Sentía que no podía moverme. Literal, estaba tiesa, ni siquiera respiraba.
Analice sus palabras, pero en mi mente solo se repetía la palabra "prometido".
De repente todo cobro sentido y comencé a reír fuertemente.
Oh por Dios, que alivio.
Reí unos minutos más, hasta que me tranquilice.
-Oh Dios.-negué con la cabeza.- Dile a Gigi que esa fue una buena, pero que me las va a pagar.
El joven, que al parecer su nombre era Noah, me miro confundido. Abrí la puerta y le salude con la mano, pero antes de cerrarla, puso su mano e hizo fuerza, logrando que no la cerrara.
-Creo que me has entendido mal.-medio sonrió y yo fruncí el ceño.
-¿Por qué?
-Porque soy tu prometido.-alce las cejas.- Es un matrimonio arreglado.
Di una carcajada irónica.
-¿No se supone que debo ser mayor?
-Cumplirás dieciocho en tres meses, ¿verdad?-asentí.- El 26 de septiembre, ¿verdad?-fruncí el ceño y volví a asentir.
-Mira...-le sonreí.- No sé quién eres, no sé qué quieres, pero te conviene alejarte si no quieres que te pateé el trasero.
Con lo poco que Noah retrocedió cerré fuertemente la puerta y el seguro automático se activó. Me di media vuelta y decidí subir las escaleras para no tener que tomar el ascensor y que ese tipo me estuviera viendo.
Llegue al departamento y lo primero que hice fue buscar a Ginger.
Estaba molesta.
-¿Qué clase de broma fue esa?-Gigi estaba en su baño aplicándose alguna mascarilla para el rostro. Los chicos estaban durmiendo en el sofá.
-¿Cuál broma?
-Te vengaste.-Gigi frunció el ceño.
-Kelsey, ¿de qué demonios hablas? Yo no me he vengado aun.
-¿A qué te refieres?
-Aún sigo pensando mi venganza.-me explico. Sentí mi sangre helarse.- ¿Por qué?
-Es que...-fruncí el ceño.- Abajo hay un chico que dice ser mi prometido.
Gigi me miro confundida.
-¿Cuándo te comprometiste...? No, espera. ¿Cuándo tuviste novio?-bromeo.
-Es enserio.-le di un golpe en el hombro.
-¿En serio?
-Dice llamarse Noah Kelly y que es mi prometido.-Gigi dejo de mirarse en el espejo y me prestó atención.
-Cuéntame bien.-suspire y comencé con mi relato. Al cabo de unos minutos Gigi se encontraba con la misma mirada confusa que yo.- ¿No será una broma? Digo... Puede que alguien lo haya enviado.
-Eso también lo pensé, pero ¿Quién?
-No lo sé.-Gigi miro su rostro y de la gaveta saco una pequeña esponja y comenzó a quitarse la mascarilla.
-Yo necesito una de esas.-hice un puchero.
-Mañana te hago un tratamiento facial.-le sonreí.
-Debo ducharme, tengo mi turno en media hora.
-Okay.-enjuago la esponja.- Nos vamos juntas.
-Okay.-canturreé desde mi puerta. La cerré e ingrese al baño.
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Lost Princess.
RomanceNo siempre somos quienes decimos ser. Algunas veces simplemente decidimos ocultar una parte de nosotros por el bien de los demás, o por el de nosotros mismos. Un día, es cuando todo cambia, cuando todo lo que era deja de serlo, cuando todo lo que co...