Riren

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El equipo de exploración cabalgaba por el bosque bajo una fuerte tormenta. Las bengalas de colores no se alcanzaban a percibir en el cielo, y así los diferentes grupos quedaron incomunicados.

El comandante Rivalle y Eren quedaron juntos, lo cual no era de extrañar.

-¿Qué debemos hacer?

-Por ahora cierra la boca mocoso, buscaremos refugio en algún lado.

Siguieron cabalgando mientras que la lluvia se volvía más fuerte.

-Heichou

-Te dije que cerraras la boca.- bufó molesto el moreno.

-Esto... Encontré un refugio.

Levi volteo la vista hacia donde Eren apuntaba y guió al caballo hasta allí.

Una vieja cabaña de madera algo desgastada se alzaba frente a él.

¿Qué había sido ese lugar? ¿A quién había pertenecido?

Esas incógnitas rondaron la cabeza de Levi, pero por ahora lo importante era cubrirse de la lluvia.

Ambos ataron a los caballos con rapidez y entraron en la vieja casa.

El lugar estaba vacío, nada más que una chimenea polvorienta se encontraba en el salón. Para suerte de ambos encontraron con que encenderla y calentar un poco el frío ambiente.

-Quitate la ropa.- ordenó él comandante.

-¿Q-qué?

-¿Eres sordo? Te dije que te quitaras la ropa, pescarás un resfriado.

Eren se sonrojó mientras se desprendía del mojado uniforme, sin quitar de encima la vista del moreno quien, también se deshacía de sus ropas.

-H-heichou...- susurró al ver el marcado cuerpo de Rivalle; su torso, brazos y piernas bien formadas; sus muslos y pecho estaban marcados por las correas del uniforme, al igual que el cuerpo de Eren. Nada más que la ropa interior cubría sus cuerpos, -o algo de ellos-.

La lluvia arreció, como los pensamientos en la cabeza de Levi; el mocoso debía ser suyo, bajo cualquier costo, sin importar que se resistiera o no. Para él y sólo para él.

El castaño, comenzó a castañear los dientes, él frío podía penetrar cada célula de su cuerpo. Al darse cuenta de esto, Rivalle salió del salón para buscar unas mantas. Al poco rato regresó, y cubrió a Eren con la manta.

-¿Usted no tiene frío?

-No importa.

El castaño se acercó a él , y le envolvió junto a él sentándose ambos en el suelo.

<¿Cómo es que no lo vi venir?> Pensó el moreno sentado frente a frente con el mocoso.

-Dicen que dos cuerpos desnudos producen calor.- dijo Eren con inocencia.

-Tsk. Idiota.- Levi volteo su mirada hacia la ventana donde podía admirar la lluvia que parecía que no se detendría nunca.

Los cuerpos se rozaron accidentalmente, lo cual provocó una extraña sensación en ambos. Se miraron a los ojos, perdieron la respiración por 0.5 milésimas de segundo, Rivalle apagó todo rastro de sentido común en si mismo y se abalanzó sobre el cuerpo semi desnudo del castaño. Besó con fuerza sus labios, los cuales se apretaron ante el inesperado acto del comandante.

Los verdes ojos se llenaron de lágrimas, Eren no sabía si era emoción de que heichou lo besara o el temor a perder la virginidad.

El niño miraba con miedo al mayor, pero eso no iba a detener al moreno, pues ya no pensaba, simplemente seguía su instinto de poseer al ser más deseable, lo que él quería.

&quot;Addicts&quot; (Yaoi One-shots #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora