Capítulo 18.1

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Hola~

Este es el último capítulo!! Lo he tenido que dividir en 2 partes porque es extremadamente largo (es más, aún ni está acabado xDDD). Por lo que hoy subiré esta parte, y en unos días subiré la siguiente :)

No me puedo creer que este sea el último capítulo... Se me ha hecho tan corto estos dos meses, que creo que voy a llorar TT^TT

Muchísimas gracias por todo, de verdad! Sois los mejores lectores del mundo. Gracias a vuestro apoyo he podido seguir adelante con esta historia, ya que siempre suelo quedarme bloqueada en alguna parte... Pero con esta no! y todo gracias a vosotros!

En unos días subiré el 18.2 ^^

Así que espero que disfrutéis este capítulo, tanto como yo escribiéndolo :D

Un besazo enorme! ♥

~(*3*)~

Al día siguiente...

Wendy me acompañó al médico para que pudieran diagnosticar que problema tenía en la rodilla; ya que por la mañana me había levantado con la rodilla muy morada casi de color negro, y me dolía mucho al moverla; y como Hajime no podía acompañarme porque estaba muy ocupado con los partidos de eliminatoria, con la ayuda de mi amiga, y de su madre, que fue la que nos llevó en coche, nos dirigimos al médico, donde no tuvimos que esperar mucho a que me atendieran.

Estaba nerviosa, porque no quería que este golpe me impidiera seguir practicando durante un tiempo; ¡perdería el ritmo si eso pasaba! ¿y si era más grave de lo que yo creía? No estaba dispuesta a perderme la final... Había luchado y practicado demasiado como para ahora no poder competir.

-Tranquila, Mika-Chan... ¡Ya verás como todo va a estar bien!

Wendy cogió mi mano, y me dedicó una sonrisa tranquilizadora para darme apoyo. Le devolví el gesto no muy convencida, ya que no era la primera vez que iba al médico por una caída. Cuando estudiaba en NY, estuve cerca de dos meses con una pierna escayolada por lo mismo; las malditas piruetas; aunque esa vez fue rotura de tibia y peroné. Os puedo asegurar que fueron los dos meses más aburridos de mi vida.

Me dediqué a mirar a mi alrededor, aún con la mano de Wendy cogida; y me quedé mirando fijamente al hermano pequeño de Wendy, de 6 años de edad, que se encontraba sentado a mi lado mirando una revista sobre coches con mucho interés; y un asiento más allá, estaba la madre de Wendy, que hablaba animadamente vía mensajes en el teléfono, con una sonrisa plasmada en el rostro.

Los padres de Wendy se separaron unos meses antes de yo conocerla en la escuela media en América. Según me comentó al cabo del tiempo, sus padres no se llevaban muy bien desde hacía un tiempo, y su hermano fue fruto de una riña de una noche. Su madre y ella tenían una relación de madre e hija, pero también de buenas amigas, ya que su madre la tuvo cuando solo tenía 20 años. Yo no conocía a su padre, ya que él volvió a EE.UU nada más separarse de su mujer, pero según me dijo Wendy, lo mejor que le pudo pasar a aquella familia era que su padre se fuera. Era mucho más mayor que su madre, sacándole 12 años de diferencia, y era un controlador y posesivo, que le puso los cuernos a su madre más de una vez.

Me daba lástima por mi amiga. Siempre me decía que tenía mucha envidia de mi familia, ya que estábamos muy unidos y todos nos queríamos mucho. En más de una ocasión, me dijo que tenía miedo de ella misma, ya que ella era igual que su madre; tuvo muchos novios durante su adolescencia, y en su juventud conoció a un ricachón americano, tuvo una noche loca con él, y éste, al enterarse de que su madre estaba embarazada, decidió cuidar de ambas; hasta que un día se hartó y empezó a tener amantes y más amantes. Por eso Wendy tenía miedo, porque no quería acabar así.

Must Be Crazy (Kageyama X OC X Oikawa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora