LOS CAMINOS DE LA VIDA (Segunda Temporada)

Capítulo 11: "Los meses más tristes de mi vida"

Milk, se encontraba nerviosa en aquella pequeña y fría habitación, cuando de repente la puerta se abrió y por ella entro Turles junto a una pequeña anciana, que al mirar en el suelo a la jovencita sintió lástima de ella.

¿Para ella es el trabajito?, pregunto la mujer al moreno.

Si señora, respondió Turles con cinismo.

Pero es muy joven, un trabajo así pondría en riesgo su vida, dijo la mujer con preocupación.

Yo le pago para que haga el trabajo y a ella la deje con vida, dijo Turles.

Pero no sé si...

Mire señora vea si puede hacerlo, si en caso no se puede ya veré como me deshago luego yo de la criatura, dijo el joven moreno.

Déjame sola, yo te aviso cuando ya haya terminado dijo la mujer.

Así me gusta, dijo el moreno, saliendo de la habitación y cerrando con seguro la puerta.

La anciana se acerco a la pelinegra y con sus manos levanto su rostro y le dijo: Tú no estás embarazada, nunca has estado íntimamente con ningún muchacho ¿por qué mentiste?, dijo la anciana mujer.

La pelinegra se sorprendió ante tal aseveración y le dijo ¿cómo lo sabe?, por favor no se lo diga es la única manera que encontré para que no me violara, dijo la jovencita sollozando. Ayúdeme a escapar de aquí señora me tiene secuestrada, mi prometido y mi padre deben andar buscándome, decía la pelinegra llorando.

Soy una bruja muchacha, puedo percibir cosas que otras personas no pueden, me gustaría ayudarte pero no puedo, si lo hago ese joven es capaz de matarme a mi o a mi familia, me lo dijo, me trajeron al igual que a ti con amenazas. ¿Cuánto tiempo crees que puedas sostener esta farsa?, pregunto la anciana.

El tiempo que sea necesario hasta que encuentre la forma de salir de aquí, dijo la pelinegra con firmeza, secándose las lágrimas con la palma de su mano.

Entonces le diré al joven que no pude hacerte abortar, porque estas muy débil y puedes morir, tómate esto dijo la anciana dándole un frasco a la pelinegra, este remedio te producirá ciertos estragos como si tuvieras una gripa muy fuerte, le diré que te pusiste mal por eso no puedo arriesgarte, dijo la anciana con amabilidad.

Gracias señora, dijo la bella pelinegra.

Mi nombre es Uranai Baba, y no llores linda hay que tener fe, ojala y pronto puedas librarte de este infierno dijo la amable mujer.

Minutos después:

Fuera de la habitación de Milk, Turles hablaba con la anciana.

La muchacha está muy débil, incluso empezó a sudar frio, ahora está en cama, creo que lo mejor es no realizar el procedimiento por ahora, dijo la mujer.

¿Entonces cuándo?, dijo Turles furioso.

Mira muchacho, déjala que tenga su niño, cuando nazca, regálamelo a mí, estoy vieja y sola, sería una gran compañía para mí, además así evitas que la jovencita te tenga más rencor, dijo la anciana.

Luego de unos minutos de pensarlo Turles dijo con molestia: está bien, todo sea porque a ella no le pase nada.

Semanas después:

Los días y semanas pasaron. Turles cada día se portaba más violento con Milk, la abofeteaba cada vez que ella no dejaba besarse, incluso un día estuvo a punto de golpearle el vientre, claro que Milk como seguía con el engaño de su embarazo, se protegió del ataque evitando supuestamente un mayor daño.

Ya paso un mes decía con nostalgia la bella joven mirando através de su ventana, si sigue pasando el tiempo y no logro escaparme no sé como podre mantener este engaño. Si Turles se entera que le mentí me matará, decía la jovencita mirando los moretones en sus brazos y tocándose con una mano sus adoloridos ojos que se encontraban moreteados.

Gimnasio Android:

¿Y cómo te fue?, preguntaba Diecisiete al joven de cabello alborotado.

Mal amigo, no la encontré por ninguna parte, ¡no se qué hacer¡ decía entristecido el joven de cabello alborotado.

No pierdas las esperanzas amigo, decía Krilin.

No Krilin yo nunca me daré convencido voy a buscarla por cada rincón de este país si es necesario, dijo Gokú.

Cuentas con mi apoyo dijo Diecisiete.

Gracias, dijo Gokú.

Isla:

Turles entro a la habitación de Milk con una pequeña fuente, y arrojándola sobre una mesa.

Cómetela, no quiero que te mueras, dijo Turles mirando al pelinegra toda amoreteada.

Discúlpame, si tu cooperaras no te haría daño, dijo el moreno mirando a la pelinegra que lo observaba con temor. Se supone que ya vas a cumplir 4 meses no, pero la panza aún no te crece dijo Turles observándola.

El embarazo recién es perceptible al partir del quinto mes, respondió la pelinegra con temor.

Quiero que pasen rápido estos malditos meses para deshacerme de ese mocoso, luego tú y yo nos iremos muy lejos de aquí, dijo Turles riendo.

Turles porque no buscas una mujer que te ame a ti, yo no te amo, dijo la pelinegra.

Tu no entiendes verdad, dijo Turles yendo hacia ella y zarandeándola del brazo, ¿quieres que vuelva a golpearte?, dijo con cinismo, mientras la pelinegra lo miraba con inmenso temor.