Capítulo 4

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Me miré al espejo sonriendo. Llevaba puestos unos jeans muy apretados, pero podía soportarlos junto a un top azul y una chaqueta de cuero negra acompañada de mis converse negras.

Pasé mi lápiz labial rojo por mis labios y luego me apliqué rímel.

Peiné mi cabello dejándolo suelto y algunos mechones se pusieron frente a mi campo de visión. Los soplé pero no funcionó mucho así que decidí ponerlos detrás de mí oreja.

Ya habían pasado 5 días desde que había visto a Chase, 5 interminables días.

Pero por fin hoy había recibido su glorioso llamado y en 2 horas estaría participando en mi primera carrera clandestina.

Estaba muy emocionada.

Escuche el timbre sonar y le sonreí al espejo por última vez.

Bajé por las escaleras de dos en dos dando saltitos.

― ¡Chase! ―Chillé cuando abrí la puerta y me lo encontré del otro lado.

No dude ni un segundo en abrazarlo. Habían sido solo 5 días, pero igual lo había extrañado. Y contando que antes de la última vez que lo vi no lo había visto en años.

El rió mientras me devolvía el abrazo.

―Gracias―Murmuré separándome de él.

El hizo una mueca al saber a lo que me refería.

― ¿Vamos? ―Preguntó y yo asentí sonriendo.

Corrí hacia su auto y abrí la puerta entrando rápidamente al asiento de copiloto.

―No se vale, yo quería ser un caballero y abrirte la puerta―Dijo sentándose en el asiento del piloto.

Rodé los ojos divertida.

―No vamos a una cita, así que no tienes de qué preocuparte―Sonreí y él se sonrojo levemente― ¿En dónde se realizara la carrera?

Lo sé, estaba muy emocionada. Mientras que hay algunas personas que quieren dejar este mundo pero no pueden, yo insisto en entrar.

Pero no era solo por diversión, también podría encontrar al asesino de mi hermana, uno nunca sabe.

―Se realizara en la ruta que está a las afueras de la ciudad, a estas horas no hay nadie circulando por ahí, tardaremos casi 2 horas en llegar, puedes dormir si quieres―Sugirió.

No sé si lograría dormir, pero lo intentaría.

(***)

―Addy―Murmuró una voz―Hemos llegado

Abrí mis ojos. No me había dado cuenta que me había quedado dormida.

Observé a mí alrededor a través de la ventana.

Había 2 autos a la izquierda del de Chase y 3 a la derecha. Había mucha gente y varios tenían dinero en sus manos listas para comenzar a apostar. Los conductores de los otros autos se estaban besando con sus novias como sin nos la volvieran a ver. Aunque hablando de las carreras clandestinas...todo podía suceder.

Observé bajar a Chase así que decidí imitarlo.

Lo seguí,observe como saludaba a un par de chicos, luego se giró para mirarme y me hizo señas para que me acerque.

―Chicos, ella es Addeline―Me presentó cuando llegue a su lado―Addy ellos son Nathan―Señalo a un rubio con ojos azules y pocos tatuajes―El Cameron―Este tenía el cabello castaño claro y ojos verdes con pocos tatuajes―Y el Jared―Señalo a uno de cabello negro y ojos café, tenía un poco más de tatuajes que los anteriores.

Ellos me sonrieron amistosamente. Por suerte no son unos cerdos que te observan con lujuria.

―Hola―Dije tímida.

―No seas tímida, Chase nos habló mucho de ti―Dijo Nathan.

―Y tranquila, no fueron malas―Siguió Jared.

―Puedes confiar en nosotros―Concluyó Cameron.

― ¿Ves? Son de confianza―Me sonrió Chase.

Parecían de confianza...tal vez lleguemos a hacer amigos.

Sentí una mirada en mi nuca que hizo que se me erizara la piel. Tenía miedo de girarme, pero igual lo hice.

Me arrepentí al instante al ver a un chico que me miraba fijamente, su mirada era fría y sonreía cínicamente. Daba miedo.

Volví mi mirada a los chicos rápidamente y ellos me miraron confundidos.

― ¿Qué pasó, Addy? ―Me preguntó Nathan.

Dudé si decirles o no, pero sería mejor decirles.

―Un chico me estaba mirando―Dije―Y daba miedo

Ellos miraron por detrás de mí y tensaron su mandíbula.

―Drew―Murmuró Jared.

― ¿Quién es? ―Pregunté temerosa.

―Es uno de los mejores narcotraficantes y también uno de los más temidos, ten mucho cuidado con él, Addy―Me advirtió Cameron y yo tragué saliva.

Todos comenzaron a subir a sus autos, incluyendo ese tal Drew.

―Es hora―Me dijo Chase.

―Adiós, Chicos―Les sonreí.

―Adiós―Dijeron al unísono.

Chase y yo entramos al auto y vimos a una chica con una bandera enfrente de los autos.

Cuando bajó la bandera todos los autos comenzaron a andar a toda velocidad, incluyéndonos.

Por instinto me agarré del asiento.

Chase conducía alerta a cualquier movimiento de los otros autos.

Ví que uno de los autos se desvió de la carretera girando. Busqué al causante de ese accidente.

―Fue Drew―Aseguró Chase―Siempre hace lo mismo―Dijo con la mirada fija en la carretera.

Tragué saliva duramente y con miedo. Ya era tarde para arrepentirme de esto. Y no puedo negar que Chase me lo advirtió.

Minutos después otro auto se salió de la carretera culpa de Drew.

Quería decirle a Chase que el miedo estaba recorriendo mis venas, pero no quería ser una molestia. Él tenía que estar concentrado en la carretera.

Otro auto volvió a desviarse de la carretera y yo cerré los ojos con fuerza evitando llorar.

―Tranquila, no pasará nada, estaremos bien―Dijo Chase pero pude notar que él también tenía un poco de miedo.

Asentí aun con los ojos cerrados. Suspiré diciéndome que todo estará bien y abrí mis ojos.

Otro auto menos.

Sólo quedábamos nosotros y Drew.

Un sollozo se escapó de mi garganta.

―Addy, todo estará bien, ya me ha pasado esto―Susurró y sé que lo dijo de verdad.

Estábamos a pocos metros de la meta.

Todo estará bien. Todo estará bien.

Justo cuando íbamos a llegar sentí un golpe en la puerta que estaba yo y el auto se desvió girando sin parar.

Yo estaba gritando y llorando. Nos chocamos con un árbol y todo se volvió negro.

El Asesino De Mi Hermana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora