Estuvimos toda la película abrazados que creo que me quedé dormida, porqué me desperté y ya no estábamos mirando The Ring, estábamos mirando otra cosa. Giré mi cabeza a mirar a Justin.
- ¿Estás despierta? - asentí dormida - ¿Quieres ir a dormir? - asentí de nuevo.
Justin apagó la televisión, me cogió en brazos y me llevó hacia mi habitación.
- No quiero dormir en mi cama - dije apenas inaudible - quiero dormir contigo.
Justin sonrió y dio media vuelta para llevarme a su habitación. Me dejó encima de su cama con cuidado.
- ¿Así que quieres dormir conmigo eh? - dijo estirandose a mi lado en la cama.
- Ajá - dije dormida.
Entonces no sé que me picó que lo besé, medio dormida. Lo besé cuidadosamente, y su respuesta no tardó nada en llegar. Me aparté lentamente y lo abracé para dormirme en sus brazos.***
Me desperté en la cama de Justin, abrazándolo. ¿Qué pasó anoche? No bebí ni nada, debería acordarme. Solo recuerdo que estuvimos mirando la película juntos y ya está, no recuerdo nada más.
Miré a Justin. Es la criatura más hermosa que he visto en mi vida, jurado. Le observé la cara y luego bajé mi mirada a su torso. Dios, que bueno está. Me aparté a poco a poco, intentando no despertarlo y me giré, dándole la espalda, cuando los brazos de Justin me cogieron por la cintura y me arrimó hacia él.
- Buenos días cariño - dijo con esa voz ronca tan sexy - ¿Cómo has dormido?
- Bien, supongo - digo y me giré a mirarlo. - ¿qué pasó después de que me quedara dormida?
- Mmmmh, ¿no te acuerdas? - preguntó dormido. Negué con la cabeza. - pues te llevé a tu habitación pero me dijiste que querías dormir conmigo, y cuando estábamos aquí me besaste.
- ¿Te besé? - pregunté sorprendida - Lo siento, debía estar muy dormida.
- Oh, no te disculpes cariño, para mí puedes besarme todas las veces que tu quieras. - dijo y me dio un beso rápido en los labios.
- Pero eso no significa que tu me puedas besar cuando te dé la gana.
- Sabes que al final vas a ceder, así que es como si me dejaras. - sonrió.
- Eso no es así.
- ¿A no? - levantó una ceja.
Entonces acercó sus labios a mi cuello y pude notar su cálido aliento. Me besó el cuello muy suavemente y pensé que me iba a morir.
- Jus...tin... pa...para - dije con dificultad.
Justin ignoró mis palabras y siguió besándome el cuello, ésta vez dejando una pequeña marca. Subió sus labios por mi mandíbula y recorrió mis mejillas con sus cálidos besos. Mis labios estaban esperando ansiosamente el contacto de los suyos con los míos. Pero Justin hizo lo mismo que el día de los pasteles, me besaba en todos sitios menos en la boca, que era donde más quería.
Desesperada para que me besara, le cogí las mejillas con mis manos y le estampé mis labios sobre los suyos agresivamente y al ver mi reacción, Justin soltó una risa en medio del beso.
Con una maniobra Justin me puso encima de él y empezó a acariciarme la cintura. El beso se volvió agresivo, los dos queríamos más, pero me di cuenta de lo que estaba haciendo y me aparté bruscamente. Justin me miró sorprendido.
- ¿Qué pasa?
- Nada - dije y me levanté de encima de él.
- Si que pasa algo, joder. Siempre que te beso o me besas te acabas apartando, ¿por qué haces eso? - preguntó como si le hubiese molestado.
- Porque... - dudé - porque no quiero besarte.
Dije eso y me fui rápido de su habitación, sin dejar que Justin respondiera.
Me fui a trabajar y todo fue muy bien. Marissa, la modelo, y yo estuvimos hablando un rato. La verdad es que es muy simpática. Alan, Marissa y yo luego, después del trabajo, nos fuimos a tomar un café al Starbucks donde Dani me dejó plantada por aquella rubia por culpa de Justin. Es que yo no le entiendo. Él puede estar con millones de chicas y yo no tener ningún derecho a decir nada pero si yo salgo con un solo chico, él puede hacerme perderle. ¿De que va? No me parece justo. Yo no digo nada de sus guarras, bueno, quizás si, pero no lo digo delante de él a no ser que me toque mucho los cojones. Siento hablar así, pero es que me molesta, y mucho, porque me hace sentir como si le importara de verdad, pero sé perfectamente que no le importo, solo hace lo que hace para molestarme y si tiene suerte, para tenerme en su cama.
Después de tomar el café con Alan y Marissa y estar hablando durante horas, me fui a casa. Entré y empecé a oír unos gritos que venían del cuarto de Justin. Me acerqué y puse mi oído en la puerta. Eran los gritos de una chica y de Justin, así que no hace falta decir lo que hacían.
No sé que hice, que al estar apoyada en la puerta, me apoyé en el pomo y hice que la puerta se abriera y los viera en plena acción. La chica soltó un grito de susto, Justin me miró sorprendido y mis ojos se abrieron como dos naranjas. Presa del pánico y de no saber que hacer, cerré la puerta rápido y me fui al comedor, como si no hubiese pasado nada.
- ¿Qué estabas haciendo? - preguntó Justin entrando al comedor solo con una toalla en la cintura.
- ¿Yo? Nada, pasaba por aquí, ya que es MI CASA y oí unos gritos, nada más.
- Y al oír esos gritos, ¿no era más que obvio lo que estábamos haciendo que tuviste que entrar?- dijo acercándose.
- Mira Justin, es mi casa y entro donde me da la gana cuando me da la gana, ¿te queda claro?
- ¿Te has dado cuenta que me acabas de joder un polvo? - dijo molesto.
- ¿Y a mí que? Mañana tendrás a otra, o esta noche, quien sabe. - dije con el mismo tono.
- ¡¿Y ahora?! - me pareció increíble que me preguntara eso.
- ¡Ahora te jodes, joder! - dije enfadada.
- Eres una...
- ¿Una qué? ¿Eh? ¿Una qu...
Me cogió de la cintura y me besó. Nuestros cuerpos no podían estar más cerca. Lo aparté dándole un empujón.
- ¡¿Qué coño haces?! - pregunté gritando. Justin me miró sorprendido. - ¡¿Por qué coño me besas?!
- ¡¿Por qué te pones así?! - gritó.
- ¡¿Por qué coño me besas?! - repetí.
- Pues... ¡no sé! ¡¿Acaso no te gusta?!
- Justin para ya con el tema.- intenté calmarme.
- ¡¿Qué tema, Alex?! ¡Sabes que te gusta!
- ¡Justin, joder! ¡¿No te das cuenta?! ¡Tienes a una chica ahí y vas y me besas, y no es la primera vez!
- ¿Y qué más te da?
No supe que responder. ¿Qué más me da que Justin se bese con otras chicas y conmigo? Si no siento nada por él... o si. No sé. No, definitivamente no. De ese ninfómano no. De ninguna manera.
- Eres un enfermo. Te odio. - fue lo único que se me ocurrió decir.
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My treasure. | Justin Bieber
FanficUn pasado que los reúne. Justin y Alex, de diecinueve años los dos, se reencuentran después de cuatro años sin verse y no de la mejor manera. Alex no tiene ningún interés por Justin, ni él por ella, pero Justin con sus trucos de seducción conquista...