido así como me hace reír también me hace enojar, cerré la puerta con seguro y me entre en la bañera, conociendo a Philiph entraría al baño y trataría de quitarme el enojo, abrí la llave y el vapor comenzó a subir, metí de golpe todo mi cuerpo bajo el agua tibia y fue tan relajante.

Salí del baño un poco más calmado, Philiph se había quedado dormido en su cama sin t-shirt, me detuve a mirarlo, se veía tan calmado, tenía una sonrisa en el rostro porque al parecer estaba teniendo un muy buen sueño, considere vengarme por la broma que me hizo hace un rato, pero decidí dejarlo dormir y comencé a vestirme, me puse unos jeans ajustados de color negro, una camiseta con cuello en V de color rojo, unas botas negras y mi típica chaqueta de cuero, tome un cepillo y lo pase por mi cabello, había decidido bajarme mucho los lados y dejarlo alto arriba, se veía estupendo y más ahora que estaba completamente rubio, Philiph llevaba un corte parecido, solo que sus cabellos estaban más largos que los míos en la parte de arriba, le sentaba bien, vi la hora en el reloj y decidí despertarlo.

Mi Vida Sobrenatural Llega La MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora