Capítulo 1

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La sirena de alarma comenzó a sonar y hacer eco por todo el lugar, mis piernas temblaban debido a la adrenalina que corría por cada parte de mi cuerpo. A pesar de tener tiempo de hacer esto no podía sacarme de la cabeza que algo estaba mal, había algo que no me dejaba concentrarme en la operación de esta noche y el sonido de la alarma incremento esa sensación.

-¿Katya estás bien?- Preguntó Rubén tomándome del brazo y haciendo un poco de presión en el para hacerme volver a la realidad.

-Amm...sí, es sólo que estoy nerviosa, tengo un mal presentimiento de esto- dije mirándolo a los ojos.

-Siempre hemos salido bien librados de esto, Katya.- me sostuvo de los hombros- No tienes por qué estar así, todo va a salir como lo hemos planeado. Tenemos que apurarnos, los Vlack también están aquí y si no actuamos rápido todo se vendrá abajo, ¿no quieres que eso suceda, verdad?- me miró alzando una ceja. A pesar de cubrir su rostro con un pasamontañas, note como sus ojos se achicaban a causa de una sonrisa.

-De acuerdo, de acuerdo ¡hagámoslo! - Lo dije lo más segura que pude haber sonado pero solo logré convencerme de sentirme más nerviosa de lo que ya me encontraba.

A los pocos segundos de decir eso la alarma se detuvo, lo que indicaba que Ruth había hecho su trabajo y ahora contábamos con escasos 20 minutos antes de que la alarma volviera a sonar y que la policía llegará al lugar.

-Bien, ahora vayamos a nuestras posiciones. Recuerda que debes ser rápida al desactivar la caja fuerte, si Sebastián no está contigo en el momento que llegues házmelo saber y voy a cubrirte.- me dijo mientras cargaba el arma que portaba y colocaba los demás cartuchos dentro de los bolsos de su pantalón- Iré a ver que todo siga de acuerdo al plan. Cuídate.

Y se fue corriendo por el pasillo dejándome con un "está bien" en la boca. Tome el arma que tenía en la parte baja de mi espalda y me encamine hacia mi posición volteando hacia todos lados tratando de que nadie me cayera de sorpresa. Doble a la derecha antes de que terminara el pasillo y seguí avanzando, baje las pequeñas escaleras colocadas en frente de mí y llegue a la planta de la bodega, estando ahí comencé a correr hasta llegar a una enorme caja fuerte de un tamaño de 1.60mts., aproximadamente.

La miré y comencé a temblar, la estrategia que habíamos planeado no era la adecuada en el momento que divise la enorme caja fuerte.

Mierda.

Esto no podía estarnos pasando a nosotros. Entre en pánico, esta no era la caja fuerte la cual desactivaría. No pudieron cambiarla, esto es imposible, conocíamos todos los movimientos de la gran joyería y lo hubiéramos sabido en el instante que ellos hubieran mandado la orden de cambiar la enorme caja fuerte.

Escuche pasos que bajaban las escaleras y me volteé inmediatamente apuntando directamente hacia esa dirección. Mis ojos se fijaron amenazantes a la persona que descendía de esas escaleras mientras tiraba del gatillo...

-¡Wow, tranquila amor sólo soy yo!- Dijo quitándose el pasamontañas, riéndose y alzando una de sus manos al cielo mientras se acercaba a mí.

Sebastián...

-No me vuelvas a asustar así, pudiste haberme avisado por el radio que venías- dije molesta mientras bajaba el arma y volvía a colocar el seguro.

-Lo siento ¿sí?, ahora concentrémonos y desactiva esta belleza, amor- Dijo señalando la caja fuerte y entregándome el bolso con el equipo especial con el que abro las cajas fuertes.

-No voy a poder, está no es la caja que estaba en nuestro plan- me giro hacia la caja fuerte y pongo mi palma sobre ella-. Está es más pequeña y cuenta con una barra de vidrio de tras de la puerta, que si en el momento que perforo me equivoco el vidrio se romperá y otra barra de acero puro bloqueará la puerta de la caja fuerte y entonces si no la podremos abrir- me quejo y volteo a verlo para ver su reacción.

-Dime que esto es una broma, Katya- Me mira serio y en un segundo su rostro pasa de estar completamente relajado a ponerse furioso- Rubén investigó sobre esto, no puede ser posible que hayan cambiado la caja de la noche a la mañana, es imposible.

-¿qué haremos ahora? Yo podré abrirla...no sé- empecé a temblar y a sudar frío debido a la presión que comenzaba a sentir en mi pecho.

-Katya, mírame- Sebastián me tomo de la cintura y acerco nuestros cuerpos de manera que nuestras frentes quedarán unidas- Eres la mejor en esto, no necesitas practicar para poder abrirla, sé que lo harás. Estoy aquí contigo, te amo- se acercó para poder unir nuestros labios cuando el radio que colgaba detrás de mi cintura sonó.

-No sé qué es lo que está pasando allá abajo pero debemos darnos prisa, falta cerca de 15 minutos para que la policía aparezca y ustedes no se dignan a subir-Resonó la voz de Marcos dentro de radio portátil- Si no quieren que la competencia llegue a ustedes deben mover esos lindos traseros ahora.

Sebastián toma mi radio y prime el botón para contestar- En eso estamos genio, en 10 minutos nos vemos- Dice y deja de oprimir el botón para enseguida apagarlo.

Comienzo a abrir la maleta para sacar el taladro especial y comenzar a abrir esa maldita caja fuerte cuando la escuchó.

-¡Ni se te ocurra mover otro maldito dedo dentro de esa maleta o será la última vez que respires!- dice con una voz que quisiera que me cortaran las orejas con tal de no oírla.

En eso momento veo a Sebastián apuntar su pistola en dirección a las escaleras- ¡Vaya, vaya! Pero miren a quienes tenemos aquí- dice en tono burlón- claro, si es el puto mal parido y la perra arrastrada.

-Nosotros también estamos encantados de volverlos a ver- dice el líder de la banda Vlack con un tono sarcástico- ahora si nos permiten tenemos una joyería que asaltar y una caja fuerte que abrir.

Me levanto sin importarme que la segunda al mando de nuestra banda enemiga me siga apuntando, me acodo y saco mi pistola para estar frente ellos. Observó sus ojos, lo único que puedo observar debido a los pasamontañas que cubren sus rostros.

-Me temo que llegan un poco tarde, esto es nuestro- Digo con tono firme en mi voz.

No puedo creer que estén de nuevo aquí, otra vez tendremos problemas por saber quién se lleva el botín y la primera plana de las noticias, otra vez los Vlack estropeando nuestros planes. 5 años desde que ellos aparecieron en nuestro camino y no hemos podido quitárnoslo de encima.

Vuelvo a tirar del gatillo y apunto hacia el líder de los Vlack, mientras que la compañera de este me apunta a mí-Ni se te ocurra o te vuelo los sesos- Sonríe y se encamina hacia mí.

En ese momento tira su pistola y comienza a correr para encararme mientras su compañero hace lo mismo para dirigirse a Sebastián. Tiro mi arma y me camino hacia ella. En cuanto estamos cerca siento su puño chocar contra mi mejilla y caigo al suelo; pero antes de que pudiera caer a horcadas sobre mí, pateo su estómago con mi pie y veo como abre su boca para expulsar todo el aire de sus pulmones, ella cae al suelo y comienzo a golpearla en el rostro, las costillas, el estómago y las piernas.

Volteo a ver a Sebastián quien se encuentra en el suelo siendo golpeado por aquel sujeto y me dirijo hacia allá para separarlo de él cuando algo me impide acercarme. Ella Tira de mi cabello desde la gran coleta que lo sostiene a través del pasamontañas que cubre mi rostro y caigo de espaldas sintiendo un dolor recorrer toda mi columna vertebral.

-Si creíste que ya habías acabado conmigo estas muy equivocada, idiota- comienza a arrastrarme por todo el lugar hasta que me deja recargada en la pared cerca de las escaleras. Encuentra otra pistola pequeña dentro de sus botas de piel y me apunta en la frente con ella- Espero sepas comportarte y quedarte quieta en lo que acabo con tu amigo.

En el Instante que se gira, la sirena de alarma comienza a sonar de nuevo. El tiempo se ha agotado y tanto Sebastián como yo nos encontrábamos en manos del equipo Vlack. Mierda.



V.L.A.C.K. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora