Capítulo 5: "¿Es posible?"

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Camine en silencio, pensando, re pensando y aun mas pensando.

Suspire mientras con la poca iluminación que poseía la calle, mire otra vez la foto y la inscripción que había detrás.

-Es que... es imposible, simplemente imposible.-negué otra vez.

Noah ya había escuchado esa frase de mí a las menos otras cuarenta veces.

-¿Qué más necesitas para creerme?

-No lo... se.- es que todo apuntaba a ser verdad, pero al mismo tiempo era tan absurdo. Tan irreal y tan estúpido.

-¿Entonces?

-Es que...-me gire a verlo. Habíamos llegado a la puerta de mi departamento.- Entiéndeme, me es difícil creer lo que un guapo extraño me viene a decir de un día para el otro.-vi una sombra de una sonrisa cuando dije "guapo extraño", evite sonrojarme y continúe enfocándome en mi punto.- Y luego me presenta cosas en las que puedo creer pero al mismo tiempo es tan... absurdo.

-No lo es.-me miro fijo y me tomo por los brazos, debido a como lo fulmine, me soltó.- Solo debes encontrarle el lado coherente.

-¡No lo tiene!-me estaba hartando.- No te pones de mi lado, y eso no me hace más fácil a mí.

Noah hizo un amago de comenzar a hablar, pero yo ya tenía mis llaves en la mano y había comenzado a abrir la puerta.

-Espera.-tomo mi muñeca, me tense, pero no le aparte.- ¿Puedo venir mañana en la tarde y mostrarte algo?

Me gire.

-¿Qué cosa?

-Es algo que puede probar que digo la verdad.

En sus ojos vi... sinceridad. Una palabra de la que no escuchaba ni veía hacia tanto tiempo. Di un resoplido.

-Por favor Kelsey...-me rogo.- Te prometo que si no me crees te dejare en paz y que entonces el pueblo de Gredda decida qué ocurrirá.

Fruncí los labios.

¿Perdía algo? Algo en mi deseaba creer pero al mismo tiempo...

-Está bien.-susurre. Le mire. Noah intento no sonreír, pero no lo logró.

-Vendré a las seis de la tarde.

Asentí, me voltee y tome la manija de la puerta mientras la abría.

-Es el 6-B

Noah me asintió y con una sonrisa dio media vuelta y se fue.

Camine hasta el ascensor que se encontraba en la planta baja y entre en este. Presione el botón 6 y las puertas se cerraron. Me apoye contra el cristal, mire a los ojos en el espejo y vi mis ojos color miel.

¿Acaso podía considerarlo posible?

***

17:45.

Mire el reloj con nerviosismo.

-Mirar tanto el reloj no hará que la hora pase más rápido.- Gigi estaba abriendo la nevera mientras que veía el reloj electrónico de la pared.

-Al menos es algo para hacer.

La noche anterior no pude dormir nada con el solo pensar de todo lo que pasaba en estos tres días.

-Aun no puedo creer que hayas decidido aceptar salir con él.

Lo peor es que no le dije que vendría.

-Es guapo, solo quería darle una oportunidad.

Gigi puso los ojos en blanco mientras tomaba una manzana del refrigerador.

-Debo empezar mi turno en diez minutos.

Me gire rápidamente a ver el reloj de la pared. Habían pasado cinco minutos.

Al girar mi cabeza mi cuello crujió y Gigi hizo una mueca.

-¿Estas bien?-asentí.

Gigi miro su reloj pulsera. El restaurante donde era camarera quedaba a cinco minutos en metro, y la parada más cercana estaba a cinco calles.

-Ya me voy.-se alejó de la cocina y escuche sus llaves caérsele.- ¡No estés tan nerviosa y ten cuidado!-escuche como abría la puerta.- ¡Te amo!

-¡Cuídate, te amo!-le grite de regreso y escuche como la puerta se cerraba.

Me levante al saber que estaba sola finalmente y sentí como los nervios burbujeaban en mi interior de solo saber todo lo que Noah podía llegar a decirme.

Si traía la información suficiente, y si era verdad... ¿Qué haría?

Camine al baño y me moje el rostro, luego me cepille los dientes, después de enjuagarme la boca volví a mojarme el rostro. Me seque con una toalla y comencé a maquillarme. Algo simple, solo para que no se notaran las ojeras bajo mis ojos. Luego fui a mi habitación y me quite el pijama. Me puse unos jeans azules, sobre estos me coloque una blusa gris que tenía las cabezas de Mickey y Minie de espaldas, en la espalda de la blusa tenía un pequeño cierre. Busque unos vans grises y me los puse luego de calzar mis pies con unos calcetines blancos. Mi cabello aún estaba algo húmedo, pero aun así algunos rizos suaves comenzaban a marcarse, me coloque un gorro de lana del mismo color que los vans. Me mire en el espejo, me veía bien pero... aun así en mi rostro se notaba el nerviosismo.

El timbre sono en todo el departamento, y lo pude notar porque era la melodía del opening de Los Simpsons.

Mi corazón se detuvo un momento. Suspire y dando media vuelta salí de mi habitación mientras cerraba la puerta y me encaminaba a la puerta principal.

-¿Quién es?-pregunte a dos pasos de la puerta.

-Soy Noah.-contestaron del otro lado. Mi estómago se retorció un poco.

Ya nervios, basta.

Di un suspiro y me decidí a terminar con esto de una vez por todas.

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Hola holaaa!!

¿Como andan?

Acá les dejo otra parte más de esta bonita historia.

¿Qué les esta pareciendo hasta ahora? Lo interesante se acerca, se los prometo.

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Y por si les interesa también pueden visitar mi otra historia en mi perfil: "Lo que nadie sabe de mí."

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