Jugando a olvidar el pasado.

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—¡Meongji! Ven acá

Hace como doce horas regrese a Corea, me enviaron con muchas actividades, una agenda de dos semanas completamente atareada, vengo a casa, duermo un poco, o lo que me deja las pesadillas y saco a mi perro a pasear, solo lo solté un momento y ahora se ha perdido en la calle. 

—Joder... ¡Meongji ya te vi! Detente...

Mi pequeño pero inquieto perro corrió por la acera, se paso la calle con total tranquilidad y me miro un momento, creo que esta mofándose de mi, luego regreso su vista al frente y volvió a mover inquiero sus patitas.

—Meongji joder...—Corrí tras él se metió en el parque corrió hacia los arbustos y ya no lo vi.

No entiendo porque acabe por soltarlo, no debí hacerlo, pero quería atarme las cintas de los zapatos y Meongji corrió como si nada detrás de una maldita ardilla.

—Sonríe Meongji...—Escuche a alguien que lo menciono, comencé a buscar esa voz entre los arbustos—¡Mira acá! Bien... Que lindo perro, si, si eres un hermoso perro...

—¿Que mierda te pasa? Secuestrador de perros sinvergüenza...

—¿Disculpa? Ahhh ok, eres el dueño demonio de este lindo perro...

—¿Dueño demonio?

—Él lo dijo—Señalo a mi perro que esta sentado en sus piernas—Te llamas Chan Hee ¿Cierto? Creo que no hemos hablado mucho desde...

—Solo dame a mi perro ¿Quieres? ¿Que es eso que tienes entre tus manos?

—¿Una cámara?—Se levanto del suelo en donde estaba con Meongji en una mano y su cámara en la otra, tome a Meongji—Siento haberte mentido...

—Ya deja de hablarme, joder, dentro de la compañía eres mi fotógrafo, pero aquí afuera no eres nadie para mi y no trates de serlo...—Me di la vuelta para continuar mi camino y me tropecé con algo.

—Oye, ten cuidado con mi escenografía...

—Joder, Byung Hun es una roca...—Hice un puchero y acaricie mi rodilla.

—Deberías quedarte y esperar a q...

—¡Mierda! ¿Esperar que? ¿Una ambulancia? ¿Esperar a que sane? Tengo cosas mas importantes que hacer ¿Sabes?

—Yo también, tengo que revisar las fotografías, prepararlas para la impresión, editar los montajes, presentar el diseño de la nueva revista, juntar los artículos, bla, bla, bla, pero suelo venir y sentarme un rato en medio del parque en donde no venga nadie a tomar fotos de todo...

—¿Fotos de todo? ¿Tienes tanto que hacer y aun así estas tan tranquilo?

—Si, si veo a un niño jugar le tomo una fotografía...

—Acosador...

—No he terminado, si le tomo una fotografía a alguien pido permiso de si quedarme con la foto o regalársela, lo mismo con los animales, si tienen dueño o no... Y si estoy tranquilo porque amo hacer esto.

—Claro ¿Que haces con las fotos que te quedas?

—Buena pregunta, vez como ya estamos conversando, mi escenografía sirve para algo mas que ambientar el escenario...—Este... chico raro saco de su mochila un gran libro de color azul y me lo entrego en mis manos.

—¿Un álbum?

—Mas que eso... es como... lo que me ha mantenido... ¿Feliz? ¿Bien? Es como un montón de hojas llenas de mi salvación, mi escape del mundo real, lo que me salva por segundos de... todo, creo que todos tenemos algo como eso, para algunos es una aplicación en un celular, para otro es su celular, una banda, un instrumento para mi es eso, esto...

NUNCA FUE MI DECISIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora