Capítulo 10: "Yo seré tú esposo"

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Milk, no podía creer lo que acababa de escuchar, estaba más pálida de lo que ya se encontraba.

¿Qué pasa, no me digas que me tienes miedo?, no tiene nada de malo que duermas conmigo, porque a las finales yo seré tu esposo, dijo Turles con una sonrisa triunfal.

¡No¡ eso nunca, dijo furiosa la bella pelinegra parándose inmediatamente y yendo hacia la ventana.

Ni lo intentes esta isla es desierta los únicos habitantes son mis empleados, tú y yo, dijo riendo con maldad.

Yo nunca voy a casarme contigo, nunca va a pasar nada entre los dos, dijo la pelinegra.

Ya te dije que no te pongas en mi contra por que te ira peor, dijo Turles, acercándose a ella para tomarla a la fuerza.

Ciudad Satán:

Un joven de cabello alborotado caminaba apesadumbrado por las calles de la ciudad cuando de repente tropezó contra alguien.

Discúlpame, dijo Gokú.

¿Gokú, cómo estás?, dijo Mai.

Mal Mai, dijo el joven de cabello alborotado.

¿A dónde vas a estas horas de la noche?, pregunto la joven.

A casa de Vegueta, dijo el joven.

¿No hay novedades de Milk?, dijo la jovencita.

No amiga, ninguna novedad dijo el joven con melancolía.

Isla:

Turles la cogió de las manos y la llevo a rastras hasta cama la tiro sobre ella y empezó a rasgarle la ropa, la pobre pelinegra luchaba contra la fuerza de Turles, cuando de repente una idea se le cruzo por la cabeza

Estoy embarazada, dijo Milk con firmeza, haciendo que Turles se separara de ella impactado.

¿Qué diablos dices?, dijo Turles furioso.

Estoy embarazada, tengo 8 semanas, se lo iba a decir a Gokú como sorpresa en nuestra boda, dijo la jovencita rápidamente.

¿Tú y el infeliz ese?, decía furioso Turles.

Voy a tener un hijo de Gokú, dijo Milk con firmeza.

No lo puedo creer y yo que pensé que eras distinta a las zorras que conocí y ahora resulta que te entregaste al pobretón ese antes de casarte, dijo Turles con molestia.

El es mi prometido y nos íbamos a casar tu eres el único culpable de que mi boda no se haya llevado a cabo, ahora que sabes esto déjame ir, dijo la pelinegra.

Turles la vio y sonrió, no te vas a ir y no tendrás esa maldita criatura dijo Turles, saliendo furioso de la habitación, mientras Milk sollozaba pensando en cómo iría a mantener su mentira.

Fuera de la cabaña:

Búscame una curandera y tráemela cuanto antes, dijo Turles dándole dinero a uno de los vigilantes.

Sí señor, dijo el hombre retirándose.

Turles volvió a la habitación y encontró a Milk, sentada en el piso sollozando.

No llores preciosa en cuanto me deshaga de ese bastardo tu y yo encargaremos uno nuevo, no se te olvide que tú serás mi esposa, dijo Turles mirándola con maldad, mientras la bella jovencita no paraba de llorar.

Mansión Saiya:

Vegueta y Gokú se encontraban platicando con los padres de Turles que escuchaban atentamente la narración de Gokú.

Aún me acuerdo el dio en que Turles me puso a prueba, dijo el joven de cabello alborotado recordando el momento.

-.Recuerdo.-

Buenas tardes, disculpen la demora, el tráfico está terrible y no pude llegar antes.

Lo importante es que llegaste hijo, decía el hombre, toma asiento.

¡Eh¡ claro padre.

Al menos llegaste, pensé que ya te habías largado a tus viajes de placer, decía Vegueta.

Cariño, no seas grosero, mejor preséntame a tú primo, decía una coqueta peli azul.

Turles, ella es Bulma mi prometida, dijo el joven de cabello de flama enfatizando la palabra mi y con gesto malhumorado.

Gokú estiro la mano en señal de saludo, hola mucho gusto y bienvenida a la familia.

Ehhhh¿, todos en la mesa, que te pasa querido decía su madre preocupada tocándole la frente, tienes fiebre.

No, ¿porque dices eso mamá?, decía el supuesto Túrles.

Ya insecto, no te hagas el gracioso, algo te traes entre manos de seguro, decía Vegueta.

Ya, basta, decía el hombre mayor levantando la voz, los cite aquí porque como bien sabes hijo en dos días es tu fiesta de compromiso con la señorita Ox, .....

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

Gokú seguía narrando su historia mientras los padres de Turles escuchaban atentamente.

Siempre tuve mis sospechas en ese tiempo del cambio repentino de mi hijo, dijo el padre de Turles.

Tío si no dije nada es por todo lo que ya te mencione, dijo Vegueta.

Lo entiendo hijo y a ti muchacho disculpa a mi hijo por...., decía el padre de Túrles siendo interrumpido por Gokú.

No señor, no toda la culpa fue de Turles yo nunca debí aceptar pero como ya le dije yo necesitaba ese dinero, lo único que nunca imagine fue que gracias a la suplantación volvería a ver a mi ángel y que eso me permitiera amarla y que ella me ame, dijo Gokú con tristeza.

No te preocupes muchacho, en el corazón no se manda y si mi hijo está detrás de todo yo mismo me encargare de que pague lo que le está haciendo a Milk, dijo el hombre.

Yo te poyo cariño, dijo la madre de Turles, mirando con ternura a Gokú. ¿Cómo me hubiese gustado que mi hijo sea como tú?, dijo la amable mujer.

LOS CAMINOS DE LA VIDA (Segunda Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora