Cuando Alexa salió de mi habitación, decidí tomar un baño que me ayudará a despejarme y concentrarme en planear una estrategia perfecta para destruir a los Vlack. Entre hacia el baño y cerré la puerta detrás de mí. Abrí las llaves de la regadera para dejar pasar el agua fría y buscar una temperatura agradable para mi cuerpo. Me despojé de mi ropa, tenía una semana completa con ella. Después de haber regresado de la joyería lo único que hice fue quitarme la ropa que siempre ocupo para las operaciones, estaba llena de sangre por haber abrazado a Sebastián por última vez; únicamente llegué, me bañé, me cambié y no volví a salir de mi habitación.
Metí mi mano de nuevo en la regadera y cuando sentí el agua tibia, me adentre a ésta. Una cortina de agua me mojó por completo y todos los músculos de mi cuerpo se relajaron.
Mientras el agua caía sobre mi sentía un sinfín de sentimientos atravesándome, sentía miedo, impotencia, ansiedad, desesperación, tristeza, angustia y un dolor inmenso en el pecho que no me dejaba respirar bien. Había pasado una semana desde aquel terrible suceso que termino con quitarme lo que más quería. El mejor regalo que la vida me había podido dar, se cruzó en mi camino solo para salvarme de aquella horrible pesadilla en la que me encontraba y sin más la vida se encargó de volvérmelo a quitar.
No podía culparme ni culparlo por lo sucedido, desde el momento en que habíamos decidido hacer esto, tanto nosotros como el resto del equipo estábamos conscientes de las consecuencias que esto tendría. Si alguien llegará a caer prometimos usar los recursos de la banda para poder crear una vida nueva, viajar a otra ciudad o país y conseguir algo digno para nuestro futuro. Un buen trabajo, un lindo hogar, una familia...
Yo planeaba una vida al lado del él, sin necesidad de ver muerto a algunos de nuestros amigos, simplemente lo quería conmigo. Quería una vida alejada de robos y peligros. Quería un buen empleo en cualquier ciudad lejos de aquí, un buen hogar en el cuál pasar momentos inolvidables y por supuesto, una familia. Tener hijos, criarlos, cuidarlos, mimarlos y amarlos junto a él.
Cierro la llave de la regadera y me dirijo a mi habitación pensando lo que sería mi futuro si él no se hubiera ido. Todo quedará en imágenes borrosas que no podremos hacer realidad. Sé que está en un lugar mejor, sé que donde está cuidará de mí y también sé que lo que haré no le gustará.
Me fundo en un jean negro y una remera gris; busco mi campera negra de cuero y una vez que la tengo busco mis converse negras. Me miro en el espejo y luzco un poco demacrada de la cara, tengo ojeras un poco más marcadas que antes y mis ojos siguen rojos y ligeramente hinchados debido a tanto llorar. Me aplico un poco de maquillaje para eliminar mi mal aspecto, me aplico un poco de mascara de pestañas, un ligero tono de labial sobre mis resecos labios y estoy lista.
Bajo las escaleras para dirigirme a la cocina y tomar un poco de café. Me adentro y un agradable olor inunda mis fosas nasales.
-¡Huele delicioso!- cierro los ojos y me dejo llevar por el contraste de olores que hay en la cocina.
-Gracias, Katya- contesta Alexa un poco tímida.
Me dirijo a la cafetera y comienzo a preparar mi café- ¿Y los chicos? necesito hablar con ustedes.
-No tardan en llegar- me regala una sonrisa nerviosa- ¿ya me dirás de que se trata?
Tomo la taza de café entre mis manos, respiro su agradable aroma y comienzo a beber. Aún no puedo asimilar las cosas que han sucedido, aun no puedo quitarme este dolor de encima; cada vez el dolor en mi pecho es mayor y me es más difícil respirar. Necesito hacer pagar al responsable de la muerte de Sebastián, necesito buscar al culpable y refundirlo en la cárcel por el resto de sus días; si eso no llega a suceder, me encargaré de hacer justicia por mi cuenta. Juro por su memoria que lo haré.

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V.L.A.C.K.
AcciónDespués de esa noche todo cambio. Me quitaron lo que más quería en este mundo y no se los voy a perdonar. Me vengaré. Si ellos destruyeron a mi equipo, mi familia, mi vida... yo destruiré el suyo desde adentro.