Ice Road

Los milagros no existen.

Haruna, junto con su hermano y Fubuki, se dirigieron al parque de diversiones, luego del desayuno.

Haruna tuvo que llamar a Natsumi para averiguar donde se encontraban.
La pelirroja ofreció verlos en los locales de comida.

—Me alegra que vinieran — dijo Endou, quien se encontraba junto con Natsumi.
—bueno, no íbamos a perdernos la diversión — contestó Haruna.
—Kidou volteo a su alrededor — ¿y los demás?
—quien sabe, probablemente aún estén haciendo fila en la montaña rusa. Iban mucho más atrás que nosotros.
—Si es el caso, yo también quiero subirme. Vamos — Haruna comenzó a jalar el brazo de su hermano.
— yo paso, con una vez me basta — dijo el capitán.
— a mi no me gustan mucho esos juegos.
—Que aburridos.
—Yo ire contigo — se ofreció Natsumi al verla con tanta insistencia.
— a mi si que me gusta ese juego.
—Pues vamos, Fubuki.

Los 3 se pusieron en dirección a dicho juego, y cerca, alguien los seguía a pocos metros.

Los 3 amigos se subieron a la montaña rusa, luego pasaron a varios juegos, hasta que, después de unas horas, comenzó a darles hambre.

—me preguntó si Endou y Kidou seguirán donde mismo.
—No lo creo, llevamos varias horas en los juegos.
—Si, es verdad, pero vayamos a comer. No he comido nada desde el desayuno.

Al llegar a los locales de comida, vieron en una mesa a Fuyuka y Aki junto con Fudou y Endou.

—Hola chicos — saludo Haruna.
—hola.
—¿y mi hermano.
—Fue con los demás a comprar la comida, nosotros nos quedamos a apartar la mesa — contestó el capitán.
— muy bien, entonces nosotros también deberíamos ir a comprar.
—Haruna — hablo Fuyuka — ¿podrías venir conmigo un momento?
—Seguro. Pide una hamburguesa para mi, Natsumi.
—de acuerdo.
—Haruna comenzó a caminar al lado de Fuyuka — lamento ser una molestia, pero no me gusta ir sola al baño en un lugar tan concurrido.
— esta bien. Puedo entenderlo. Es más seguro si vamos dos.
—si.
—aunque solo te acompañere. Yo estoy bien.
—gracias.

Finalmente llegaron a los baños. Haruna espero a su amiga afuera.
Unos segundos luego de que Fuyuka entrará, un chico se acercó a Haruna.

—Oye chica.
— Haruna se tenso inmediatamente. Temía que fuera un matón — ¿Qué? — contestó con una mirada amenazante.
—¿me permites un segundo?
—¿te conozco?
—No, ni yo a ti, pero...parece que conoces a alguien cercano a mi.
—si, claro...¿A quién?
—el chico peliplateado con el que estabas cuando llegaste.

"¿chico peliplateado? ¿¡cuando llegué!? ¿es un acosador?" pensaba Haruna, mientras observaba al chico detenidamente.

—¡quita esa cara! No voy a raptarte ni hacerle daño a nadie — dijo un poco molesto.
—entonces, ¿qué es lo que quieres?
— comprobar algo. Ahora, ¿podrías decirme el nombre del chico?
—¿para qué?
— vaya chica — cruzó sus brazos — eso a ti no te importa, solo quiero su nombre.
— ¿por qué? Dame una razón. No voy a confiar en alguien que se me acerca así, y con ese tono de voz.
—Fuyuka salio del baño — Haruna ¿nos vamos? — vio al chico — oh, perdón, no había visto que estabas ocupada.
—No lo estoy — Haruna tomo a su amiga de la mano - vamonos.
— te pareces a Fubuki.

Haruna se detuvo en seco al escuchar el comentario de su amiga. El chico lucia también un tanto sorprendido por aquello.

— entonces si es él...
—¿le conoces? — preguntó Haruna.
— puede, puede que no, ¿Quién sabe?
—... ¿Eres un familiar?

El chico no contesto aquella pregunta. Parecía que su mente se había ido de viaje a el espacio.

—son casi idénticos — comento Fuyuka — podría decir que demasiado. Dudo que no sea un familiar.
—¿Tú crees? Entonces, tal vez debería hablarle a Fubuki para que venga aquí.
—El chico salio del trance — ¡no lo harás!
—...¿Qué? — Haruna entrecerro los ojos — sospechoso.
—eso no es de tu incumbencia.
— es tu culpa por venir a preguntarme por él. Ahora tengo curiosidad.
—eres metiche.
—¡soy reportera! — grito molesta.
—es lo mismo.
—como sea, o me lo dices ahora, o lo llamo haciendolo parecer una emergencia — Haruna saco su celular.
—como si fuera a permitirlo. Primero te quitaría el celular.
—Adelante. Gritaré con todas mis fuerzas. De todas formas, parecerás sospechoso.
—correré.
—te atraparan igual — sonrió de manera desafiante — tu elige.
—... ¿Quién eres? ¿Su novia?
— a la peliazul se le subieron los colores a la cara — ¡¿su novia?!
—oye, Haruna — la llamo su amiga — ¿Fubuki no tenía un hermano menor?
—¿eh? Si...pero había muerto en un accidente, junto con sus padres.
—tal vez los muertos salen de las tumbas.
—¡no juegues con la desgracia de alguien! — Haruna regaño al chico.
—... Si lo hiciera, estaría jugando con mi propia desgracia.
—si, claro. Ahora resulta que eres Atsuya Fubuki, ¿no?
— el chico abrió los ojos como plato — ¿como conoces ese nombre?
— deja de intentar engañarme, por favor.
—Haruna...yo no creo que este bromeando. A mi me parece que si que se parecen mucho.
—me estas diciendo que intente creerme que tengo enfrente al hermano menor de Fubuki Shirou. El mismo que murió, justamente en un día como hoy, hace años. Entonces lo que tendría enfrente seria su fantasma.
—Fuyuka se acercó al chico — yo puedo tocarlo.
—¡Fubuki Atsuya! No, eso es imposible.
—¡deja de repetir ese nombre! — grito él.

Ambas retrocedieron ante tal gritó. No solo eso, el chico se veía bastante afectado. Apretaba sus puños con mucha fuerza.

—...imposible...— dijo Haruna, quien trataba de recomponerse — Tú no puedes ser él.

Todo alrededor de ellos se quedo en silencio. Hasta que se escuchó una voz familiar.

—¡Haruna! ¡Fuyuka! — eran el capitán y Fubuki que habían ido a buscarlas, porque ya se habían tardado. Estaban apenas a unos metros.

El chico estaba a punto de salir corriendo del lugar, pero estaba tieso. Era como si le hubieran aplicado algún tipo de parálisis.

— te deseo suerte — Fuyuka salio corriendo al encuentro de sus amigos, antes de que Haruna pudiera reaccionar — ¡perdón! Aquí estoy.
—¡Fuyupe! Hasta que te encontramos. Oye, ¿donde esta Haruna?
—tuvo que irse al hotel. Parece que se sentía mal.
—¿en serio? Eso explica porque tardaban tanto — Las voces se fueron alejando poco a poco. Perdiéndose entre la multitud.

Haruna y el chico se habían quedado a solas.

—tu amiga acaba de...
—... Si... Eso parece.
—¿Por qué?
—supongo que tiene una corazonada. Más vale que resulte tener razón — Haruna vio al chico — ¿y bien? ¿Tienes alguna prueba que confirme lo que pienso? Sino me iré. Yo no tengo nada que perder.
—¿comprobarte que yo soy yo? No es difícil. Solo si es que alguna vez viste alguna foto mía.
—no.
—¿fotos de él de cuando era niño?
—tampoco.
—no puso evitar suspirar — bueno, al menos espero que lo reconozcas. No debería ser difícil — sacó una foto de su cartera, y se la entrego a ella — está un poco maltratada, pero es la única que tengo.

Haruna observó con detenimiento la foto. Su amigo tenía un rostro tan feliz. Sonreía como nunca lo había visto.

—Haruna levanto la mirada — oye, Atsuya... ¿Qué día es hoy?