Capítulo 8: "¿Dónde estoy?"

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Una bella jovencita pelinegra vestida con su traje de novia despertaba de su profundo sueño. Miro confundida a su alrededor y se paro adormecida de la cama.

¿Dónde estoy?, pensó la jovencita, camino con pesadez hacia la ventana, que tenía una reja que la cubría y lo único que vio fue el mar y arena. Debo estar soñando pensó la bella joven pellizcándose su brazos para despertar de ese raro sueño, pero el efecto fue el mismo seguía en la misma habitación vestida con su traje de novia, alarmada empezó a gritar.

Auxilio, auxilio. Sintió unos pasos acercarse a la puerta y girar la perilla de la misma, luego vio ingresar a una mujer de cabello recogido y lentes, vestida con un conjunto color azul que ingresaba con una pequeña fuente.

Ya despertó, aquí le dejo sus alimentos dijo la antes de intentar retirarse.

Esperé, dijo la pelinegra.

¿Se le ofrece algo más?, pregunto la mujer.

Sí ¿quiero saber dónde estoy', dijo la bella joven.

Lamento no poder darle esa información a mi me pagan por cuidarla y darle sus alimentos a sus horas, dijo la mujer.

¿Quién le paga?, dijo la pelinegra.

No puedo decirle, el joven pronto vendrá y allí le hace las preguntas que desee dijo la mujer con amabilidad. ¡ah¡, y no intente escaparse esta vigilada, dijo la mujer antes de salir, dejando a una desconcertada pelinegra que no entendía que sucedía.

Cuando de repente al verse vestida de novia pensó ¡Gokú¡, ¿Quién me secuestro?, decía la bella joven empezando a sollozar.

Casa de Gokú:

Hijo ¿aún no la encuentran?, preguntaba preocupado el anciano.

No abuelo, decía con tristeza el joven de cabello alborotado.

¿Y qué piensas hacer?, decía el anciano viendo como Gokú se colocaba su casaca para salir.

Voy a buscarla por toda la ciudad, no voy a descansar hasta encontrarla dijo Gokú, saliendo de su casa.

Mansión de Turles:

¿En verdad no tuviste nada que ver con la desaparición de Milk?, preguntaba un hombre maduro.

No padre, pensé que por primera vez en tu vida me creías algo, decía Turles fingiendo molestia.

No es eso hijo, pero no entiendo que pudo pasar con ella, Ox está desesperado por su hija, dijo el hombre.

Yo estaría igual amor, si mi hijo desapareciera de un momento a otro dijo la madre de Turles.

Entiendo al señor Ox, pero yo no tengo nada que ver en ello, hace tiempo que no veo a Milk, desde que terminamos dijo fingiendo molestia Turles.

Yo confió en ti hijo dijo su madre.

Gracias madre, no sabes lo feliz que me haces decía con cinismo Turles.

Isla:

Milk, se volvió acercar a la ventana mientras pensaba en Gokú y en todo lo que su amado prometido debería estar sufriendo.

Tengo que buscar la forma de salir de aquí e ir junto a ti mi amor, dijo la pelinegra.

Gimnasio Android:

Tomate el tiempo que necesites hasta que la encuentres, cuentas con todo mi apoyo, dijo Diecisiete.

Gracias por tu apoyo, dijo el joven de cabello alborotado saliendo del gimnasio.

En la cárcel:

Ya te he dicho que yo no tuve nada que ver, yo será la más feliz cuando me entere de esa boda, ya que al fin Turles pagaría todos sus desplantes dijo al rubia.

¿Entonces sino fuiste tú? ¿Quién?, dijo Vegueta.

Estoy segura que es Turles quien está detrás de todo esto, dijo Lunch.

Si nosotros pensamos lo mismo dijo la peli azul.

Pero no es así, el día de la boda el estuvo todo el tiempo en su casa dijo Vegueta con molestia.

Pero bien pudo pagar a alguien, dijo Lunch.

Si tienes razón, dijo la peli azul.

Miren yo les aconsejo que lo vigilen a él y a Raditz, el siempre lo ha apoyado en todo, dijo Lunch con molestia.

¿Raditz?, como no lo pensé antes, dijo Vegueta.

Vigílenlos con prudencia, esperen que se confíen y entonces de seguro darán con ella dijo la rubia.

Gracias Lunch y disculpa por incriminarte, dijo Vegueta.

No se preocupen con mis antecedentes cualquiera lo hubiese pensado, pero como ya les dije ese muchacho nunca me hizo daño, no saben cuan arrepentida estoy de lo que le hice a Milk, dijo la rubia con tristeza.

Lo importante es que estas arrepentida y pronto saldrás de acá, dijo al peli azul con una sonrisa.

Isla:

La perilla de la habitación dónde se encontraba la pelinegra se abrió, entrando nuevamente la mujer.

Le traje ropa limpia para que se cambie dijo la mujer dejando la ropa sobre la cama. No ha comido nada, dijo la mujer mirando la fuente.

No tengo hambre, solo ¿quiero saber dónde estoy?, ¿dónde está mi prometido?, dijo la bella pelinegra sollozando.

Ya le dije que no puedo decirle nada, discúlpeme me retiro, me llevare esto, le traeré nueva comida, dijo al mujer saliendo de la habitación y cerrándola con seguro.

Padre, Gokú, decía la bella pelinegra llorando sentada en el borde de la cama mirando su hermoso vestido blanco.


LOS CAMINOS DE LA VIDA (Segunda Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora