Capítulo 3

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-Christian, ¿te encuentras bien?- era la tercera vez que le preguntaba sin obtener alguna respuesta de su parte. Teníamos poco tiempo de haber llegado a la gran mansión que me alojaba a mí y al resto del equipo Vlack.

Desde que habíamos salido de ese lugar, los dos estábamos completamente sorprendidos por lo que había sucedido. El trayecto fue rápido y silencioso, nadie comento nada. No quiso hablar conmigo hasta que el resto de mis amigos se perdieron en las demás habitaciones de nuestro hogar. Lo seguí hasta llegar a su estudio y una vez que entre y cerré la puerta detrás de mí, lo oí hablar.

-Liliana, lo mejor será parar por un lapso de tiempo. Si no queremos problemas más graves con la policía lo mejor será desaparecer por algunos meses- me dijo recargándose con la espalda baja en su escrito y cruzándose de brazos para dedicarme una mirada de preocupación.

Teníamos varios minutos de habernos quitado el pasamontañas, así que podía observar detenidamente su mirada. Se veía preocupado, realmente muy preocupado. Eran pocas las ocasiones en las que Christian se encontraba así y cuando eso sucedía era porque realmente no podía controlar la situación.

-Si es por lo que sucedió en aquel lugar, ni tú ni yo tuvimos la culpa, son cosas que suceden y no las podemos controlar. Sabíamos a lo que nos ateníamos al entrar en este juego- dije negándome.- Además dudo que...

- ¿Qué esté muerto? Liliana, ese disparo fue directo a su corazón- me corto de golpe terminando aquello que no quería decir y me dio una mirada fría con aquellos ojos grises que tanto conocía.

Desde que habíamos decidido formar el equipo y hacerle saber a la banda contraria que estábamos dispuestos a ocupar su lugar, me jure hacerles la vida imposible a todos los miembros de la banda Slayers. Sí, era una hija de puta y no me arrepiento de nada, era una desgraciada con todos aquellos que se interponían en mi camino; pero llegar al punto de asesinar o matar a alguien por satisfacción propia no estaba ni en mis más descabellados planes.

Y lo mismo con Christian, pondría las manos al fuego por él aunque se de antemano que no es necesario. Por algo era el líder de nuestra banda.

-Tú no lo mataste- lo miré a los ojos segura de mis palabras y me aleje de la puerta para caminar más cerca de él.

-Ese no es el problema. Al parecer ellos tienen un enemigo en su propia casa.- tomo un largo suspiro y continúo- No sabemos de qué lado está y lo mejor será poner distancia, por eso pido detener esto, al menos en lo que logramos descifrar que es lo que quiere.

-¿Y si nos quiere a nosotros?- alzo una ceja analizando lo que me acaba de decir.

Se queda pensativo y por primera vez se mueve de su posición. Se dirige a la gran ventana detrás del escritorio donde se encontraba recargado, posa su mirada en el cielo que empieza a aclararse con el alba y le toma unos segundos más responder a mi pregunta.

-No lo sé, de cualquier modo debemos estar a atentos a cualquier situación. No tardan en anunciar el suceso en las noticias, por fin conoceremos el nombre del que, hasta hoy, fue el líder de Slayers y pondremos a Kevin a investigar más al respecto.- se voltea y vuelve a mirarme- Quizá puede encontrar el nombre del resto del equipo o algo que nos indique saber quiénes son.

-No lo entiendo, ¿sabes? Cómo... cómo es que tuvo el valor de hacerlo, debe de haber una razón demasiado fuerte para cometer tal cosa. Llevamos un par de años tendiendo riñas con ellos y no es que siempre hayan salido ganado.- analizo el estudio de Christian y encuentro la mesita con la botella de vodka. Necesito un trago- Así que asumo que mucho dinero no deben tener ¿Por qué lo habrá hecho?- termino y comienzo a servir dos vasos de aquella bebida.

V.L.A.C.K. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora