LOS CAMINOS DE LA VIDA (Segunda Temporada)

Capítulo 17: "La pesadilla termino"

(Antepenúltimo capítulo)

Luego de caminar por las hermosas calles de New York, Gokú y Milk volvieron al hotel, Gokú llevo las bolsas que habían comprado a la que era su habitación y que a partir de ese momento seria de Milk por el tiempo que estarían allí.

¿Dónde crees que puedan estar mi ángel?, decía Gokú mientras se sentaba al lado de la bella joven en el pequeño recibidor.

No lo sé, ojala y lo encuentren pronto, tengo miedo de intente hacernos algo, decía preocupada la bella jovencita.

No tengas miedo preciosa, yo no voy a permitir que intente volver a separarnos. Gokú le dio un beso en la frente y le dijo con una sonrisa: Es hora de dormir.

Milk entro a la que era la habitación del joven de cabello alborotado, mientras él acomodaba el sofá para dormir en el.

1 semana después: "Texas"

Los tenemos rodeados, señor, ahora no podrán escapar, decía un hombre rubio, alto delgado de lentes.

Dentro de la casa:

Maldición que hacemos Raditz, ¿cómo dieron con nosotros?, están armados y son muchos, decía furioso Turles.

No lo sé Turles, pero creo que ahora ya no podemos hacer nada, lo mejor será entregarnos y buscar la manera de conseguir un buen abogado que nos libre de una condena, decía Raditz nerviosamente.

La puerta fue tirada abajo y muchos hombres vestidos de traje negro entraron dentro de la casa, arriba las manos, no les conviene oponerse, dijo uno de los hombres dando la orden para que les coloquen los grilletes en las manos, mientras él apuntaba con un revólver.

¿Quiero solicitar un abogado?, dijo Turles.

Lo hará joven pero cuando este en su país ahora ustedes dos serán extraditados dijo el hombre, mientras Turles y Raditz se miraban con resignación.

Hotel:

Gracias mi ángel esta delicioso, decía Gokú acabando su desayuno. En eso su celular timbro: ¡Alo¡, si claro ahora voy para allá, decía alegre el joven.

¿Quién era cariño?, preguntaba la pelinegra mientras mordía su pan.

El negocio por el que vine fue aceptado, tengo que ir a que me firmen el contrato, decía Gokú, cuando nuevamente su celular sonó: ¡Alo¡, a Gokú se le formo una gran sonrisa al escuchar la noticia. Gracias por avisarme, dijo el joven antes de cortar la llamada.

Y ahora ¿quién fue?, dijo la pelinegra.

Los capturaron Milk, ahora mismo los están llevando de regreso a nuestro país, decía Gokú con una gran sonrisa.

Al fin la pesadilla se acabo, dijo feliz la pelinegra abrazándose a Gokú.

Acompáñame mi ángel a la firma del contrato, luego iremos a comprar los boletos para regresar, ya que tienes que ir a declarar, pero antes de irnos celebraremos esto como se debe dijo Gokú dándole un apasionado beso, para luego salir de la mano de su prometida a firmar el contrato.

1 hora después:

Un hombre rubio estampaba su firma en unos documentos, luego sellaba el acuerdo estrechando la mano del joven de cabello alborotado.

Un gusto hacer negocios contigo muchacho, dijo el hombre.

Minutos después en el aeropuerto:

Entonces no tiene  dos asientos disponibles para hoy, decía lamentándose el joven de cabello alborotado.

¿Qué sucede cariño?, dijo la bella pelinegra.

No podemos viajar hoy, todos los vuelos están copados, dijo Gokú.

No te preocupes cariño, ve el vuelo más próximo, dijo la pelinegra.

¿Señorita y el vuelo más próximo? Dijo Gokú.

Mañana a las 9 am, dijo la señorita.

Deme dos boletos de ese horario, dijo Gokú con una sonrisa.

Ahora si vamos a festejar, dijo Gokú.

Amor, mejor vamos a comprar algo, yo preparo la cena y nos lo comemos tranquilo en el hotel, en la habitación tenemos una pequeña cocina ¿no?, hay que usarla por última vez, dijo la pelinegra.

Está bien mi ángel si así lo quieres, dijo Gokú dándole un beso en la mejilla y saliendo con ella del aeropuerto.

Horas más tarde:

Huele delicioso, mi ángel y se ve delicioso, decía Gokú sentándose a la pequeña mesa de dos que compartían esa noche.

¿Te gusta?, decía la bella jovencita mirando comer los platillos que preparo al joven de cabello alborotado.

Si Milk, cocinas delicioso, nunca pensé que cocinaras tan bien dijo Gokú.

Me estuve preparando para ser una buena esposa para ti, dijo la bella jovencita con una sonrisa.

Pues sin duda lo eres así no supieras cocinar yo igual te amaría, dijo Gokú haciendo sonrojar a Milk.

Una vez que terminaron de cenar Gokú se ofreció a ayudar a Milk con el lavado de platos, mientras ella los secaba.

Ya es hora de acostarnos, dijo Gokú dándole un dulce beso a Milk, antes de retirarse al sofá.

Gokú está última noche aquí, duerme conmigo, le dijo Milk, sonrojándose.

Pero, no está bien que........, decía el joven de cabello alborotado.

Gokú, ¿qué estas pensando?, decía fingiendo molestia la bella pelinegra.

Nada, nada, discúlpame, dijo Gokú sonrojado.

No te preocupes pero duerme conmigo si, dijo la bella jovencita.

Está bien Milk, voy a cambiarme y ya vengo a acostarme a tu lado, dijo Gokú.

Minutos después:

Un par de jóvenes pelinegros dormían profundamente abrazados dejando atrás toda la pesadilla vivida en esos seis meses.

Al día siguiente:

Gokú fue el primero en despertar miro el reloj y al ver a su bella prometida dormida como un ángel en sus brazos sonrió y un pensamiento le vino a la mente: Así será a partir de que nos casemos mis días, viéndote dormir a mi lado como un ángel, como el ángel que eres, dijo Gokú dándole un beso en la frente.

Milk al sentir el contacto de los labios de su amado sobre su piel despertó lo miro y sonrió. Dormí muy bien dijo la bella jovencita, dándole un tierno beso en la mejilla.

Yo también mi ángel pero es momento de despertarnos, solo tenemos un par de horas para desayunar e ir al aeropuerto dijo Gokú.

2 horas después:

Un par de jóvenes miraban a través de la ventana ascender al avión a los cielos y apartarse de ese lugar en que se volvieron a encontrar y que volvió a juntar sus caminos nuevamente.